Como era de prever los cazadores furtivos están aprovechando la falta de vigilancia en los montes asturianos, con motivo de las restricciones en el uso de combustible de los Guardas de Medio Natural, para actuar sin control.
Hace escasos días se descubrieron los cadáveres de dos rebecos, muertos por acción del furtivismo en el Parque Natural de Somiedo, en concreto en la carretera de La Riera a Pola de Somiedo, aunque mucho nos tememos que esto no sea más que la punta del iceberg del furtivismo en estas semanas sin vigilancia.
Recordemos que la Consejería de Medio Rural había comunicado a principios de noviembre a su Guardería del Medio Natural que hasta el mes de diciembre los vehículos no podrían repostar combustible por un fallo burocrático en la contratación con la empresa suministradora. Así, durante todo el mes de noviembre quedaba suspendida cualquier labor de vigilancia por parte de estos agentes, que debían permanecer en las oficinas y con los coches parados.
Recientemente también habíamos denunciado desde la Coordinadora Ecoloxista ante la Inspección General de Servicios del Principado, que durante el año 2021 la Consejería no había tramitado las denuncias que habían efectuado los Guardas, con lo cual la mayoría habían prescrito. Después de una investigación interna nos dieron la razón, pero dijeron que no había responsables. Simplemente, no se habían tramitado las denuncias, pero nadie se hizo cargo del desaguisado. A día de hoy no sabemos si se ha corregido la situación o sigue pasando lo mismo, pues la opacidad de la Consejería en este tema es total.
El escenario global de dejadez y negligencia de la Consejería de Medio Rural respecto a la vigilancia y protección del medio natural asturiano en los últimos años resulta cada vez más preocupante. El estado de abandono y precariedad en el que se encuentran los agentes medio ambientales encargados de vigilar y velar por la protección de nuestros montes se concreta en la total desasistencia jurídica ante amenazas y agresiones, en un parque móvil viejo y destartalado que continuamente sufre averías, en una falta de medios y material de trabajo, ropa de uniforme escasa y de muy baja calidad, desorganización administrativa, denuncias que no se tramitan, escasez de personal, plazas sin cubrir, desmoralización del colectivo, etc., a lo que ahora se ha sumado el bloqueo total del trabajo durante un mes por falta de combustible en los vehículos.