Sensibilizar, conocer el estado de las infraestructuras y formar a los vecinos para actuar contra el fuego, objetivos cumplidos del plan

Cangas del Narcea, 22 de noviembre de 2022. El Grupo de Desarrollo Rural Alto Narcea Muniellos ha presentado esta mañana los resultados del proyecto ‘Participación de la población rural en la prevención de incendios, autoprotección y protección de ecosistemas’, que ha llevado a cabo en colaboración con el Servicio de Emergencias del Principado de Asturias y Caixabank, quien seleccionó el proyecto, dentro de la convocatoria ‘Medioambiente 2021’, cuyo objeto es apoyar proyectos que contribuyen a mejorar el patrimonio natural, a través de la protección de la biodiversidad, la innovación ambiental y la lucha contra la despoblación, apoyando la entidad bancaria con 10.000 euros esta iniciativa.

El proyecto impulsado desde el GDR Alto Narcea Muniellos ha trabajado en tres ámbitos: Evaluación de las infraestructuras contra incendios, la sensibilización de la población local y la formación de los vecinos de los pueblos más alejados. En total se ha realizado la evaluación de 288 núcleos rurales de Cangas del Narcea, Degaña e Ibias, que se encuentran a más de 30 minutos de la estación de bomberos de Tebongo, analizando el estado y la operatividad de las infraestructuras de lucha contra incendios (bocas de riego, depósitos de agua, equipamiento vecinal como mangueras, etc…), valorando además, la accesibilidad de los camiones de bomberos a los pueblos y el riesgo de interfaz urbano-forestal. Sensibilizar y dar a conocer a la población local el riesgo de poder sufrir en esta zona los incendios llamados de 4ª generación o superior, que ya no solo afectaran a zona forestal, sino que pueden llegar a afectar a viviendas y personas, y que presentan una gran dificultad de extinción, ha sido otro de los objetivos que se han cumplido con este proyecto, que se ha divulgado a través de redes sociales, la web de GDR Alto Narcea Muniellos y mediante un folleto informativo creado al efecto. Así mismo, se ha difundido en cinco espacios radiofónicos, para lograr llegar a la mayor población posible, y se ha realizado una jornada de sensibilización con 107 asistentes.

Un total de 256 vecinos han participado en los 16 talleres para formar al vecindario de los pueblos en técnicas básicas de autoprotección necesarias que les permitan actuar con seguridad y eficacia ante las principales situaciones de urgencia o emergencia. Una formación que ha sido eficaz y cuya aplicación práctica se llevó a cabo el pasado 29 de octubre, cuando los vecinos lograron contener un incendio declarado en una casa en la localidad canguesa de Saburcio, hasta la llegada de los bomberos, quienes terminaron de extinguir el fuego. Gracias al proyecto se ha podido dotar a los pueblos de Monasterio del Coto y Santulaya (Cangas del Narcea), Buso (Ibias) y El Rebollar (Degaña) de un kit de prevención y primera intervención, que permitirá a los vecinos actuar de manera rápida antes de la llegada de los servicios de emergencia.

Los resultados de participación de la población rural han sido altamente positivos, tanto por la implicación y trabajo colaborativo con otras entidades, como por la alta participación vecinal. También ha sido valorada como positiva la jornada realizada, que ha permitido tener un conocimiento científico sobre la problemática de los incendios, los modelos de gestión del fuego y las tendencias futuras sobre la tipología de los incendios. En todo caso, uno de los trabajos más importantes, ha sido conocer el estado de situación de las infraestructuras y servicios en el medio rural, con una conclusión de relevancia: es necesario implicar a la comunidad local en la conservación de los ecosistemas e inculcar la cultura de la autoprotección como una herramienta imprescindible para los pueblos alejados de los servicios de emergencia y poco accesibles. Este proyecto ha permitido tener una conciencia situacional de la problemática y las posibles respuestas a la situación cada vez más grave en cuestiones de emergencias a la que se enfrentan las zonas rurales, en un contexto social de población envejecida y dispersa.