Una docente de párvulos que trabajo durante casi 40 años en la villa canguesa
Pie de foto: José Víctor Rodríguez, alcalde de Cangas del Narcea; José Ramón Puerto, promotor de la iniciativa; Gonzalo Azkarate Gaztelu, alumno de Doña Cloti hace más de 60 años; Ada Riesco, concejala de Medio Rural y Laura Álvarez, teniente de alcalde de Cangas del Narcea.
Cangas del Narcea, 11 de noviembre de 2022. La calle que une la plaza Conde Toreno con el Prao del Molín, ya cuenta desde esta mañana con la placa con el nombre de Clotilde Fernández Sánchez ‘Doña Cloti’, quien fue maestra de párvulos durante casi 40 años en las escuelas de Cangas del Narcea. “Esta placa sirve como reconocimiento a una docente que transmitía amor y cariño a los más pequeños”, ha manifestado el alcalde de Cangas del Narcea, José Víctor Rodríguez, ante la atenta mirada de sus cuatro hijos, dos de sus nietos y dos biznietos.
Un acto muy emotivo en el que muchos de los presentes regresaron a su infancia, “todos los alumnos la recordamos con mucho cariño”, ha manifestado José Ramón Puerto, impulsor de la iniciativa, quien explicó que esta maestra, “además de enfrentar a los alumnos a un proceso de aprendizaje, nos daba cariño”. Un acto que se llevó a cabo en la calle que lleva su nombre, y que desde esta mañana cuenta con una placa en su honor. “Un lugar especial por el que ella y sus compañeros bajaron miles de veces”, dijo Puerto, en agradecimiento a todos los docentes.
Gonzalo Azkarate Gaztelu Suárez, quien fue alumno de Doña Cloti hace más de 60 años, ha destacado la importancia que ha tenido esta docente en su vida, con la que aprendió a leer, “frente al colegio estaba la peluquería de Marcial Fontaniella, donde leía la Hoja del Lunes y La Nueva España”, ha dicho al tiempo que recordó las enseñanzas de esta docente, “con apenas cinco años mi madre me enviaba a los recados, y gracias a que sabía contar nunca me faltó ni un perrón”, ha manifestado Gonzalo. Durante este homenaje dio a conocer que, “aprendí a mirar el reloj, porque siempre llegaba justo a clase, a pesar de que vivía muy cerca”, dijo agradeciendo a los familiares de Doña Cloti el haber contado con una docente tan especial. Precisamente uno de sus nietos, Juan Galán, fue el encargado de actuar como portavoz de la familia, quien quiso transmitir al alcalde y a las diversas corporaciones este homenaje y sobre todo, “al pueblo de Cangas por tenerle tanto cariño a mi abuela”.
Una maestra adelantada a su tiempo, que a pesar de tener sesenta alumnos en clase, solicitó a la inspección incorporar a niños con necesidades especiales al aula, todo un hito para la época. Una mujer muy implicada con la enseñanza, quien ayudó a muchos cangueses a sacarse el título de bachiller, ya que era además especialista en ciencias y matemáticas. Una mujer a la que le gustaba mucho escribir, especialmente la poesía, dedicando un cántico a la Virgen del Carmen y varios poemas a sus alumnos. Tras su jubilación en 1989, Doña Cloti llevo a cabo diversas exposiciones de pintura hasta su fallecimiento en 2014 a los 89 años de edad.
Clotilde Fernández Sánchez nació en Oviedo 24 de marzo de 1924, obtuvo el título de maestra en 1949 y en 1950 aprobó la oposición como Maestra Nacional, siendo en 1956 cuando el Ministerio de Educación le otorga la plaza de Maternales y Párvulos. Doña Cloti, como así es conocida esta maestra, trabajó en sus primeros años entre 1945 y 1952 dando clases particulares en Oviedo, siendo su primer destino como maestra en el curso 1951-52 en El Berrón en Siero. El curso 1952-53 trabajó en la localidad tinetense de Eiros, para posteriormente trasladarse a Vallinas donde estuvo trabajando como maestra entre 1953 y 1957. Tras aprobar la oposición como maestra de párvulos se traslada a Villager de Laciana en el vecino concejo de Villablino, donde trabajo desde 1957 hasta 1960, para posteriormente instalarse en Cangas del Narcea donde impartió clases en las Escuelas de la calle Mayor y el actual colegio Maestro Casanova, donde estuvo impartiendo clase a los más pequeños entre 1961 y 1982, para finalizar su vida laboral en el colegio del Fuejo, donde impartió clases desde 1982 hasta 1989. Cuenta con una amplia formación , diplomándose en Lengua Inglesa y Francesa, y obteniendo títulos de Especialización en Matemáticas y Ciencias. Realizando varios cursos de orientación y pedagogía. Tras su jubilación fue una persona muy activa, participando en diversos cursos para mayores de la Universidad de Oviedo.
Una maestra muy querida que cuenta con multitud de reconocimientos de la Inspección de Educación, de sus antiguos alumnos del colegio de Eiros, un diploma de TVE por la participación en el concurso ‘España vista por sus escolares’ o el 2º premio de X Concurso de Poesía de la Universidad de Oviedo. Reconocimientos al que hoy suma el cariño de todos los cangues con el descubrimiento de esta placa, que da nombre a esta calle de acceso al colegio.