El tradicional Rastrillo de Nuevo Futuro, está instalado en el Paseo de los Álamos, donde permanecerá hasta el próximo martes. Más de 200 personas, todos voluntarios, trabajarán en la carpa, para reunir fondos destinados a esta asociación benéfica. Nuevo Futuro mantiene tres pisos de acogida en Asturias, donde viven 19 menores. Aunque su tutela corresponde al Principado, la guardia y custodia es de la asociación. «Para un niño, el mejor sitio es estar con su familia, pero si no puede ser, entonces Nuevo Futuro le ofrece un hogar», afirma Ana Escuerdo, presidenta de la asociación en Asturias. La subvención del gobierno regional no cubre todos los gastos, y actividades como el Rastrillo permiten mantener abiertas las casas de acogida, y asegurar el futuro y la educación de los menores. Desde la apertura, hace dos días, la afluencia de visitantes en apoyo a esta obra social está siendo constante. Cada euro cuenta, y de la marcha del Rastrillo, dependen en buena parte las iniciativas programadas para el año que viene.