- Los conductores profesionales cuidan más de su visión que la población media
- Entre los mayores de 65 se detectan más problemas de salud visual, pero su ratio de accidentabilidad es menor
- Los conductores con accidentes tienen peor visión (campo visual, agudeza, sensibilidad al contraste, etc.)
3 de noviembre, 2022. Esta es una de las conclusiones del estudio “El estado de la visión de los conductores en España, 2022”, presentado hoy en rueda de prensa por la asociación de utilidad pública, Visión y Vida, en colaboración con Correos Express. Los conductores profesionales tienen una mejor visión que la media española y cuidan mejor su salud visual, dado que esta es imprescindible en su trabajo. Sin embargo, entre los conductores no profesionales, sigue habiendo casos de falta de conciencia sobre la importancia de la visión al volante. En el acto, conducido por D. Salvador Alsina, presidente de Visión y Vida y Dña. Elisenda Ibáñez, coordinadora, estaban presentes Dña. Inés Mateu, presidenta de FEDAO y Dña. Leire Diez Castro, directora de Relaciones Institucionales y Filatelia de Correos.
El estudio (casi 1.700 test visuales registrados), nacido de la campaña “Yo no soy un lince” que revisó durante el verano la visión a miles de conductores —usuarios y profesionales— de España gracias al apoyo de la Dirección General de Tráfico, el Servei Català de Trànsit y Dirección de Tráfico del Gobierno Vasco, busca actualizar los datos del último publicado sobre la materia por la propia asociación en 2017. ¿Ha cambiado la visión del conductor en estos cinco años? ¿Les ha afectado la pandemia del COVID-19?
Con el informe se demuestra que el estado de la visión ha mejorado ligeramente desde 2017: “creemos que tantos años realizando campañas informativas y de concienciación nos ayuda a que cada vez haya más conciencia sobre el cuidado de la visión y la importancia que esta tiene en la conducción”, explica Salvador Alsina, Presidente de Visión y Vida. Sin embargo, sigue existiendo espacio de mejora: “del total de la muestra vemos que un 16,4% del total cree que no tiene buena visión, pero sigue conduciendo”, explica Alsina.
Sin embargo, se confirma la relación existente entre siniestralidad y mala visión, que se pudo demostrar por primera vez en 2017: “aquellos que tenían una agudeza visual inferior a 0,4 tenían hasta tres veces más accidentes. Ahora, en 2022, sabemos que aquellos que han registrado en los últimos tres años partes a su aseguradora tienen peor visión. Se percibe en los peores resultados obtenidos en lo relativo a campo visual, agudeza, sensibilidad al contraste y mayor uso de equipamientos ópticos”, explica Elisenda Ibáñez, coordinadora de Visión y Vida.
Además, este estudio analiza por primera vez el estado de la visión de los conductores profesionales, entre los que se incluyen conductores de coche, furgoneta, tráiler y autobuses, así como riders, moteros y taxistas. Aunque se trata de un análisis preliminar que será ampliado en 2023, se detecta que este segmento de conductores profesionales tiene mejor visión que los conductores no profesionales. A pesar de que conducen más horas, y gran parte de ellas en condiciones de baja iluminación (2,7% entre 2 y 4 horas y 11,5% entre 4 y 6 horas), su accidentabilidad es solo un 7,3% más. Además, ofrecen mejores resultados en lo relativo a campo visual, visión en 3D, sensibilidad al contraste y menor uso de gafas (64,7% frente al 77,4% del usuario). “Se puede ver cómo el profesional cuida mejor su visión, dado que esta es una herramienta indispensable en su día a día. Así, destaca que solo un 0,7% tiene una visión inferior al 0,8, cifra que asciende al 5,44% en el total de la muestra”, explica Ibáñez.
Lo más alarmante sigue siendo el número de conductores que no supera los requisitos mínimos exigidos por ley para obtener la licencia y que, sin embargo, siguen conduciendo: “actualmente, en nuestras carreteras, hay cerca de 1,5 millones de conductores (5,44%) que no alcanzan un 0,8 de agudeza, que es lo exigido al conductor profesional. Además, hay 558.900 conductores (2,04%) que no alcanzan el 0,5, el mínimo exigido por ley. En el caso de Asturias, la cifra asciende a 12.739. Esas personas no deberían ponerse al volante, por su seguridad y la de aquellos que le rodean”, explica Ibáñez.
Del mismo modo, se observa cómo el estado de la visión de los conductores mayores de 65 años es sustancialmente peor que la media de la muestra, aunque su siniestralidad también es menor. “Parece que, como se ha comentado en estudios previos, la persona tiende a reducir o limitar su tiempo de conducción, reduciendo así el riesgo y, de ahí, su baja siniestralidad”, explica Alsina.
Si nos centramos en aquellos con mala visión que han dado un parte a su seguro en los últimos tres años, vemos que representan el 1,01% del total y suman 275.458 conductores. “Es importante destacar que en 2020 ha disminuido drásticamente el número de desplazamientos, por lo que estos datos deben seguir siendo monitorizados en los próximos años para poder hacer una comparativa real en términos de circulación y desplazamientos”, explica Alsina.
Por su parte, Dña. Leire Diez Castro afirmó que “gracias a todos estos resultados, podemos ser más conscientes de la importancia de la salud visual y de cómo gracias a las revisiones y prevención se puede evitar un porcentaje muy elevado de los accidentes de tráfico que se producen en nuestro país. La tranquilidad de contar con estas revisiones nos hace estar seguros de que nuestros proveedores de reparto seguirán contando con un 100% de visión asegurada.”
Desde Visión y Vida se agradeció a todos los establecimientos asociados a la entidad su participación en esta campaña de revisiones y se animó a seguir participando en 2023 para lograr desgranar mejor cuál es el estado de la visión de todos los conductores. “Queremos seguir llegando al conductor profesional y, cómo no, lograr revisar al mayor número de conductores no profesionales posibles. Si el mensaje cala, lograremos un 0 de siniestralidad gracias a que todos tendremos un 100% de buena visión en carretera”, concluye Alsina.
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ALGUNAS CONCLUSIONES DEL ESTUDIO “El estado de la visión de los conductores en España, 2022”
Estado de la visión del conductor usuario / no profesional:
- Uno de cada cinco conductores (16,4%) cree que no tiene una buena visión al volante.
- El 74,9% de la muestra utiliza gafas para conducir. Es decir, más de 7 de cada diez conductores tienen un problema visual que influye en su conducción.
- 45% de los conductores mayores de 45 años en 2017 requería el uso de equipamientos ópticos. De toda la muestra de 2022, el 58,6% utiliza gafas progresivas.
- El 36% tiene dificultades para ver bien cuándo mira el navegador o indicadores del vehículo y pasa a mirar la carretera.
- Mientras que las enfermedades oculares o sistémicas afectan al 26,2% del total de la muestra, vemos cómo en el caso de los mayores de 65 años, asciende el 69,3%.
- El 16,4% de la muestra cree que no tiene buena visión al volante. En el caso de los mayores de 65 asciende al 38%.
- En 2017, 8 de cada 10 conductores no tenía una sensibilidad al contraste óptima. Solo el 22% podía distinguir las letras de menor contraste. En el 2022 vemos cómo el 95,9% de los conductores tiene una sensibilidad al contraste considerada normal. Habría que ver cuántos de estos podrían alcanzar el nivel óptimo.
- Del total de la muestra, un 16,6% del total ha tenido que dar parte a su aseguradora en los últimos 3 años. Un 7,3% prefiere no responder.
- Entre los conductores, un 26,6% tiene enfermedades oculares. De estas, un 21,1% padece cataratas, un 10,8% tiene glaucoma y un 6,1% es daltónico.
- Un 10,9% de la muestra se ha sometido a una intervención ocular: casi la mitad (48,6%) fue por cataratas, el 29,7% se debió a cirugía refractiva, el 17,8% por estrabismo y el 11,4% debido a una vitrectomía.
- Sigue habiendo mucha sintomatología de problema visual: uno de cada cinco conductores (21,8%) evita conducir de noche, el 22,9% afirma deslumbrarse en días soleados, el 18,3% manifiesta tener dificultades cuando siente reflejos nocturnos y el 20,8% tiene fatiga visual al final del día.
Estado de la visión de los mayores de 65 años:
- La siniestralidad entre este segmento de población es menor: solo un 14% de los mayores de 65 emitieron parte a su seguro en los últimos 3 años frente al 16,6% del total.
- Sin embargo, piensan en mayor medida que su visión es mala al volante: 38% frente al 16,4% del total.
- La prevalencia de enfermedades oculares o sistémicas es mayor: 69,3% frente al 26,2%. También se han sometido a más operaciones oculares (38% frente al 10,9%).
- En 2017, el 28,2% de los mayores de 65 años tienen reducido el campo visual. En 2022, la cifra disminuye al 16,8 (mucho mayor que el 3,6% (OD) y 2,5% (OI) de la muestra general).
- La sensibilidad al contraste, que empeora con la edad, les afecta en mayor medida: 18,4% frente al 4,1% del total de la muestra. Asimismo, su presión intraocular es hasta 3 veces peor (6,7% frente a 2,1%).
- Prácticamente, 9 de cada 10 mayores de 65 años necesitan gafas para conducir (85,5% frente al 74,9% de la muestra total).
Estado de la visión del conductor profesional: 20,1% de la muestra
- Los resultados de los conductores profesionales son mejores que los de los no profesionales: el 91,8% de los conductores profesionales tienen una agudeza visual superior al 0,8 y solo un 2,4% puede tener una posible pérdida de campo visual. El 95,9% tiene buena visión en 3D y el 97,1% tiene una buena sensibilidad al contraste. El 74,4% de los conductores profesionales conduce más de 4 horas al día (mucho más que el no profesional, que lo hace en un 17,3%). De estas horas, un 24,7% conduce entre 2 y 4 de noche y un 11,5% entre 4 y 6 horas de noche.
- A pesar de este incremento en número de horas conducidas, solo se percibe un incremento del 7,3% en accidentabilidad en los últimos tres años (teniendo en cuenta que el usuario ha estado la pandemia del COVID-19 con movilidad reducida).
- Seis de cada diez conductores profesionales (59,1%) fueron informados tras su operación de cirugía refractiva de que durante 1 mes no podrían conducir. El ratio es mayor que entre los usuarios. El conductor profesional usa menos medicación que afecte a la conducción (4,7% frente al 16,6%).
El 89,7% de los conductores profesionales creen que tienen buena visión, más que los conductores usuarios (82,1%).