"El futuro del campo asturiano se escribe en femenino", ha asegurado esta mañana el presidente del Principado de Adrián Barbón en la apertura de los actos conmemorativos del Día Internacional de las Mujeres Rurales, cuya actividad central será la entrega del premio a la Mujer Rural del Año, que ha recaído en la cunqueira Rosa Rodríguez, responsable en Trabáu (Degaña) La guardia del cunqueiro. 

 "No hay un feminismo de ciudad y un feminismo rural, como tampoco hay un feminismo intelectual y un feminismo proletario: hay una ambición feminista consciente y global, porque sin lograr la igualdad real será imposible culminar la transformación de Asturias" ha recalcado Barbón.

El jefe del Ejecutivo también ha destacado en su intervención que el proyecto de presupuestos del Principado para 2023 se está diseñando para ayudar a la juventud, a la clase media y trabajadora y, en definitiva, a quienes más lo necesitan, así como para acrecentar el respaldo al medio rural. Según ha explicado, su aprobación permitiría al Gobierno de Asturias, aplicar entre otras, las siguientes medidas:

-    Elevar el tique rural hasta 40.000 euros.
-    Aumentar las ayudas a la natalidad, que alcanzarán 2.200 euros para los residentes en concejos en riesgo de despoblación. Incluye todos los ayuntamientos con menos de 20.000 habitantes que hayan perdido al menos un 10% desde 2000.
-    Establecer, por primera vez en Asturias, una ayuda de 1.500 euros para el cuidado de niños menores de tres años cuando no existan escuelas infantiles públicas en el concejo o, de haberlas, no se haya podido conseguir plaza.
-     Rebajar la tributación sobre el suelo rústico y las explotaciones agrarias.
 

Esta ha sido su intervención íntegra:

INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS, ADRIÁN BARBÓN
Día de las Mujeres Rurales 2022

La protagonista de hoy se llama Rosa Rodríguez y dirige La guarida del cunqueiro en Trabáu, en Degaña. De hecho, yo participo en este acto inaugural con sólo tres objetivos: darle la enhorabuena por haber sido elegida Mujer Rural del Año, agradecer su iniciativa emprendedora y proclamar que el futuro del campo asturiano se escribe en femenino.

Lo subrayo, por si alguien no se ha dado cuenta: el porvenir de nuestro medio rural pasa por multiplicar la implicación activa de las mujeres. Hace ya tiempo que se reconoce su papel esencial en el campo. Antes permanecía oculto bajo nieblas de silencio: una tarea infinita de sol a sol que incluía hundir las manos y los pies en la tierra para realizar cualquier faena agrícola o ganadera que podamos imaginar. La llevaban a cabo, además, mientras se encargaban de toda esa lista interminable de obligaciones domésticas que parecen no tener importancia; sobre todo, cuando es otro quien se ocupa de ellas. 

El patriarcado ignoró durante siglos esta contribución, como otras tantas: al fin y al cabo, eran mujeres y para eso habían nacido. Por fortuna, ese velo de silencio ya se apartó hace décadas. Pero ahora no hablo tanto de ese necesario reconocimiento social, con la vista vuelta hacia el pasado, como de asumir que no podemos concebir el medio rural del siglo XXI sin tener en cuenta también a la mujer del siglo XXI, empoderada, consciente de sus derechos y, como demuestra Rosa Rodríguez, con una altísima capacidad de emprendimiento. Valga un dato: de las 461 ayudas concedidas desde 2016 con cargo al tique rural, 265 fueron otorgadas a mujeres. El porcentaje supera el 57%. 

Tengo a gala presidir un gobierno feminista. Cuando hago esta afirmación, no me refiero sólo a que sea paritario –hay tantas consejeras como consejeros- y con mayoría de mujeres en los altos cargos, sino que lidero un Ejecutivo que aplica la perspectiva de género a sus políticas; incluidas las que atañen al campo. Porque no hay un feminismo de ciudad y un feminismo rural, como tampoco hay un feminismo intelectual y un feminismo proletario: hay una ambición feminista consciente y global, porque sin lograr la igualdad real será imposible culminar la transformación de Asturias.
Lo mismo aseguro del campo. Esa nueva Asturias, basada en un crecimiento verde, digital y sostenible, es inconcebible sin la potencia de su medio rural. Vengo advirtiéndolo desde el inicio de la legislatura: no es un parque temático para visitar los fines de semana, ni una reserva de votos donde hacer incursiones electorales cada cuatro años. Al contrario, debemos consolidarlo como un lugar idóneo para vivir y trabajar, tal y como ha hecho Rosa Cunqueira.

Ese propósito llevará tiempo y esfuerzo. Al igual que el feminismo, no es cuestión de un solo departamento, por más que el consejero Alejandro Calvo esté empeñado hasta la médula, sino de todo el Gobierno del Principado. Hablo, por ejemplo:

•    De mantener escuelas con sólo tres o cuatro alumnos

•    De reforzar la red sanitaria con más medios, como la UVI móvil que funciona en el suroccidente desde febrero o el nuevo consultorio de Sames, en Amieva, inaugurado en junio

•    De superar la brecha digital con la extensión de la banda ancha, que ya alcanza prácticamente al 97% de la población

•    De mejorar la red de carreteras, como persigue el programa que destinará 80 millones al suroccidente

•    De fortalecer e impulsar la oferta de transporte público con la tarifa ConeCTA y el programa de movilidad sostenible en el medio rural

•    De reducir la burocracia con la aprobación de la Ley de Calidad Ambiental

•    de aprobar este mismo mandato un proyecto de ley de Reto Demográfico con propuestas claras para frenar la despoblación.

No me alargo en la enumeración. Vosotros conocéis bien el impulso a la promoción de la marca Alimentos del Paraíso, la trascendencia de la Política Agraria Común y de la Ley de Cadena de Valor o, por descontado, la relevancia del apoyo al programa Leader, cuya asignación presupuestaria se ha elevado a 111 millones. A vosotros no hace falta deciros que quienes rechazan la PAC o cuestionan la Ley de la Cadena de valor están propugnando, directamente, la extinción de la agricultura y la ganadería en el Principado.

En cambio, sí quiero enfatizar que este apoyo al campo no puede detenerse. Si Asturias no tiene tiempo que perder para ganar su transformación, al medio rural no le sobra un minuto. Por eso cobra tanta relevancia el presupuesto de 2023, porque nos permitirá:
•    Elevar el tique rural hasta 40.000 euros.

•    Aumentar las ayudas a la natalidad, que alcanzarán 2.200 euros para los residentes en concejos en riesgo de despoblación. Esta categoría, pensada para beneficiar al medio rural, incluye todos los ayuntamientos con menos de 20.000 habitantes que hayan perdido al menos un 10% desde 2000.

•    Establecer, por primera vez en Asturias, una ayuda de 1.500 euros para el cuidado de niños menores de tres años cuando no existan escuelas infantiles públicas en el concejo o, de haberlas, no se haya podido conseguir plaza.

•    O, entre otras medidas fiscales, rebajar la tributación sobre el suelo rústico y las explotaciones agrarias. 

Para esos objetivos deben servir las cuentas del próximo año. Para ayudar a quienes más lo necesitan y acrecentar el respaldo al medio rural. Por ello recalcamos que la negociación presupuestaria es un test de responsabilidad: de responsabilidad con la juventud, la clase media y trabajadora y, también, de responsabilidad con el campo.

No os robo más minutos. Todas estas metas serán inalcanzables sin vosotros. Sin los grupos de acción local, sin las personas que se comprometen con su territorio. Si me permitís volver al inicio, sin la participación de la mujer del siglo XXI en el desarrollo del medio rural del siglo XXI. Pienso ahora en Rosa Rodríguez, Rosa Cunqueira. Ella representa ese protagonismo femenino que está avivando el medio rural, incluido el orgullo de pertenencia y la defensa de sus manifestaciones culturales, como la fala de los tixileiros. Rosa conoce bien cuánto cuesta emprender y cuánta tarea queda pendiente. Por eso mi enhorabuena y mi agradecimiento van acompañados de una promesa: seguiremos trabajando día a día para que el campo colidere la construcción de la mejor Asturias. 

Muchas gracias.