¿Se puede naufragar en medio de La Mancha? Se puede. A la vista del peñón contra el que se ha estrellado la chalupilla del Alimerka Oviedo Baloncesto en su debut en la LEB Oro 22/23, es empíricamente posible: 88-42.

El arranque de partido fue todo lo que no tenía que ser. Pérdidas de balón flagrantes, falta de intensidad defensiva, inoperancia… Todo para un 17-6 y tiempo de Poch a los cinco minutos de partido. Peor aun cuando los locales anotaban desde fuera y dentro (4 triples en los primeros 8 minutos) y el OCB no encontraba nada más que pases a la grada. La incomparecencia era general cuando los ovetenses, equipo que se le supone una actitud en defensa como seña de intensidad, permitió más de 30 puntos en el primer cuarto: 31-16.

La dinámica no cambió al comienzo del segundo cuarto. Bueno Arenas Basket era un ciclón, 39-17 en un abrir y cerrar de ojos. Anotar era un mundo para el Alimerka Oviedo mientras los recién ascendidos parecían la Jugoplastika de los 80. Peor, defender como alevines no funciona en posiblemente una de las cinco ligas más exigentes de Europa.

Por destacar, dos triples de Domènech y un dos más uno de Walters seguido de un lanzamiento lejano de Alonso que obligó a Albacete a parar el partido 49-31 y 1:45 para el descanso. Poco más y un severo correctivo al descanso: 52-31.

Tendencia declinante en el tercero para un vergonzante 73-34 en el tercero con un improcedente parcial, 21-3 para acabar en el último sin capacidad de nada salvo tratar de salir del pabellón con la cabeza alta.

Lo único bueno del deporte es que siempre hay margen para enmendar un error tan grande como sea este. Y seguro que las diez horas de autobús dan para el flagelo colectivo e individual antes del próximo compromiso el martes ante Cáceres Patrimonio de La Humanidad en Pumarín.

Estadísticas: https://baloncestoenvivo.feb.es/partido/2271641