¿Señor Liese, por qué la aviación debe estar incluida en el régimen comunitario de derechos de emisión?

Las emisiones de la aviación se han doblado desde 1990. Este dato contrasta dramáticamente con el acuerdo internacional de limitar el efecto del cambio climático a un aumento de dos grados en la temperatura. Los científicos nos hablan de la necesidad de reducir drásticamente las emisiones si queremos conseguir este objetivo. Es también necesario dirigirse a la aviación porque otros medios de transporte como el autobús, el coche y el tren son menos dañinos con el medio ambiente y han sido sometidos a regulaciones y a veces a una gran carga financiera durante años.

¿Cuál es su reacción ante la oposición internacional a la legislación de la UE, incluyendo EE.UU.?

Estoy muy decepcionado por el voto en la Cámara de Representantes (la cámara sometió a votación la prohibición del régimen de comercio de derechos emisión de la UE, que obstaculizaría a las aerolíneas estadounidenses el cumplimiento de la normativa europea). Afortunadamente, el Senado aún no ha abordado el tema, por lo que probablemente no entrará en la ley. El enfoque de EE.UU., incluyendo el de su gobierno, está siendo muy decepcionante. El Presidente Obama ha recibido en premio Nobel de la Paz por su compromiso con el cambio climático, entre otras razones. Sin embargo, no se comporta de manera distinta a la administración Bush en lo que se refiere a la aviación.

¿Ha cambiado la situación desde que se aprobó la legislación en 2008?

La necesidad de actuar es mucho más obvia que en 2008. Desafortunadamente la atmósfera política se ha convertido en más vacilante y escéptica en lo que se refiere a la mitigación del cambio climático. Sin embargo, si somos políticos responsables, no debemos basar nuestras decisiones solo en el momento actual, sino en bases científicas, y es por ello que creemos que hay que defender nuestra legislación.

¿Cuánto van a suponer los nuevos cargos y quién los pagará, las aerolíneas o los pasajeros?

De acuerdo con el análisis de la Comisión Europea, el precio de un vuelo intercontinental aumentará cerca de dos euros. Comparado con las tasas nacionales y cargos, que son por ejemplo de hasta 160 euros en Reino Unido y de hasta 50 euros en Alemania, el aumento será modesto. Los grupos de presión de las aerolíneas están discutiendo al mismo tiempo sobre los altos costes y a la gente le dicen que aumentarán los precios. Una parte de la historia debe ser fuerte. Espero que las aerolíneas se centren en la innovación, por ejemplo en unos aviones más eficientes y en la introducción de biocombustibles, y paguen este aumento sin cambiar nada.

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