Barbón rechaza deflactar el IRPF, “una medida tremendamente injusta que beneficia a las rentas altas”

Barbón rechaza deflactar el IRPF, “una medida tremendamente injusta que beneficia a las rentas altas”

El presidente del Principado, Adrián Barbón, defiende que la carrera de rebajas fiscales iniciada por varios gobiernos autonómicos tenga consecuencias en el reparto de recursos del sistema de financiación. “Si usted decide libremente bajar impuestos a los ricos, es responsabilidad suya dejar de ingresar esa cantidad”, ha afirmado.

El jefe del gobierno ha reiterado hoy, tanto a través de su cuenta de Twitter como en una entrevista concedida a Onda Cero, que el Principado no modificará su política fiscal. Este planteamiento ya había sido adelantado el lunes por la consejera de Hacienda, Ana Cárcaba, durante la primera ronda de reuniones para negociar el presupuesto de 2023. Ni se aceptarán nuevos tributos –por ejemplo, la ecotasa turística propuesta por IU- ni se suprimirá el impuesto de Patrimonio, “que es el impuesto de los ricos”, según ha subrayado Barbón.

Tampoco se deflactará el IRPF, como solicita el Partido Popular. El presidente ha argumentado que esta decisión sería “tremendamente injusta” porque también beneficiaría a las rentas altas, incluidos los diputados y diputadas de la Junta General.  También ha negado que la inflación esté elevando la recaudación de las arcas regionales: el impuesto sobre el que más repercute es el IVA, de gestión estatal. Además, el posible incremento posterior en los fondos de la financiación autonómica nunca se aplicaría en 2023, sino en los ejercicios siguientes.

Varios gobiernos autonómicos, la mayoría en manos del Partido Popular, han anunciado la supresión o bonificación del impuesto de Patrimonio. En Asturias lo pagan 3.500 personas con patrimonios superiores al millón. En total, aportan 24 millones, una cantidad necesaria –según ha explicado el presidente- para aplicar nuevas ayudas a la natalidad, al cuidado de menores de tres años o extender el apoyo contra la pobreza energética a 30.000 familias. Para el jefe del Ejecutivo, aquellas comunidades que renuncien voluntariamente a ejercer su capacidad fiscal también deben recibir, en consecuencia, menos recursos del sistema de financiación.

En lugar de subidas o bajadas generalizadas de tributos, Barbón apeló a “la justicia fiscal”: aplicar deducciones dirigidas específicamente a las personas más vulnerables y concedidas con límites de renta, tal y como ha propuesto el Gobierno del Principado.

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