Madrid, 22 de septiembre de 2022. Utilizamos la frase “dormir como un bebé”, para hablar de un sueño profundo y reparador y, sin embargo, uno de los problemas más frecuentes en los primeros meses de crianza es precisamente la falta de sueño de los niños… y de los padres. Según datos de la Sociedad Española del Sueño (SES), los padres y madres españoles, en el primer año de vida de su bebé, se ven privados de entre 400 y 700 horas de sueño.
Entre las causas que explican esta situación se encuentra, por ejemplo, el hecho de que aproximadamente uno de cada cuatro bebés no logra dormir toda la noche del tirón, sin interrupciones. Y si el bebé no duerme bien, papá y mamá tampoco lo hacen. Las consecuencias: fatiga, agotamiento, estrés, ansiedad, irritabilidad, tristeza… unos síntomas que, a veces, resultan incompatibles con que los padres sigan manteniendo una vida funcional.
En los bebés, un mal descanso también puede provocar “irritabilidad en su carácter, llanto frecuente e inconsolable, y a largo plazo, dificultades en el aprendizaje e incluso trastornos de la personalidad”, explica Gema Magdaleno, matrona y asesora de Chicco. “A nivel físico, si es un trastorno del sueño mantenido, puede ocasionar trastornos del crecimiento e incluso retrasos en su desarrollo motor”, continúa.
Ante esta situación, resulta imprescindible volver a recuperar el descanso de ambas partes, mejorando la calidad del sueño del bebé.
¿Y cómo puedo hacerlo?
En realidad, “si hay algo fundamental que facilita que el bebé duerma tranquilo (y, por tanto, que toda la familia pueda también descansar), es que esté cerca de sus padres”, explica Gema Magdaleno. Por esta razón, las asociaciones científicas y profesionales, basándose en la evidencia científica, “recomiendan el colecho, especialmente en los primeros meses de vida del niño. Se ha demostrado que si el niño está cerca de su madre, su sueño es más profundo, más tranquilo, favorece la lactancia materna, y por tanto estará mejor alimentado, además de mejorar el vínculo familiar”, prosigue la experta.
Los primeros meses de vida del pequeño, establecer unas rutinas y horarios de sueño resulta imposible. Partiendo de esta base, Gema Magdaleno destaca otros tips, más allá del colecho, que nos ayudarán a crear el ambiente perfecto para el descanso del bebé:
- Evitar que el niño duerma boca abajo (la postura correcta es boca arriba),
- Evitar el exceso de ruido o luz mientras el bebé duerme,
- Ventilar todos los días la habitación, y evitar que haya exceso de polvo o suciedad,
- No utilizar almohadas ni cojines para el niño,
- No abrigar demasiado al bebé para dormir,
- Los peluches, juguetes, y en general cualquier objeto, deben quedar fuera de la cuna o la cama.