La noticia saltaba a principios del pasado agosto: Elon Musk, el hombre más rico del planeta, se deshacía de un paquete de acciones de 6.900 millones de dólares de su empresa estrella, Tesla. El mundo de las finanzas está muy atento a todos los movimientos del magnate, que además suele compartir sus tribulaciones por las redes sociales de forma habitual. Teniendo en cuenta la coyuntura económica actual, fueron muchas las conjeturas que se hicieron al respecto de esta decisión, máxime cuando recientemente había anunciado una sustancial reducción de la platilla de la compañía de los coches eléctricos.
Las razones de Musk
Sin embargo, Musk se pronunció al respecto de esta venta y ha atribuido este movimiento al hecho de poder capitalizarse en caso de que, él define como escenario “esperemos que improbable”, pierda su litigio con Twitter. Recordemos que el oriundo de Pretoria mostró su interés este año de hacerse con la red social del pájaro, previo pago de unos 44.000 millones de dólares; sin embargo, pocos meses después empezó a manifestar algunas dudas al respecto, alegando sospechas de que dicha red tenía más de un 5% de usuarios compuestos por “bots” y/o usuarios falsos, y conminó a la compañía californiana a demostrar fehacientemente lo contrario. En caso de no ser así, no procedería a la compra.
El pleito se hizo patente cuando el fundador de SpaceX no aceptó las explicaciones de Twitter y la red social decidió demandarle para que cumpla con la oferta que hizo y que ellos consideran firme. En previsión de que la disputa no sea favorable a Musk, éste ha decido conseguir algo de músculo financiero para hacer frente a una potencial derrota. Con esta justificación, lo cierto que su compañía está recuperando su cotización tras el susto inicial. Tesla es una de las tendencias populares en webs como la plataforma de trading social NAGA, situada entre los mejores brokers de España, que refleja, en la actualidad, un patrón en verde. Esto guarda cierta lógica teniendo en cuenta que el balance de cuentas presentado el pasado 20 de julio mostraba unos resultados positivos y alentadores.
Halagos y un duro pleito por delante
Respecto de Twitter, esperan el juicio, que está señalado para este octubre en Delaware. Mientras, los rumores de que Musk podría ser derrotado y obligado a hacer frente a su compra han propiciado un rebote de las acciones de la red social. En este septiembre, la compañía con sede en San Francisco está mostrando una subida (tras un final de agosto algo complejo), tal y como muestra su cotización reciente en NAGA, y podría estar recuperando la confianza de los inversores. Sin embargo, tiene en la actualidad otras preocupaciones, pues el pasado mes se descubrió un hackeo masivo las contraseñas de muchos de sus usuarios, concretamente de más de 5,4 millones de cuentas, un verdadero quebradero de cabeza para la empresa, que ya ha dado instrucciones precisas a sus clientes para asegurar su privacidad, como el cambio de contraseña o desvincular la cuenta de otros datos personales, como el correo o el teléfono, por ejemplo.
Respecto de Tesla, incluso una voz autorizada del mundo del automóvil, como Bob Lutz, ha manifestado recientemente que la gestión de Musk le había parecido, anteriormente, algo imprudente; sin embargo, en la actualidad lo ve de otra manera: “Ahora lo está haciendo bien” y añade, “Lo reseñable de Musk y Tesla es que ha hecho algo que hace 20 o 30 años, tal vez incluso hace 15 años, nadie ni los medios o ni la industria pensó que sería posible”. Su labor a la hora de crear una marca, una imagen, con un espíritu innovador al tiempo de que prestigioso, lo ha aupado al Olimpo, no sólo de su sector, sino también del mundo empresarial actual.
Su cruzada, interesada o no, por la libertad de expresión en las redes sociales que se manifestó con sus críticas a Twitter y su deseo de hacerse con la red social para acabar con la censura, forma parte de este comportamiento disruptor que le atribuyen tanto seguidores como le reconocen algunos críticos. Ahora estamos a las puertas de uno de los pleitos que crean mayor expectación de los últimos años. En estos momentos, el resultado es difícil de predecir, especialmente tras la aparición en escena del exjefe de ciberseguridad de la compañía, Peiter Zatko, cuyas declaraciones irían a favor de los intereses de Musk. Con los accionistas votando a favor de que el de Pretoria adquiera, finalmente, las acciones, el conflicto sigue adelante.