La Directora del Departamento de Salud Pública y Medio Ambiente en la OMS ha sido la encargada de abrir los festejos junto al Alcalde, Alfredo Canteli; la concejala de Festejos, Covadonga Díaz; la Reina y Damas de este año y Mateín. El presidente de Unión Financiera Balonmano Base Oviedo, Pepe Rionda, ha sido el encargado de lanzar el chupinazo
Desde el salón de plenos, María Neira, Directora del Departamento de Salud Pública y Medio Ambiente en la OMS ha sido la encargada de abrir las fiestas de San Mateo 2022, ceremonia en la que ha estado presente la Corporación municipal, encabezada por el Alcalde, Alfredo Canteli; la Reina de las fiestas, Nadaya Villarino y las Damas, Mar Benito y Blanca Zarceño; Mateín o la cronista oficial de Oviedo, Carmen Ruiz-Tilve, entre otros.
Neira ha comenzado su intervención elogiando San Mateo, “unas fiestas que unen en cualquiera lugar del mundo. Fiestas como estas nos atan con ternura a las raíces de un pueblo, de una ciudad, nos dan razones para reunirnos, para celebrar algo en común, para ensalzar lo bueno y aparcar lo malo.
Para asentar el carácter de un pueblo, su sentido de colectividad y su historia.
Gracias por invitarme, señor alcalde, a ser quien pregone las bondades de esta celebración y de esta ciudad.
Llevo muchos años recorriendo el mundo, pero sigo sintiéndome muy asturiana, y hoy mi familia, mis queridos padres, y muchos de mis amigos viven aquí.
He crecido y trenzado muchos lazos en este Oviedo tan querido, así que es un gran honor y orgullo para mí, el que me hayáis dado esta responsabilidad de intentar decir algo que toque emociones buenas y genere energía positiva.
Mi primer San Mateo fue memorable.
Y eso que yo no lo recuerdo, pero a mis padres no se les olvida.
Parece que, para venir a la capital, a las fiestas de San Mateo, estrené con apenas unos meses, una preciosa chaquetina de angora y un gorrín del mismo material.
Si hacemos caso de las palabras, poco objetivas de mi madre, era una de las nenas más guapinas de San Mateo.
La belleza duró poco y casi acaba mal.
A nada que se distrajeron mirando las carrozas, me había puesto roja como un tomate, con cara y cuerpo hinchados gracias a una deliciosa reacción alérgica causada por la angora.
Tranquilos, que, para este San Mateo, no llevo ni gorro ni chaquetina y espero no ponerme roja…...
Para mí, Oviedo son idas y venidas, desde los 7 años, al Conservatorio, al antiguo, el que casi se caía.
Y esas visitas eran acompañadas de grandes dosis de tila que nos daban las madres en la cafetería cercana antes de los exámenes para que no nos temblaran los dedos al tocar el piano.
Si bien las tilas calmaban los nervios, nadie calculaba que el efecto diurético que provocaban podía dar otro tipo de complicaciones durante el examen.
Son recuerdos del memorable “Carbonero”, que nos traía de La Felguera dando tantas curvas por aquella carretera de Veguín que llegábamos mareados y pálidos.
A los mejor los de Oviedo pensaban que ese era nuestro color natural…
Hoy ya tenemos ese ALSA maravilloso y moderno que nos lleva desde Oviedo a China y más allá.
¡¡¡¡Cuando lo veo en algún lugar del mundo, me alegro tanto que hago un poco el ridículo haciéndome fotos con los conductores y contando a todos que esos autocares son de Oviedo y ensenándolo en el mapa!!!!
Y me acuerdo de aquellas excursiones con la SOF, la Sociedad Ovetense de Festejos, con mi abuela, pertrechadas las dos con grandes gafas de sol y una cámara de fotos mastodóntica.
Y luego, ya con 17 años, venir para Oviedo, a mi primer colegio mayor y a entrar en mi muy querida Facultad de Medicina.
Esa flamante facultad tan moderna, acristalada y de cemento, que contrastaba con ese hospital en el que hacíamos las prácticas y que ya empezaba a quedarse viejo, nada que ver con el increíble HUCA de hoy.
La zona de los vinos, de la que yo hablo de oídas, pues casi nunca la frecuente, ¡¡¡¡la primera pizzería de Oviedín!!!! ¿Os acordáis? ¡Tanto fuimos que debe ser por eso que acabe casándome con un italiano!
A pesar de la pizzería, del bar de la facultad y de la calle de los vinos, aquí mi hice médico, mi gran sueño desde siempre y que hoy sigue siendo mi gran motivación, profesión que tantas satisfacciones me ha dado.
Un gran abrazo a todos mis profesores, a los profesionales sanitarios, a todos, que tanto y tan bien han ejercido esta noble profesión en tiempos muy difíciles, y siguen ejerciéndola, a mis colegas de promoción, muchos de ellos queridos amigos.
Aquí hay, y de aquí salieron grandes científicos, no tenemos que olvidarlo. No puedo nombrar a ninguno porque son muchos, hoy son grandes cazadores de virus, inmunólogos, investigadores, internistas, grandes especialistas oncológicos, ejerciendo aquí o en reconocidos hospitales y universidades en todo el mundo……López Otín, Juan Fueyo…
Tenemos una buena cantera, no lo olvidéis, hay que apoyarlos y valorarlos.
Después, de esas raíces que plantamos aquí, ya vinieron las raminas, y empezó la fase de llevar a los niños, a Fonsi, a Alex, a Borja, al cine, a la cabalgata, a tomar chocolate al Rialto y tortitas al Corte Ingles ….
Y de innumerables y gloriosas cenas de amigos en casi todos los bares, sidrerías, restaurantes de Oviedo……y cierto es que no nos faltan…
La Ópera, un recuerdo afectuosísimo a mi profesor y amigo Jaime Martínez que nos ha dejado, o el venir a los Premios….
Aquí, en Oviedo, saqué con mucha emoción, mi primer pasaporte que tantas aduanas conoció, al que tantos sellos le pusieron en tantos lugares del mundo, que fue tan manoseado, y que tuve que renovar tantas veces. MI pasaporte hecho en Oviedo, quedo retenido en una frontera en el entonces Zaire, se manchó de sangre en Ruando y me abrió muchas puertas a países desconocidos y de los que tanto he aprendido.
NO hay nada como un pasaporte para abrirte los ojos, darte perspectiva, aprender, contrastar, darte alas….
En Oviedo empezó todo. Y cada vez que llego a un país diferente, a alguna ciudad en lugares remotos del mundo, todo lo que veo y me gusta, ¿pienso…como quedaría esto en Oviedo? Que idea más interesante que se podría a lo mejor replicar….
Amigos, Oviedo es joven…Su origen se remonta solo a la Alta Edad Media, allá por el siglo VIII, cuando se llamaba Ovetum.
Puede que el nombre provenga del latín medieval Urbs Vetus, que significa «ciudad vieja» o……… de la unión de Ovis con el sufijo -etum, que significa «lugar abundante en ovejas».
No…. parece fundamentado, ni muy de Oviedín….
O bien, de Alvietum que significa «lugar abundante en arroyos». Aún no se tiene claro el origen etimológico de «Oviedo» y ninguna teoría es plenamente aceptada.
Y menos la de las ovejas…
Pero, sabíais que hay otras ciudades con el mismo nombre, todas ellas en el continente americano:
Yo lo supe con un susto. Si bien estoy muy acostumbrado a sacar billetes de avión para Oviedo a precios astronómicos, no me esperaba que Iberia se atreviera a tanto y me los propusiera a 3000 euros …..y es que casi me llevan a Oviedo en la Baja California, pero también hay Oviedo en Veracruz (México), en Paraguay, en la República Dominicana y en Florida
Oviedo es una maravillosa historia de Pelayos y Fruelas, Alfonsos, Errmesindas, Favilas y Ramiros.
Alfonso, el primer rey, se casa con Ermesinda, hija de Pelayo, y nace Alfonso II, dicho El Casto, allá el…… no queremos averiguar por qué.
Y fue el, el que trasladó la capital del Reino de Asturias, de Cangas de Onís a Oviedo. ¡Nada contra Cangas, pero…… aquí estamos!
Y como era muy casto, cuando hacia 830, se descubrió en Compostela una tumba que se supuso del apóstol Santiago se convirtió en el primer peregrino;
Gracias a su contacto con la corte de Carlomagno, comenzó a fluir un río de peregrinos que entraban por los Pirineos, iban hasta Oviedo y desde aquí hacia Santiago, con lo cual el camino norte es la ruta más antigua de los peregrinos. Como veis, era un gran emprendedor promoviendo turismo histórico y creando contactos interesantes.
De Oviedo se dice que es “muy noble, muy leal, benemérita, invicta, heroica y buena”. Y si bien tenemos que mantener todo eso, la ciudad tiene que ser también innovadora, sostenible, y saludable, que lidere las trasformaciones que necesitamos en estos tiempos convulsos y difíciles.
El futuro pasa por encontrar una economía que no destruya el medio ambiente y nuestra salud con él.
Una economía verde, y nosotros el verde lo inventamos, lo tenemos en nuestro ADN. Saquemos esa ambición buena y hagamos de esta ciudad una de referencia en tecnología, en ciencia, en salud, en sostenibilidad, en turismo histórico y ecológico, en gastronomía. Hay que pensar todos los días, ¿si fuéramos Alfonso el Casto, cual sería hoy el equivalente de nuestro camino de Santiago para promocionar Oviedo?
Cuando todos hablan de la biodiversidad, nosotros la tenemos delante.
¿Desde el punto de vista de la salud pública, como es una ciudad como Oviedo?
Pues tiene un tamaño ideal, humano, facilita la tan necesaria interacción social, tan importante para la salud mental, es una ciudad para las personas, se puede caminar, aunque aún hay que quitar muchos coches y empujar más la movilidad sostenible, hay un entorno magnifico fuera de la ciudad, no hay excusas para ser sedentario.
¿Y la gastronomía? ……es verdad que aquí tenemos Cachopos y fabadas que sacarían los colores a un congreso de nutricionistas y le quitaría el sueño a cualquiera de mis colegas de la OMS.
Pero……Yo les pedí a las guisanderas que hicieran fabada light, me prometieron intentarlo.
Y arroz con leche, callos, casadielles, light …a los grandes cocineros, cocineras, que tenemos aquí algo se les ocurrirá algo para que esta fantástica oferta gastronómica también sea un gran atractivo de alimentación variada, saludable y sostenible.
Y que decimos del clima……pues de eso no decimos nada. Y ya está.
Solo la clásica frase que se le dice al que llega de visita y que ha traumatizado a mi marido haciéndolo sentir culpable de que lloviera en Oviedo.
¿Cuándo llegaste? Ayer….
¡Pues que rabia porque hasta ayer hizo un tiempo buenísimo!
Quiero hacer un brindis, bajo en alcohol, por los sanitarios, por la ciencia, por la innovación, por la investigación…por aquellas costumbre y tradiciones que saben reinventarse, no anquilosarse.
Y, para terminar, ciudadanos de Oviedo, visitantes y celebrantes de San Mateo, mensaje promocional:
Beber con mucha mesura y divertiros sin ella.
Comer lo que esta buena gastronomía os ofrezca intentando que vuestras arterias no participen diariamente en un festival del colesterol.
Astures, que el orbayu nos cale de buenas cosas.
Que el carbayón nos de buena sombra