- Asturias en la segunda comunidad autónoma de nuestro país con más trabajadores que se declaran felices (67,7%), solo por detrás de Navarra (69,1%)
- Aunque menos de la mitad de los asturianos reconoce sufrir síndrome posvacacional, la mayoría sí afirma haber tenido estrés laboral en alguna ocasión, a pesar de lo que solo un 24,4% dejaría de trabajar si se lo pudiera permitir
- El ambiente laboral es el aspecto que más influye en el bienestar de los empleados asturianos, seguido del salario y la relación con los compañeros
Oviedo, 31 de agosto de 2022.- Mañana llega septiembre y, con él, el fin de las deseadas vacaciones para la mayoría de los asturianos. Pero ¿cómo afrontan la vuelta a sus obligaciones laborales? ¿Son felices en ese trabajo al que se reincorporan? ¿Qué factores influyen en que lo sean? El Área de Felicidad de Mahou San Miguel, compañía de bebidas 100% española y líder del sector cervecero en España, ha querido profundizar en todas estas cuestiones a través de un estudio realizado por Sigma Dos a nivel nacional. Esta investigación ha puesto de manifiesto que Asturias es la segunda comunidad autónoma con más profesionales que se declaran felices en su trabajo (67,7%), situándose más de cinco puntos por encima de la media nacional (61,4%). La supera Navarra (69,1%) y la siguen La Rioja (67,6%) y Extremadura (67,2%), mientras que Castilla y León y País Vasco, con un 59,4% y un 51,3%, respectivamente, se sitúan en los últimos puestos.
Los datos del estudio “La felicidad de los españoles en el trabajo” revelan que los autónomos asturianos, además de ser más felices que los empleados por cuenta ajena en esta comunidad autónoma (un 78,3% frente a un 66,5%), son los más satisfechos con su trabajo de toda España.
Los factores a los que los asturianos dan más importancia para ser felices son el ambiente laboral, el salario y la relación con los compañeros. A pesar de que el sueldo es un factor clave y de que un 22,7% de trabajadores asturianos por cuenta ajena manifiesta no estar del todo conforme con el suyo, una clara mayoría de estos se declara feliz.
Los asturianos, los que mejor se llevan con su jefe de toda España
Ocho de cada diez encuestados en Asturias dicen llevarse bien con su jefe, la cifra más alta de nuestro país, a lo que se suma que un 88,5% tiene buena relación con sus compañeros, viéndolos frecuentemente fuera del entorno laboral. Esto denota la importancia para ellos de las relaciones humanas en el nivel de satisfacción en el trabajo.
De las conclusiones del estudio se extrae que a un 74,3% de los asturianos les gusta su trabajo, que un 67,1% lo considera motivador y estimulante y que un 52,7% no estaría dispuesto a cambiar de funciones o de empresa. En esta línea, los profesionales asturianos se sitúan entre los españoles menos emprendedores, ya que solo 33,9% ha pensado alguna vez en tener su propio negocio. El miedo es el principal freno para emprender entre los asturianos.
Los que menos sufren el síndrome postvacacional y los menos estresados
Según este estudio, menos de la mitad de los trabajadores asturianos (46,6%) afirma sufrir síndrome posvacacional, una cifra ligeramente inferior al total nacional. Madrid y Cataluña son las comunidades autónomas donde más se produce, mientras que en La Rioja y Aragón donde menos, seguidas de Asturias.
Es habitual, sin embargo, el estrés laboral, que dicen haber experimentado un 74,1% de los asturianos en alguna ocasión (un 31,6%, muchas o bastantes veces). No obstante, Asturias es la comunidad autónoma que menos lo sufre, seguida de País Vasco y Galicia, mientras que Madrid y Cataluña se sitúan en los primeros puestos.
Para mejorar su situación laboral y su bienestar, los asturianos consideran clave aumentar los salarios (65,3%) y que se reconozca y valore más la labor que realizan (37,5%). Contar con medidas de desconexión digital en las empresas es también muy relevante para ellos y solo un 13,7% de los asturianos dice disfrutarlas. La mayoría recibe correos, llamadas o incluso tienen reuniones fuera del horario laboral.
A pesar de todo, solo uno de cada cuatro asturianos dejaría de trabajar si se lo pudiera permitir.