Por Grupo Navega
Hola de nuevo:
Ya estamos a menos de 2.000 millas de terminar la primera etapa. Ayer nos quedó más que claro el hecho de que cada etapa de esta regata sólo acaba cuando se cruza la línea de meta.
Sobre las 14:30 el “Puma” rompía su mástil cuando navegábamos los dos a menos de 50 millas. En el parte de posiciones anterior a la rotura ellos sumaban una media de 23,1 nudos en tres horas y nosotros 23,6. Creo que la media más alta desde el comienzo de la regata.
Estábamos los dos apretando mucho, conscientes de lo importantes que pueden ser esas millas para llegar lo antes posible a la baja presión que va a llegar mañana, conscientes de la ventaja que esas millas extras podrían dar en unos días.
Para el que quisiese ganar la etapa, era el momento de apretar. Y los dos nos tiramos para abajo pensando en la victoria de etapa.
Lo sentimos mucho por los chicos de “Puma”, en el “Telefónica” se nos quedó a todos el cuerpo helado al conocer la noticia, sobre todo por lo que acarrea tener una rotura en estas latitudes.
Ahora “Puma” tiene un gran reto logístico. En menos de 20 días empieza la próxima etapa y no sé cómo van a hacer para llegar lo antes posible a Ciudad del Cabo, pero en todos los casos no creo que tengan comida para muchos días así que lo más probable es que tengan que retirarse de la etapa y obtener ayuda exterior, que tardaría en llegar.
Es tan difícil saber dónde esta el límite de los materiales que es muy fácil cruzar la línea y romper cualquier cosa, pero tampoco te puedes pasar de “segurolas”, el exceso de prudencia mata la confianza y eso sí que sería un desastre…
En la nota que recibíamos de la organización decía que “Puma” había roto su mástil y que toda la tripulación estaba bien.
En ese momento el barco más cercano éramos nosotros así que respondimos que nos confirmasen que todo estaba controlado y que no necesitarían nuestra ayuda, para así poder seguir con nuestra ruta hacia Ciudad del Cabo.
La organización respondió de inmediato que la situación estaba bajo control y que podíamos seguir nuestra ruta.
No fue una sensación nada agradable dejar a nuestros rivales durante toda la etapa, a 2.000 millas de la costa más cercana y sin mástil, pero confiamos plenamente en que la organización tiene todo bajo control. Por ahora no se han retirado de la prueba así que tal vez hayan podido montar un aparejo de fortuna y seguir navegando para acabar la etapa.
Ahora tenemos que pensar que nuestro rival pasa a ser el “Camper”, que está a unas 150 millas a nuestra popa, se quedaron atrás en el Atlántico Norte y vienen apretando fuerte.
Como ya vimos ayer, en 2.000 millas puede pasar cualquier cosa así que, aunque este cambio de chip no sea fácil, tenemos que seguir prudentes pero concentrados al máximo para no cometer ningún error.
Ya ha llegado el frío al “Telefónica”, la gente está poniendo las segundas capas a los sacos de dormir. Yo ya me he puesto el peto polar y ya no queda ningún valiente con zapatillas, desde ayer todos con las botas.
Estos días que tuvimos de calmas nos dieron también para hacer recuento de provisiones y vamos bien tanto de comida como de gasoil si no nos retrasamos más de 48 horas de nuestra ruta ideal, lo cual es factible siempre y cuando no tengamos roturas que nos hagan ir más lentos.
Ahora nuestra cabeza está ya en la borrasca que llegará a lo largo de esta noche, la primera que nos va a atrapar en el Atlántico Sur.
Intentaremos ir lo más rápido posible en la parte delantera del frente que es donde menos mar hay y donde menos sufre el barco.
Un abrazo a todos desde el “Telefónica”
36.20ºS 22.02ºW
Iker.
*** En el momento de escribir esta información a bordo del “Telefónica” la tripulación todavía no había recibido la noticia de que el “Puma” se retiraba oficialmente de la etapa ***