Este verano son tendencia actividades en la naturaleza que prometen “beneficios para el cuerpo y espíritu” sin ninguna evidencia científica
Tras estos retiros vacacionales hay pseudoterapias dañinas como la bioneuroemoción, las constelaciones familiares o la terapia Gestalt
El aislamiento y la supresión de grupos de alimentos son utilizados por estos grupos para captar a sus alumnos y eliminar el sentido crítico
Madrid, 5 de agosto de 2022
Insolvencia económica, dependencia emocional y complicaciones de salud son algunas de las consecuencias de las pseudoterapias en las que se basan muchos retiros vacacionales que son tendencia este verano y que se anuncian en redes sociales. Para advertir sobre los “retiros más peligrosos para la salud”, el Instituto #SaludsinBulos, en colaboración con el psicólogo Carlos Sanz Andrea y el investigador de sectas Luis Santamaría del Río, han elaborado un informe que está ya disponible online.Tras estas actividades en la naturaleza, que prometen “numerosos beneficios para el cuerpo y el espíritu”, se esconden pseudoterapias tan dañinas como la bioneuroemoción, las constelaciones familiares o la terapia Gestalt. Además, es común en dichos grupos recomendar la toma de la “solución mineral milagrosa” para tratar todo tipo de enfermedades y los ayunos con aguas, zumos o caldos, sin ninguna supervisión médica.“Tenemos tendencia a la conformidad y a creer que lo natural es siempre lo más saludable y de ello se están aprovechando estos grupos de retiros vacacionales. En ellos se practica la devoción a un gurú o naturista, quien genera sospechas hacia la Medicina e impulsa actividades basadas en pseudoterapias muy conocidas”, explica el psicólogo Carlos Sanz Andrea. El informe de #SaludsinBulos enumera cuáles son estas pseudoterapias y su grado de peligrosidad, así como los sesgos que influyen en su aceptación y en la captación de seguidores. Entre las claves que pueden ayudar a identificar que un retiro vacacional es peligroso se encuentran la eliminación de grupos de alimentos (buscan la debilidad física de los sujetos), dejar pocas horas de sueño, largas sesiones de desgaste físico y meditaciones, el aislamiento y la promesa de una gran variedad de beneficios para cuerpo y alma. El aislamiento se materializa desde el primer día retirando los móviles y cortando toda comunicación con el exterior para convertirse en la única fuente de información mientras que la dieta de alimentación limitada que suministran se caracteriza por ser baja en carbohidratos.“Pueden parecer actividades inofensivas al aire libre pero no debemos subestimar los peligros que entrañan. Sus atractivos anuncios en redes sociales, prometiendo enriquecedoras experiencias en bellos parajes de España, tienen como objetivo final captar adeptos a largo plazo y se aprovechan de personas vulnerables. Su lucro económico va a la par de la destrucción de la persona”, alerta Ricardo A. Mariscal, responsable de relaciones institucionales de #SaludsinBulos e investigador de grupos negacionistas en Internet.
Pseudoterapias y sectas
Para Luis Santamaría del Río, miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), las conexiones entre muchos de los “retiros espirituales” basados en pseudoterapias y las sectas son muy claras: “Muchas sectas hacen su agosto, nunca mejor dicho, precisamente ahora. Cuando tanta gente necesita una desconexión radical con su vida ordinaria, con el estrés del trabajo y de sus obligaciones, hay grupos sectarios al acecho en un momento especialmente vulnerable”. “Con el pretexto de la relajación, meditación, reducción del estrés, búsqueda de la propia esencia… se proponen actividades que invitan a la ‘sanación integral’, ‘aumentar la vibración’, ‘descubrir el niño interior’ o ‘recargarse energéticamente’, y que en el contexto adecuado y durante el tiempo necesario, generan una gran presión emocional que acaba en la captación de muchas personas”, continúa Santamaría.Así, la bioneuroemoción es una de las pseudoterapias más comunes en dichos grupos. El informe de #SaludsinBulos explica que se basa, sin ninguna evidencia científica, en que las enfermedades graves se originarían a partir de un “shock” emocional y que la reacción de enfermedad seria la “respuesta del cuerpo para sanarse”.Creer en esta pseudoterapia significa embarcarse en costosos cursos, ideas de pensamiento mágico, culpabilización, vinculaciones ilusorias, intrusismo profesional, perdida de contacto social y familiar y, finalmente, en los casos más graves, colaborar a fallecimientos evitables.Otra de las pseudoterapias más presentes es la terapia Gestalt, que funciona como una secta destructiva y afirma abordar trastornos psicológicos. Su fin real es alterar la personalidad del paciente y dejarle a merced del psicoterapeuta, sin ninguna base científica.