RAG/DICYT La rabia es una enfermedad transmitida al ser humano por los animales (zoonosis) que está causada por un virus que infecta a animales domésticos y salvajes, y se propaga a las personas a través del contacto con la saliva infectada a través de mordeduras o arañazos. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), existe en 150 países y cada año provoca más de 55.000 muertes entre su población. Esta patología es una excepción hoy, ya que aún no se posee ningún tratamiento efectivo contra su mortalidad, a diferencia de la inmensa mayoría de las enfermedades transmitidas por animales. Sobre éstas hablará esta tarde Rufino Álamo, anatomopatólogo y jefe de Servicio de Patología del Complejo Asistencial de Soria, en una conferencia que pronunciará dentro del ciclo Soria Saludable.
Las enfermedades de este tipo más comunes entre la población son la salmonelosis y la campilobacteriosis, las cuales causas síntomas como fiebre alta, vómitos o diarrea. Éstas pueden llegar al organismo a través del consumo de productos alimenticios insuficientemente tratados por el calor, es decir, mal cocinados, o por una contaminación cruzada. “Este concepto se refiere a que un producto apto y ya elaborado para el consumo se contamina antes de la ingesta, bien porque lo tratamos con un cuchillo que acaba de cortar una carne fresca o porque la carne cocinada se sitúa en un recipiente contaminado", ha precisado a DiCYT Rufino Álamo, previamente a su participación en el acto, organizado por la Fundación Científica Caja Rural de Soria.
Estas enfermedades transmitidas al ser humano por animales pueden estar causadas por todo tipo de agentes microbianos, desde un virus, como en el caso de la rabia (Rhabdoviridae); una bacteria en el caso de la salmonelosis (del género salmonella); un prión, como en la encefalopatía espongiforme transmisible o "enfermedad de las vacas locas"; o un parásito, como en el caso del Anisakis.
Respecto a este último, se transmite al humano a través de la ingesta de pescado que no ha sido elaborado de la forma tradicional ("asado, cocido o frito"), como pueden ser las anchoas que no se cocinan, y suele producir dolor abdominal agudo, náuseas, vómitos y diarrea. Como norma general, la congelación a una temperatura de 70 grados bajo cero mata a estos organismos. En un congelador normal, se estima que el centro de un producto cárnico alcanza la temperatura de -20 grados en un plazo de entre 24 horas y 7 días.
Baja mortalidad
Salvo la excepción de la rabia y algún caso particular, este tipo de enfermedades cuentan hoy con tratamientos efectivos, aunque es conveniente extremar las precauciones respecto a algunas prácticas. Con la llegada del invierno, en gran parte de los municipios españoles suele ser tradicional la matanza del cerdo. Tanto para esta actividad como para la caza de otros animales es necesario prestar atención a las condiciones sanitarias para evitar contraer alguna enfermedad.
Una de las patologías que tradicionalmente ha ido asociada al consumo de carne de cerdo o de jabalí es la triquinelosis, la cual se adquiere tras consumir las larvas de un nemátodo del género Trichinella y que, a pesar de que hoy cuenta con tratamientos efectivos, en el siglo XIX se estima que causaba la muerte al 50 por ciento de los afectados.
Beneficios de los animales
Junto a la exposición de éstas y otras dolencias comunes en el hombre que son transmitidas por animales, en su conferencia Álamo detallará alguno de los beneficios que estas especies traen para el humano, en lo relativo, por ejemplo, a su actividad económica, a la alimentación o a la vestimenta.
Hablará, asimismo, de situaciones en las que se está observando que el tratamiento con animales es efectivo, como en el tratamiento del autismo o de la hipertensión arterial. "En distintas experiencias se ha demostrado que la tensión arterial baja al contacto de la persona con un animal con pelo", ha añadido
FOTO:Imagen al microscopio electrónico de 'Salmonella typhimurium' infectando células humanas