La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) evaluará la candidatura de la cultura sidrera asturiana a patrimonio mundial en el período 2023-2024, ante el elevado número de propuestas que ha recibido para el ciclo actual (2022-2023) de países con menor presencia que España en la Lista Representativa de Patrimonio Mundial Inmaterial. El secretario de la Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial comunicó ayer esta decisión a la embajada de España ante la Unesco.
La normativa interna del organismo internacional establece que cada año se evalúen únicamente 55 candidaturas de las presentadas por los distintos países de la Convención de Patrimonio Mundial Inmaterial. Además, concede prioridad a las naciones con escasa o nula presencia en la Lista Representativa, en la que España cuenta ya con 20 elementos distinguidos.
De este modo, la candidatura española de la cultura sidrera se analizará en el próximo período, ya que cada Estado tiene derecho a que uno de sus expedientes se analice cada dos ciclos. Por tanto, la decisión final sobre la inscripción de la cultura sidrera en la lista se adoptará en noviembre de 2024, tras el correspondiente proceso de evaluación.
El Consejo del Patrimonio Histórico Español acordó en noviembre de 2021, a propuesta del Gobierno de Asturias, que la cultura sidrera fuese en 2022 la candidatura de España a patrimonio mundial inmaterial. De este modo, se logró un paso decisivo para optar al reconocimiento internacional, tras más de ocho años de preparativos que comenzaron con la declaración de la cultura sidrera como bien de interés cultural (BIC), materializada en el decreto 64/2014, de 11 de julio.
El pasado marzo, el director general de Cultura y Patrimonio, Pablo León, presentó en el Ministerio de Cultura y Deportes el expediente definitivo de la propuesta española para lograr la distinción internacional. El documento ha sido elaborado por un grupo de trabajo constituido por el Principado y formado por representantes de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Sidra de Asturias, antropólogos, historiadores y estudiosos.
La posibilidad de que la candidatura no pudiera ser evaluada en este ciclo era esperada, debido al procedimiento de aceptación de expedientes por países de la Unesco. “Era esperable que fuese evaluada en el siguiente ciclo, teniendo en cuenta que España ya cuenta con otras declaraciones, por ello vamos a seguir trabajando y apoyando a un sector y una tradición que son pilares en la configuración de la identidad asturiana”, ha señalado León.