- El documento, elaborado en colaboración con los agentes sociales, ahonda en los cambios que ha provocado la pandemia en los entornos de trabajo y que causan lesiones profesionales
- El texto, que presta especial atención a la perspectiva de género y los riesgos psicosociales, plantea 7 objetivos prioritarios que se concretan en 39 líneas de actuación hasta 2027
El Gobierno de Asturias ha aprobado hoy el Plan de Salud, Seguridad y Medioambiente Laboral 2022-2027, que persigue rebajar la siniestralidad y mejorar las condiciones de las personas trabajadoras en la comunidad. El texto se remitirá ahora a la Junta General para su tramitación parlamentaria.
El documento, elaborado en colaboración con los principales agentes sociales, ahonda en los cambios que ha provocado la pandemia en los entornos laborales, tales como la generalización del teletrabajo, la falta de desconexión digital y la carga física y mental, que en gran medida inciden en el deterioro de la salud. También detalla los diferentes tipos de riesgo psicosocial (estrés, acoso, discriminación o violencia). Una vez analizados todos estos factores, plantea objetivos prioritarios y transversales que se concretan en 39 líneas de actuación y que prestan especial atención a los colectivos vulnerables: población laboral envejecida, sectores con elevada siniestralidad, etcétera, con la finalidad de identificar su exposición a los riesgos y minimizar su impacto.
La perspectiva de género como elemento transversal destaca entre los principios rectores del texto, que toma en cuenta las diferencias biológicas y las desigualdades sociales para evaluar los posibles peligros a los que se enfrentan las mujeres.
Los siete propósitos prioritarios del plan son los siguientes:
- Reducción de los accidentes de trabajo. Para cumplir con este fin se impulsarán la investigación, la prevención y la seguridad laboral vial, mediante estudios de siniestralidad, visitas a empresas y acciones de sensibilización, entre otras medidas.
- Detección de riesgos higiénicos. Se evaluará la exposición a materiales como el amianto, los agentes cancerígenos y los agentes físicos y se desarrollarán campañas específicas de prevención.
- Reducción de las enfermedades profesionales. El documento apuesta por la investigación de estas patologías y el estudio de los cánceres de origen laboral en nariz, faringe, faringe y senos nasales y paranasales.
- Prevención de riesgos psicosociales. El Principado promoverá protocolos de actuación ante situaciones de violencia interna en el trabajo para determinar la mejor manera de afrontarlas. También elaborará una guía orientativa sobre el teletrabajo.
- Reducción de trastornos musculoesqueléticos. Se estudiarán las diferentes variables del parte de los accidentes de trabajo por sobreesfuerzo, así como su evolución en el tiempo. Asimismo, se definirán los colectivos específicos más expuestos a estos riesgos.
- Riesgos en grupos especialmente vulnerables. Este apartado engloba el fomento de la cultura preventiva entre profesionales autónomos, la gestión de la edad en el entorno laboral y la selección de una serie de actividades feminizadas, por el alto porcentaje de mujeres que componen las plantillas, con el propósito de mejorar el control de la salud de este grupo de población.
- Vigilancia de la salud. Se promoverán exámenes específicos en función de los riesgos existentes en los puestos de trabajo para detectar síntomas precoces de enfermedad y proponer medidas preventivas.
Los recursos del Instituto Asturiano de Prevención de Riesgos Laborales, recogidos cada año en las leyes de presupuestos generales del Principado, permitirán acometer estas iniciativas
En el último lustro, el número anual de accidentes de trabajo se ha mantenido en Asturias por encima de los 10.000, a excepción de 2020, probablemente por la paralización de la actividad no esencial como consecuencia de la crisis sanitaria.
Respecto a los accidentes con baja en jornada laboral, las lesiones fueron leves en el 99,2% de los casos. Por su parte, los siniestros graves representan entre el 0,6% y el 1% del total, con 60 trabajadores afectados en 2020, año en el que se registraron 15 víctimas mortales en accidentes laborales.