Un partido con sabor a X

Un  partido con sabor a X

Levante UD y Sporting afrontan una recta final de campeonato relajada después de haber hecho los deberes a tiempo y asegurarse virtualmente la permanencia por encima de otros clubes mucho más fuertes en presupuesto. El próximo partido entre Levante y Sporting en Orriols se encara sin la tensión competitiva propia de dos equipos acostumbrados a sufrir al límite. Un empate entre los dos equipos podría ser suficiente para que ambos certificaran su permanencia en Primera. A esa atmósfera festiva contribuirá el hecho del regreso, por primera vez desde que abandonara el club de Manolo Preciado, héroe del ascenso levantinista a Primera en 2004 y ahora entrenador de los gijoneses. La afición "granota" está preparando un homenaje popular a Preciado. Así lo relata el diario Levante en sus páginas deportivos.
Una prueba de la relajación en las filas levantinistas es el hecho de que el pasado jueves el técnico Luis García Plaza suspendió el entrenamiento en el estadio Ciutat de València al considerar que la actitud durante el trabajo no fue la idónea. Esta misma semana, el miércoles, los futbolistas se reunieron por espacio de una hora antes de salir a entrenar, sin la presencia de Luis García. Parece ser que el asunto abordado fueron las primas, pero los jugadores no aportaron detalles de la reunión: "Son cosas del equipo. Tenemos derecho a hablar de vez en cuando", afirmó el delantero Rubén Suárez.
La hipótesis de un empate fue desmentida ayer por Manolo Preciado: "Ni Levante ni Sporting van a salir a empatar", aunque reconoció que "es cierto que cuando hay partidos en los que un determinado resultado beneficia a los dos equipos es muy frecuente que se dé". El técnico sportinguista vuelve por primera vez a un campo en el que logró el ascenso del Levante y ayer reconoció que le hacía "mucha ilusión" volver a aquel escenario. Preciado, que considera al Levante "como el equipo revelación de la temporada", indicó que "en la primera vuelta en el 95 por ciento de las encuestas el Levante era el principal candidato para el descenso y con su actuación han acallado muchas bocas". No obstante, el entrenador rojiblanco volvió a insistir que "aún se necesita algún punto más para lograr matemáticamente la permanencia".
"Si ganamos al Sporting nos sobrarán puntos para salvarnos".
Luis García Plaza comentó que "si se le gana" al Sporting de Gijón "sobrarán puntos" para lograr la permanencia un año más en la Liga BBVA. El técnico está convencido de que "con 45 sobran puntos". "Con 43 puede valer, pero habría que esperar. Sólo han bajado tres equipos con 42, pero vamos a ganar", recordó. "Estamos muy fuertes en casa y de los últimos siete partidos en casa hemos ganado seis", destacó.

 

Luis García dijo que "es verdad que el Levante es el tercer mejor equipo de la segunda vuelta pero el Sporting es el quinto". "Ha hecho una gran segunda vuelta y está en buen momento. Sabe que si gana se salva, por lo que habrá que hacerlo bien", explicó. El técnico aseguró que en el Levante están "con confianza de que se seguirá sumando", y aunque mostró su preocupación por el descenso, dejó claro que "dentro de los 10 últimos de la clasificación, el Levante es el que menos preocupado está, es normal"
El entrenador fue preguntado por la suspensión del entrenamiento del jueves. "El entrenamiento no estaba como yo quería. Durante el año han demostrado estar super implicados, pero no se hizo bien y al final no se iba por donde yo quería y lo hice ver. Esta plantilla es como un hijo y la verdad es que es un orgullo para su padre".

Sin relajación
Aunque el Levante ya esté salvado, en el vestuario granota no tiene cabida la relajación. Un día después de suspender prematuramente el entrenamiento de los suyos por falta de implicación, Luis García se mostró ayer satisfecho con el trabajo matinal de la plantilla y quiso dejar claro que no tolerará los excesos de confianza. «El entrenamiento de ayer (por el jueves) no estuvo como yo quería y nada más. Creo que es una plantilla que ha demostrado que está súper implicada. Es como un hijo que hace siempre las cosas bien pero un día las hace mal; pues se lo tienes que decir», explicó, tal como recoge en este caso el diario Las Provincias.

 

«Nos estamos jugando muchísimo, pero no hay ningún problema. Fue un entrenamiento malo. No teníamos la intensidad que quería, no era por cachondeo, al revés», matizó el madrileño.
Aunque la salvación quedó prácticamente sellada tras la victoria ante el Hércules, el abultado tropiezo en el Calderón y los difíciles compromisos tras la visita del Sporting de Gijón (Athletic de Bilbao, Barcelona, Valencia y Zaragoza) han despertado cierta preocupación en el entorno granota, por miedo a un hundimiento que aún pudiera tener fatales consecuencias. Luis García se mostró tranquilo: «Ganando tendríamos 45 puntos. ¡Madre mía de mi vida si bajamos! Es casi imposible. Si ganamos ya me consideraría entrenador del Levante para la próxima temporada».

 

En cualquier caso, el madrileño admitió que 43 puntos serían suficientes para mantenerse una nueva temporada en la máxima categoría y ayer expresó de manera gráfica su tranquilidad: «Somos los que menos preocupados estamos de los diez últimos de la clasificación».
En caso de que el plan A, puntuar mañana ante el Sporting, no se llevara a cabo, Luis García recordó que todavía quedan más oportunidades para cerrar matemáticamente la permanencia. «Si ocurre una desgracia y perdemos el partido no será por relajación y nos quedarían cuatro encuentros más para seguir sumando», agregó.

 

El técnico granota tuvo palabras de cariño hacia Manuel Preciado, quien subió en su día al Levante a Primera y mañana regresa al Ciutat de Valencia al frente de la nave asturiana: «Merece que la afición le reciba como un caballero y el fenómeno que es. Los únicos dos equipos de abajo que estamos casi salvados somos Levante y Sporting y ninguno de los dos cambiamos de entrenador».
Por último, el preparador madrileño no quiso mojarse sobre la polémica tanto deportiva como mediática puesta en marcha por Madrid y Barcelona en las últimas horas, tras la batalla de la Champions en el Bernabéu. «Es una guerra particular y mientras no vaya con nosotros no me meteré a juzgarla. Yo disfruto viendo jugar a los dos mejores equipos del mundo».

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