El dibujo de Francisco de Goya titulado Maja y Celestina en un paisaje de atardecer, procedente de la Colección del IX Conde de Villagonzalo, podrá contemplarse de nuevo a partir de mañana
Tras más de cuatro meses de merecido y necesario descanso, el dibujo de Francisco de Goya (Fuendetodos, Zaragoza, 1746-Burdeos, 1828) titulado Maja y Celestina en un paisaje al atardecer que llegó al Museo de Bellas Artes de Asturias a través del depósito de Dña. María Luisa Corrada, procedente de la colección del IX Conde de Villagonzalo, podrá volver a contemplarse. Y es que,
desde mañana miércoles, 2 de marzo, tan singular obra volverá a exponerse. Concretamente lo hará en la sala 5, ubicada en la segunda planta del Palacio de Velarde; lugar donde, en la actualidad, se reúnen gran parte de las piezas que conforman el citado depósito.
Como ya se contó en su día, Maja y Celestina en un paisaje al atardecer fue pintado por Francisco de Goya hacia 1825, momento en el que el genial pintor se encontraba ya en Francia, retirado de la vida oficial madrileña.
Cuando se cumplía casi un siglo de su creación, la obra que durante mucho tiempo se tenía por perdida y sin atribución segura a Goya, aterrizó en el museo asturiano sorprendiendo y alegrándonos
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a todos. Fue entonces, una de las piezas maestras que protagonizaron la exposición Gusto y tradición. 23 obras de la Colección del IX Conde de Villagonzalo y de Dña. María Luis Corrada, presente en la pinacoteca regional entre los meses de junio a septiembre del pasado 2021.
Maja y Celestina no sólo es una obra importante por quién está creada sino, sobre todo, por cómo está pintada. A este respecto, Goya utilizó la negra y gris aguada de tinta china, de gran transparencia, y dejó el blanco de marfil para las luces y las carnaciones de algunas de las figuras presentes. A su vez, el pintor de Fuendetodos empleó algo infrecuente en sus dibujos: realces de
blanco de plomo disuelto en goma arábiga, dando lugar a lo que conocemos como gouache. El uso del blanco de plomo o albayalde permitió, asimismo, que el pintor desarrollara una pincelada densa y mate la que, según ha explicado Manuela Mena, seguramente mezcló con fina arena, generando una mayor potencia de la imagen, hecho que acerca este dibujo más a sus afamadas Pinturas Negras que a otros dibujos.
Es, por todo ello, una ocasión excepcional para revisitar, redescubrir y contemplar este interesante y hermoso dibujo de Francisco de Goya en el que el tema de la Maja y la Celestina, presente en otras de sus creaciones, protagoniza su composición pero que, a diferencia de otras escenas con este asunto, sitúa a ambas mujeres en el mismo plano.
La obra, en diálogo con otras creaciones y artistas contemporáneos a Goya como Louis Michel van Loo, el italiano Giovanni Battista Lampi o los pintores Mariano Salvador Maella y Ramón Bayeu y Subías, ocupará un lugar destacado en la citada sala 5 del Palacio de Velarde.