Madrid (Delegación).-El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comparecido en La Moncloa, tras asistir a la reunión del Consejo de Seguridad Nacional, para realizar la siguiente declaración institucional sobre la crisis de Ucrania-Rusia.
Comparezco tras la celebración del Consejo de Seguridad Nacional que ha presidido el jefe del Estado, el rey Felipe VI, y lo primero que quisiera transmitir a los españoles y españolas es la rotunda condena; la total y rotunda condena que hace nuestro país, España, a las inaceptables acciones militares del gobierno de Putin en Ucrania.
Los hechos, como saben ustedes, son muy graves y son muy simples a la vez. Una potencia nuclear ha violado la legalidad internacional y ha comenzado la invasión de un país vecino, al tiempo que ha amenazado con represalias a cualquier otra nación que socorra al país agredido.
Es por tanto, desde todo punto de vista, una violación flagrante del derecho internacional, de la soberanía nacional y de la integridad territorial de Ucrania. Y es algo más. Es un ataque frontal a los principios, a los valores -por encima de todos ellos, el de la paz- que han proporcionado a Europa años de estabilidad y también de prosperidad.
Esta es una crisis que afecta, sin duda alguna, a equilibrios que van mucho más allá de los países directamente involucrados en el conflicto. Es seguro que va a tener consecuencias de gran alcance y por eso se entiende el llamamiento nítido del secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, al presidente Putin para retirar sus tropas de Ucrania y frenar el conflicto.
España comparte con la Unión Europea intereses, pero sobre todo compartimos valores. Y esos valores están en la base de nuestra Constitución, de la Constitución española y son, además, valores y principios compartidos ampliamente por la ciudadanía española. Los valores de la paz, del respeto a la legalidad internacional, de la solidaridad y también de la cooperación humanitaria con los pueblos afectados.
Y esos valores serán justamente los que nos van a inspirar en esta crisis. España defenderá la legalidad internacional, España se desvivirá por el restablecimiento de la paz, España se mostrará solidaria con las poblaciones afectadas por este conflicto.
Estamos, sin duda alguna, comprometidos con la paz y con la manera que debemos de garantizar esa paz, que, si queremos que sea efectiva, debemos intentar frenar cuanto antes esta agresión.
Por eso la Unión Europea y el resto de aliados de la Unión Europea hemos aprobado un primer paquete de sanciones con un objetivo claro, que es impedir que prosiga las agresiones del gobierno de Putin, que ya, por desgracia, han costado demasiadas vidas. La Unión Europea y los aliados queremos también demostrar al gobierno de Putin que las violaciones contra el derecho internacional, y contra la soberanía y la integridad territorial de terceros países, no pueden quedar, no deben quedar, impunes.
También estamos comprometidos con la legalidad internacional, y la manera más efectiva de trabajar por esa legalidad internacional es sancionar su violación. Esta noche se va a reunir de nuevo el Consejo Europeo en sesión extraordinaria, para definir la respuesta de la Unión Europea ante esta flagrante violación del derecho internacional. Estamos en contacto ya desde hace muchas semanas con nuestros socios, con nuestros aliados, para dar una respuesta coordinada y de unidad europea ante esta crisis.
Somos solidarios con los pueblos afectados por la agresión, y la manera más efectiva de ejercer esa solidaridad es socorrer a Ucrania desde la Unión Europea: con ayuda financiera, como venimos haciendo desde hace ya unas semanas, para afrontar las actuales dificultades, con solvencia económica y financiera, también con importantes inversiones para proteger el bienestar del pueblo de Ucrania y, sin duda alguna, también con material sanitario.
De todo ello he informado al líder de la oposición y compareceré ante las Cortes Generales el próximo miércoles, para informar a todos los grupos parlamentarios de las decisiones que se tomen a escala europea.
Quisiera también acordarme de todos los españoles y españolas que están ahora mismo en territorio ucraniano. La Embajada de España en Kiev está en contacto con la colectividad española desde hace ya unas semanas. Hay 436 españoles y españolas inscritos en la Embajada, de los que un centenar ya han regresado a nuestro país, por lo que quedan algo más de 320 compatriotas. Nuestros servicios consulares están manteniendo un contacto telefónico con los residentes en Ucrania, para proporcionarles la información disponible en este momento tan difícil sobre las posibilidades y las vías para abandonar Ucrania o también de evacuación, en cuanto a la situación lo permita. Y, del mismo modo, la Embajada de España en Varsovia está en alerta para prestar el apoyo logístico, todo el apoyo logístico que sea necesario.
Lo que sí que les puedo garantizar es que desde el Gobierno de España, en colaboración con nuestros socios europeos, va a atender y a prestar la ayuda que sea necesaria a los ciudadanos y ciudadanas españoles que aún permanecen en Ucrania.
Este conflicto y las sanciones que derivan de él van a tener, sin duda alguna, un impacto económico en nuestro país y en la Unión Europea, especialmente en los mercados energéticos.
El Gobierno de España, como saben ustedes, en coordinación con la Unión Europea, lleva preparando hace tiempo la reacción ante este riesgo de agresión militar y de crisis que desgraciadamente se ha confirmado.
Y por tanto tomaremos cuantas medidas sean precisas para mitigar el impacto económico, también el energético, de esta crisis sobre la sociedad española, sobre sus empresas, sobre los hogares, sobre la industria, y sin duda alguna también sobre la recuperación económica que estamos iniciando al filo de la superación de la pandemia.
La Unión Europea tiene una nueva oportunidad, como la tuvo también con ocasión del Covid-19 y sus devastadores efectos, de demostrar unidad, solidaridad e integración, dedicando los medios necesarios y tomando las decisiones oportunas para hacer frente a esta grave crisis y a sus efectos económicos.
La posición del Gobierno de España ha sido muy clara desde el principio. Hemos apoyado y apurado hasta el extremo la vía diplomática, la vía del diálogo para alcanzar una solución que evitara esta escalada bélica. Y a la vez hemos hecho algo importante, y es recalcar que junto con toda Europa, no aceptaríamos nunca una agresión injusta, injustificada, y que, en consecuencia, sanción haríamos cualquier violación de la legalidad internacional.
Es necesario que mantengamos a ojos del Gobierno de España esa unidad de todos los que, en definitiva, creemos en la democracia, en el Estado de Derecho, en un mundo basado en reglas y por tanto, en certidumbre, en la paz, en el respeto a las fronteras, a la soberanía nacional y a la libertad de los pueblos, en este caso de Ucrania, para elegir su futuro.
Con nuestra unidad estamos mandando un mensaje claro, nítido, rotundo, de nuestra decisión de defender aquello en lo que creemos.
España ansía mantener una relación de amistad y de respeto con todos los pueblos del mundo, y justamente desde la amistad que profesamos al pueblo ruso, desde el afecto que profesamos a los miles de ciudadanos rusos que conviven en armonía en suelo español, transmitimos un mensaje claro al gobierno de Putin, y es reclamar que ponga fin de inmediato a las hostilidades, que revoque el reconocimiento de la independencia de los territorios que forman parte de otra nación soberana, en este caso de Ucrania; reclamamos que cumpla sus compromisos como signatario de los acuerdos de Minsk.
En definitiva, reclamamos al gobierno de Putin que cumpla con el derecho internacional y que regrese a las discusiones dentro del formato de Normandía y el grupo de contacto Trilateral
Hoy se abren ante España y ante toda la Unión Europea dos caminos, que es lo que quisiera trasladar también a los españoles y españolas para finalizar esta declaración institucional.
Se abre el camino de la paz y de la legalidad internacional, o se puede abrir también el camino de la fuerza ilegítima que aboca solo al desorden mundial y a la inseguridad. Y para España, estoy convencido de que para la mayoría de españoles y españolas, como también para el conjunto de la Unión Europea, la elección es dura, pero es sencilla: somos un país, somos una democracia, somos una unión, comprometida con los valores de la paz, de la legalidad internacional y de la solidaridad.