El Unicaja Banco Oviedo ha caído por 82-74 en el encuentro correspondiente a la vigésima jornada de la LEB Oro 2021-2022 disputado en la pista de TAU Castelló.
Un encuentro que ha servido para ver a las caras nuevas del equipo, Olle Lundqvist, Hansel Atencia y, sobre todo Paul Jorgensen quien, con sus 23 puntos se ha erigido en el mejor jugador de los de Natxo Lezkano.
Sin embargo, la efervescencia anotadora de Jorgensen no ha sido suficiente para contrarrestar el acierto anotador de los azulejeros que, con un tercer cuarto espectacular, 28-27, liquidaron un encuentro que había llegado al descanso con un 36-35 en el marcador.
Algo que habla bien de la nueva cara del equipo, que ha vuelto a dominar los tableros, quizás no con la contundencia de otros días, pero sí en números, y que ha recuperado porcentajes potables. Ante la excelencia anotadora de Castelló sólo había dos fórmulas, o defender o igualar su racha y en la disyuntiva se perdió el OCB.
Porque el equipo comenzó bien. Con Jorgensen -14 puntos en el primer cuarto- y Kabasele encontrando el aro. Debutaba Lundqvist y el partido se iba a un empate a 13 tras 5 minutos disputados. El primer arreón de los de Toni Ten lo supo contener el OCB con dos acciones más del americano refrendados por un triple del también inédito Atencia. 20-21 tras los primeros 10 minutos y sensación de fluidez en ataque.
El segundo envite fue otra cosa. A pesar de comenzar anotando en transición vía Kamba, TAU enmarañó los ataques de un OCB verde todavía en los sistemas. Encontraban los de Ten a Stutz, su sostén en ataque, y su exuberancia desde el triple suponía la duda para los exteriores ovetenses de nuevo: ayudar adentro o poner un pie en la línea. Difícil respuesta como se vería más adelante.
Una zona 2-3 supuso el colapso anotador de los de Lezkano que apenas encontraron aro rival vía Elechi, desde el triple y Meana para llegar vivos al descanso.
Tras el receso llegó la tormenta. TAU Castelló comenzó a ver el aro de su pista el doble de grande que el OCB. Del empate a 39 logrado tras una canasta de Mcdonnell siete puntos consecutivos confirmaron su superioridad. A partir de ahí, Unicaja Banco Oviedo solo supo ir a remolque desbordado en ambos tableros.
Cualquier acción positiva era dilapidada en la serie anotadora local. Más diez, más doce, más quince, dieciséis, la máxima… El parcial final del cuarto, 28-17, era definitivo.
Con todo en contra y un rival mucho más armado el OCB trató de reaccionar y no marcharse del partido, pero con los locales en franquía no hubo opción. Volvió Jorgensen por sus fueros anotadores sumó Lundqvist y Mcdonnell siguió peleando cada rebote. No dio. Al final, derrota justa
Para Lezkano, tras el partido, “ahora comienza una tercera fase de la temporada que espero que sea muy buena para nosotros, nos toca construir un equipo diferente del que teníamos hasta el partido de Estudiantes con jugadores diferentes en puestos clave”, ha explicado el preparador. “Afortunadamente tenemos unos cuantos días para intentar hacer un buen baloncesto que nos permita ganar partidos y salvar la categoría que es nuestro objetivo ahora mismo”, ha concluido.
Será el 6 de marzo ante al CB Almansa el reencuentro con la competición del Unicaja Banco Oviedo. En Pumarín, ante su público y en lo que se percibe como un encuentro fundamental para las aspiraciones de un OCB que, con diez victorias en veinte partidos, tiene por disputar 14 finales. Pero antes, vacaciones.