Madrid, 16 de febrero de 2022.- De los 26 millones de inmuebles existentes en España, más de la mitad tienen más de 40 años y hasta siete millones superan el medio siglo, unos datos que reflejan lo envejecido que está el parque inmobiliario de nuestro país y que dejan al descubierto los problemas que pueden aflorar en nuestra vivienda como consecuencia del paso del tiempo.
Por comunidades autónomas, según los datos del INE y del Catastro, el parque inmobiliario más envejecido está en el País Vasco, donde más del 60% de las casas tienen más de 40 años; seguida de Cataluña (59%) y Aragón (56%). Además, en Asturias, Madrid, Castilla y León, Navarra, Baleares y Extremadura la mitad de las casas también superan las cuatro décadas. En el lado contrario se sitúan Melilla, La Región de Murcia y Canarias.
Conscientes de estos datos, los expertos de la empresa especializada en cuidado y mantenimiento del hogar, HomeServe, recuerdan que el paso del tiempo afecta, no solo a la estructura del edificio, sino que también tiene consecuencias en el interior de las viviendas, que pueden sufrir daños derivados del uso y la falta de mantenimiento.
Por ello, ofrecen algunas claves para detectar estos posibles problemas y ponerles una solución eficaz. Además, recuerdan que en 2022 se liberarán alrededor de 3.400 millones de euros para proyectos de rehabilitación de viviendas como parte del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que se nutre de los fondos Next Generation.
Así, entre las posibles incidencias que se pueden producir en la vivienda están los daños en las tuberías, que con el tiempo se corroen y sus alicatados y soldados se pueden ahuecar, especialmente en las zonas húmedas. Como consecuencia, podemos enfrentarnos a pérdidas de presión, goteos, filtraciones… y a las temidas humedades.
Si se observa alguno de estos síntomas, lo más recomendable es consultar a un profesional que revise las tuberías de agua fría y caliente del baño, el circuito de calefacción, el bote sifónico del baño, así como los inodoros, sifones y válvulas. “Lo que es muy importante es que evitemos tirar restos de comida por el fregadero, así como que realicemos una limpieza, por lo menos anual, del bote sifónico y coloquemos filtros antical para conservar el estado de las tuberías”, apuntan los expertos de HomeServe.
Otro de los aspectos clave para mantener el estado de la vivienda es vigilar la instalación eléctrica, pues puede sufrir oxidaciones en el exterior y falsos problemas de conexión en el cableado, provocando, entre otros, sobrecalentamientos, cortocircuitos, derivaciones a tierra o fugas de corriente. “Es conveniente que revisemos la instalación eléctrica cada dos o tres años para comprobar su estado y verificar que los sistemas de protección siguen funcionando correctamente. En cualquier caso, si la instalación ha sido realizada por un especialista autorizado, cumpliendo con la normativa, su deterioro será prácticamente inexistente durante los primeros 10 o 15 años”, explican.
En el caso de las paredes, en muchos casos nos fijamos en las posibles humedades que pueden aparecer, pero lo cierto es que, con el paso del tiempo y sin un buen mantenimiento, pueden sufrir otras desmejoras como dilataciones y contracciones. “Además, si los materiales con los que se construyó la vivienda no son de calidad, con el paso de los años se pueden acentuar estos desperfectos y terminar en grietas, fisuras e incluso desprendimientos”, indican los expertos.
En este sentido, lo más adecuado es renovar la pintura de techos y paredes cada tres o cinco años y optimizarla procurando eliminar cualquier elemento que afecte a su adherencia. “Para prevenir la humedad es importante evitar colocar plantas que requieran mucho riego cerca de las paredes, pues acabarán impregnándose y se pueden producir humedades. Además, ante cualquier fisura o grieta, lo mejor es llamar a un profesional para descartar causas estructurales que afecten al conjunto del edificio”, indican.
Asimismo, recuerdan la importancia de cuidar el suelo de la vivienda, uno de los espacios más sufridos de la casa, que aguanta el caminar diario y es también soporte de muebles y otros elementos. Para ello, recomiendan no utilizar zapatos de tacón en casa, colocar protectores en las bases de los muebles, así como evitar humedecer la madera a la hora de fregar, pues evitaremos deformaciones y levantamientos de uniones. “Si pasamos de vez en cuando un paño humedecido parcialmente en aceite de oliva, de teca, de linaza o incluso de pino, nutriremos la madera y cuidaremos nuestro suelo”, concluyen.
Por último, los expertos de HomeServe subrayan la importancia de vigilar la seguridad de la vivienda, especialmente en los casos en los que se tengan calderas antiguas o que no hayan recibido las revisiones correspondientes. Por ello, es conveniente revisar, entre otros, la temperatura de la propia caldera y si no tiene diferenciador, mantenerla entre los 50º y los 55º grados. “Si además contamos con electrodomésticos con etiqueta A, A+ o A++, garantizaremos un mayor ahorro en el futuro y seremos más sostenibles con el medio”, concluyen los expertos.