No hay duda sobre este tema, está claro que el mundo no sólo necesita urgentemente estrategias de adaptación, las cuales incrementarán la resistencia a los impactos inevitables del cambio climático, también necesita que se reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero.
Después de dos décadas de negociaciones climáticas internacionales para reducir emisiones, ahora tenemos más, no menos gases de efecto invernadero en nuestra atmósfera. No hay necesidad de más reportes y estudios para confirmar la necesidad urgente de acción; necesitamos despertar al hecho de que nuestra adicción a los combustibles fósiles nos está llevando ciegamente hacía el borde de un precipicio.
La adaptación a los impactos del cambio climático es de crucial importancia. El tratar de adaptarse al cambio climático sin lidiar con la reducción de las emisiones globales significa lidiar con las consecuencias mientras se ignora la raíz del problema.
Los gobiernos que se reunirán en Durban a fines de este mes para negociaciones climáticas, deben responder a la crisis climática internacional adoptando un mapa claro hacia un acuerdo global basado en la ciencia. Este debe asegurar que todos los países tomen acción para reducir dramáticamente las emisiones de gases de efecto invernadero y que se proporcione apoyo financiero y técnico a los países en desarrollo para ayudarles a confrontar el reto climático
FOTO: Un camión recorre una calle inundada cerca de Bangpa, en el Parque Industrial en Ayutthaya, Tailandia. Este país asiático enfrenta las peores inundaciones en más de 50 años. Noviembre, 2011. © Athit Perawongmetha / Greenpeace