¿Cómo se puede explicar que hayan subido tanto los precios de la energía y de los metales y su impacto en las empresas?

¿Cómo se puede explicar que hayan subido tanto los precios de la energía y de los metales y su impacto en las empresas

Desde el aluminio o el acero hasta el gas. Los precios de los materiales, así como de la energía en Europa, han alcanzado precios históricos durante este último año. Son muchos los análisis que se han realizado durante los últimos meses para entender la situación y poder poner medidas de contención y protección para empresas y consumidores. El aumento de demanda y el problema de suministro frente a diversas restricciones parece ser el principal problema, según estudios como los que ha realizado la compañía aseguradora de crédito Coface. Sea como sea, nos enfrentamos a una situación histórica que si bien parece remitir, ya ha causado problemas de liquidez en muchas empresas.

Pandemia y producción

El mundo se paró con la llegada de la pandemia. La producción se bloqueó por completo, cerrando de esta forma las economías a nivel mundial. Las consecuencias de este parón productivo no se hicieron esperar; y es que una vez se establece la reapertura gradual de las economías, los precios de materiales como los metales empezaron a subir considerablemente. La explicación a esta subida es relativamente sencilla; la oferta no ha sido capaz de asumir la demanda.

El aumento de la demanda derivada de la recuperación económica tras los meses más duros de la pandemia se ha visto enfrentada con el cierre de minas y plantas procesadoras de metales. Además, no hay que olvidar otras situaciones clave, como la falta de inversión durante años en este sector o incluso las medidas contra las emisiones de China, que también redujeron de una forma drástica la producción de metales.

A todo esto se suma que los gobiernos de todo el mundo están en una carrera a contrarreloj para la transición hacia las tecnologías limpias. Esto, a priori, es una excelente noticia, pero implica un uso intensivo de multitud de minerales, algo que también aumenta considerablemente la demanda y que seguirá haciéndolo durante los próximos años.

Es cierto que los expertos aseguran que este precio ha alcanzado un tope y notaremos mejoría en los próximos meses. No obstante, ya son muchas las empresas que han sufrido directa o indirectamente estos cambios, empresas que han tenido que aclimatarse al entorno pandémico.

Aumento del precio de los metales

Para poder hacernos una idea, el cobre ha subido un 40% en el último año. El acero estaría un 30% por encima del precio prepandémico, aunque lo cierto es que este metal llegó incluso a rozar el 60% hace unos cuantos meses.

Nos encontramos también con el cobalto, que ahora mismo ha duplicado su valor, así como el níquel que cuesta hasta un 20% más. Sin duda hablamos de subidas realmente considerables que no sólo afectarán a la industria, también a esa escala por las energías renovables; y es que no hay que olvidar que muchos de estos materiales son esenciales para poder fabricar desde baterías a paneles solares. Un reto absoluto para una Europa que está encaminada a la descarbonización de la economía.

Añadamos también que a partir de 2040 sólo se fabricarán en Europa coches eléctricos. La fabricación de estos coches requiere hasta seis veces más recursos minerales que uno de combustión. Esto hace peligrar una de las industrias más fuertes del viejo continente.

La subida de precios de la energía

Según el informe realizado por Coface, el primer semestre de 2020 el consumo de petróleo colapsó. El motivo no fue otro que el de los confinamientos y las restricciones de viajes. Nuevamente nos encontramos con un parón que a partir de mediados de 2020 empieza a experimentar un gran repunte de consumo. Nuevamente vemos que el precio también acompaña a este aumento.

El gas natural, como sabemos, cuenta con reservas escasas. Esas reservas escasas ya de por sí se enfrentan a una creciente demanda por una generación menor de energía renovable durante los meses más duros de la pandemia. Además, también hay casos puntuales como los que ha señalado el informe de Coface como el de Brasil, en el que un episodio de sequía ha precipitado la necesidad de gas para reemplazar la energía hidroeléctrica.

¿Y el carbón? También ha sufrido aumentos desorbitados. El motivo en este caso es el aumento del consumo en China e India así como la subida de precios del gas natural, que han obligado a las empresas a recurrir a este producto.

Consecuencias en las empresas

La industria en general se ha visto muy afectada por estas subidas en los cosstes de materiales y energía, pero también el resto de empresas. Desde las más grandes hasta las más pequeñas. Falta de materiales, de suministro y, por tanto, retrasos en pagos.

Una de las consecuencias más duras es el cierre de muchas empresas por no poder hacer frente a los gastos. Ante esto, una buena solución pueden ser los seguros para negocios como el seguro de crédito, ya sea para ventas nacionales o internacionales. Estos seguros protegen a las empresas de los costes e inconvenientes derivados de impagos y permiten minimizar los riesgos.

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