RAG/DICYT La última campaña de excavaciones sobre el yacimiento arqueológico de El Castillón, ubicado en la provincia de Zamora y cuyos restos más antiguos pertenecen a la Edad de Hierro, ha permitido a los investigadores descubrir una segunda muralla defensiva sobre este castro, así como diferentes piezas, entre las que se encuentra una valiosa fíbula de bronce. Esta especie de broche, utilizado en la antiguedad en las prendas de vestir, es el primer objeto de este tipo que se encuentra en la Península Ibérica y se cree que procede de Europa oriental. El resultado de estas excavaciones ha sido presentado en Zamora dentro de las primeras Jornadas de Jóvenes Investigadores del Valle del Duero, que se han celebrado durante los últimos días y hasta hoy, y en las que diferentes expertos han mostrado sus estudios sobre esta zona de la Península Ibérica, encuadrados entre el Neolítico y la Antigüedad Tardía.
Los muros y las varias piezas cerámicas hallados durante esta campaña corresponden al periodo entre el siglo IV y el VI, ha detallado a DiCYT uno de los directores de las excavaciones y organizador de las jornadas, José Carlos Sastre, quien ha añadido que durante estos meses han logrado averiguar que la "estructura habitacional" sobre la que habían trabajado anteriormente se corresponde con un almacén de aproximadamente 20 centrímetros de largo y 20 de ancho.
Se sabe que este castro, ubicado en un cerro sobre el río Esla, fue habitado desde mucho antes de la romanización a través de diferentes evidencias encontradas, como unas pinturas esquemáticas documentadas en 1986. Halladas por toda la Península Ibérica y características de la Edad del Bronce, estas piezas presentan símbolos geométricos y figuras humanas y de animales, ha aseverado.
Para localizar este tipo de evidencias pretéritas los investigadores realizan en primer lugar una serie de prospecciones y, una vez obtenidas, intentan aplicar métodos de trabajo "no destructivos" del yacimiento. "Es un sistema de excavación por estratos arqueológicos. Comenzamos retirando los estratos más modernos hasta llegar a los más antiguos. Es como si viésemos un poco la historia al revés", ha aseverado.
En los cuatro años anteriores de exacavaciones realizadas en el castro de El Castillón, en Santa Eulalia de Tábara, por el Proyecto de Investigación y Difusión sobre el Patrimonio Arqueológico de la provincia de Zamora se habían encontrado tres habitaciones de una vivienda, numerosos materiales como un osculatorio de bronce que pudo ser utilizado para remover perfumes, dos cuencos, uno de ellos decorado con motivos estampillados o pinzas de bronce. En este tiempo las labores de exploración se han centrado en el área de viviendas, la zona defensiva y la metalúrgica, cuyo fruto se expone actualmente en el Museo de Zamora.
Conexiones culturales
En distintas comunicaciones de las jornadas se han puesto de manifiesto las conexiones y semejanzas entre los restos del Valle del Duero que pertenecen a la etapa entre el Neolítico y la Antigüedad Tardía y los encontrados en diferentes puntos de la Península Ibérica. "Lugares como Castilla y León, Madrid, Castilla-La Mancha y Andalucía tienen bastantes conexiones a lo largo de la historia a través de los movimientos de los pueblos que se han producido desde el Neolítico hasta la actualidad", ha destacado.
En las diferentes sesiones de este encuentro se han expuesto conocimientos sobre las características de diferentes periodos históricos en el Valle del Duero, como el Neolítico, el Calcolítico, la Edad del Bronce, la Edad del Hierro, la época romana y la Antigüedad Tardía. Han participado investigadores de las cuatro universidades de Castilla y León, de diferentes comunidades autónomas y de Portugal