Oviedo, 21 de diciembre de 2021.- El Camino de Santiago continúa siendo la ruta más antigua y concurrida de nuestro país. Cada año, miles de personas deciden realizar este recorrido, disfrutando del entorno natural por el que se discurre.
Ecoembes, la organización medioambiental sin ánimo de lucro que coordina el reciclaje de envases en España puso en marcha en 2017 en Asturias el proyecto “Camino del Reciclaje”, que busca concienciar a los peregrinos acerca de la conservación del Camino de Santiago, promoviendo el reciclaje de envases que van generando durante cada etapa y la lucha contra la basuraleza.
Con la mirada puesta en este extraordinario propósito, cabe destacar el creciente compromiso ambiental de los albergues adheridos. Así, y gracias a la colaboración de todos los ecoperegrinos, el “Camino del Reciclaje” ha logrado reciclar casi 14 toneladas de envases en Asturias, entre los meses de junio a septiembre. En concreto, se depositaron 4.057 kg en los contenedores amarillos -que recopilan los envases de plástico, latas y briks-, y 9.776 kg en los azules -envases de papel y cartón- que se colocaron en todos los albergues participantes del proyecto.
Este proyecto medioambiental se desarrolla en las diferentes etapas del Camino Francés, Camino del Norte, Camino Portugués, Camino Inglés y Camino Primitivo, y cuenta también con la colaboración de las comunidades autónomas de Castilla León, Galicia, La Rioja y Navarra.
Paz Orviz, la gerente de Cogersa -entidad que financia conjuntamente con Ecoembes las actividades del “Camino del Reciclaje” en Asturias- ha expresado su satisfacción, convencida de que “el binomio cultura y medio ambiente suele ofrecer extraordinarios resultados; de manera particular, se ha demostrado que los peregrinos que realizan el Camino de Santiago a su paso por Asturias cuentan con una elevada conciencia ambiental”.
Por su parte, Carolina Marín, responsable del proyecto “Camino del Reciclaje”, ha indicado que “desde Ecoembes queremos que las generaciones futuras puedan continuar disfrutando de un Camino de Santiago comprometido con el reciclaje y libre de basuraleza. Por ello, seguiremos trabajando para que el Camino sea una experiencia que deje huella en la vida de todos los peregrinos, pero que la única huella que dejen ellos a lo largo del camino sea la de sus pisadas”.
Con el objetivo de apoyar a la erradicación del abandono de residuos en la naturaleza, se han repartido entre los ecoalbergues asturianos participantes 9.600 bolsas reutilizables de PET reciclado, lo que ha servido de ayuda para que los ecoperegrinos pudiesen guardar los residuos que generaban en cada etapa y facilitando que posteriormente pudieran depositarse en las papeleras amarillas y azules que se ubicaron en todos los albergues participantes.
Especial agradecimiento a los 53 ecoalbergues asturianos colaboradores
Esta edición del “Camino del Reciclaje” ha contado con la implicación de un total de 53 ecoalbergues asturianos situados en las diferentes etapas del Camino, que forman parte de los casi 400 albergues que participan en el proyecto en 5 comunidades.
Desde la puesta en marcha de la iniciativa en 2015, estos hospedajes se han convertido en agentes indispensables. Una puesta en valor más necesaria, aún si cabe, en este convulso año, que incluso caracterizado por el contexto pandémico donde muchos albergues no han podido abrir o ver mermado su aforo, ha conseguido lograr grandes resultados.
Para conseguir estas buenas cifras, los ecoalbergues han sido especialmente equipados con una media de 2 a 4 puntos de reciclaje amarillos y azules, que dotados de un código BIDI han permitido a los Ecoperegrinos resolver las dudas en el momento de reciclar dichos envases. Una tecnología que es posible gracias a A.I.R.E, el bot peregrino del reciclaje que está activo en la web Camino del Reciclaje.
Asimismo, se ha dotado a los ecoalbergues de material didáctico, compuesto por carteles informativos, un sello identificativo para el albergue que les acredita como colaborador de la campaña, así como las “Compostelas del Ecoperegrino”, acreditación que se concretará en la plantación de árboles la próxima primavera.