En Avilés había el 1 de Enero 3.138 extranjeros empadronados destacando las comunidades de Colombia, Rumanía, y Marruecos

En Avilés había el 1 de Enero 3.138 extranjeros empadronados destacando las comunidades de Colombia, Rumanía, y Marruecos

La concejala de Promoción Social, Nuria Delmiro, y el responsable territorial de Accem en Asturias, Javier Mahía Cordero, han participado este viernes en la presentación del informe VI Diagnóstico de la Inmigración en Avilés (2020), realizado en el marco del convenio suscrito entre el Ayuntamiento de Avilés y la entidad Accem, dando continuidad a los Diagnósticos que desde 2010 se vienen elaborando cada dos años.

El VI Diagnóstico de la Inmigración en Avilés se ha elaborado a través de la información de 217 personas usuarias atendidas por las entidades que participan en el Grupo Local de la Inmigración de Avilés (GLIA) a lo largo del 2020, representando el 7% del total de la población extranjera empadronada a 1 de enero de 2020 (3.138). 

Este documento permite conocer la realidad socioeconómica de aquellas personas que ante situaciones de vulnerabilidad, agravadas por ser inmigrantes, recurren a las entidades sociales y servicios municipales. El elemento diferenciador de este Diagnóstico es el contexto en el que se realiza la recogida de la información, marcado por el estado de alarma provocado por la crisis sanitaria del COVID-19. 

A continuación se exponen las principales conclusiones:

- El análisis demográfico refleja equidad entre sexos, poblaciones jóvenes y diversidad de nacionalidades, destacando Colombia (16%), Rumanía (13%), y Marruecos (12%). 

- El viaje migratorio hacia el país de acogida se realiza principalmente en solitario, por motivos económicos, y por un puesto fronterizo controlado.

- Se observa que son mayoritarias las personas que se encuentran en una situación administrativa de inmigrante. El 36% tiene algún tipo de permiso temporal, frecuentemente vinculado a un empleo, por lo que estas personas están expuestas a una “irregularidad sobrevenida”. Otro grupo de personas, el 31%, disponen de autorización por ciudadano/a comunitario/a o familiar de ciudadano/a de comunitario/a. Además, el 33% están en situación irregular lo que supone una gran vulnerabilidad ante la imposibilidad de acceso a los recursos o a un trabajo.

- Se observa un 15% de solicitantes de protección internacional, únicamente 7 personas han conseguido algún tipo de protección internacional (beneficiarias de protección subsidiaria, apátridas o refugiadas). 

- La situación familiar analizada es diversa, destacando las personas solteras (56%). El 43% tiene hijos/as, que en la mayoría de los casos se encuentran en España y son menores de 10 años. Son frecuentes los problemas de conciliación, especialmente entre las mujeres, así como la monomarentalidad. Se encuentra también a mujeres víctimas de violencia en el ámbito familiar. Llama la atención que esta situación aflora por primera vez en este Diagnóstico, por lo que cabe reflexionar sobre lo que ha supuesto el contexto de pandemia para estas mujeres. 

- El análisis de la naturaleza de los recursos familiares pone de manifiesto la precariedad económica, bien generada o agravada por el estado de alarma, de modo que un 41% de familias que reciben ayudas sociales de tipo económico. Además, se detecta a familias sin recursos (28%), y otras que obtienen sus ingresos de la economía y el empleo sumergido (25%). La crisis sanitaria ha provocado que las personas dejaran de tener ingresos suficientes, teniendo que demandar algún tipo de ayuda a las entidades y administraciones (principalmente económicas, ayudas de alimentos y/o de vivienda). 

- En cuanto a la vivienda, la más habitual es el piso de alquiler. Por otro lado destacan las personas en situación de calle (10%), y las que residen en un piso/centro de acogida (7%). Las dificultades de ingresos económicos familiares sobrevenidas por la crisis del COVID-19 han provocado problemas con la vivienda, en la mayoría de los casos motivados por el impago del alquiler.

- Se observa dificultad de las personas en el empleo. Así, el 50% están desempleadas y el 27% inactivas. Entre las personas que desarrollan alguna actividad laboral, muchas trabajan de forma irregular. Destaca la experiencia laboral en el sector servicios hostelería y turismo, y en servicios domésticos.

- Casi todas las personas suelen tener estudios, destacando los secundarios. Únicamente el 15% de las que tienen estudios los tienen homologados.

- La mayoría afirma tener conocimiento del español en diferentes niveles, y más de la mitad tienen un nivel avanzado por llevar largo tiempo residiendo en el país o por proceder de un país hispanohablante.

- La intervención llevada a cabo en 2020 se ha adaptado al contexto de pandemia. Así, los itinerarios presenciales fueron suspendidos. En este sentido, la coordinación entre entidades e instituciones implicó la activación de mecanismos por parte del GLIA, tales como el seguimiento y actualización de las normativas, medidas y procedimientos de actuación para hacer frente a la situación del COVID-19.

- Las prestaciones más demandadas fueron de “Información y orientación”, siendo los temas más frecuentes los vinculados a trámites y gestiones, o los relacionados con los temas sociolaborales. Desde las entidades se ha detectado falta de información por parte de las personas, obstaculizando el acceso a sus derechos.

- A través del análisis multidimensional se han identificado seis perfiles que definen las tendencias migratorias en Avilés. Estos perfiles son:

  • Perfil 1. Jóvenes participantes en programas de acogida integral. Hombres procedentes de África que se encuentran en dos situaciones. En la primera se incluyen menores de 25 años que se encuentran en un centro de acogida, sin recursos económicos, sin formación y con una residencia irregular, por lo que su intervención se dirige principalmente a la cobertura de necesidades básicas. En la segunda situación se encuentran menores de 30 años solicitantes de protección internacional que están inmersos en un itinerario de semiautonomía.
  • Perfil 2. Hombres con dificultades para cubrir sus necesidades básicas: Procedentes de Europa, Marruecos y de América del Sur con una gran vulnerabilidad, marcada fundamentalmente por la ausencia de un hogar. La intervención se centra en la cobertura de necesidades básicas.
  • Perfil 3. Mujeres en situación de vulnerabilidad sobrevenida. Procedentes de países de América con menores a su cargo, y con una situación administrativa inestable, a consecuencia de su dificultad de acceso al empleo. Sus recursos suelen provenir de la economía sumergida.
  • Perfil 4. Familias con necesidad de itinerarios con acompañamientos sociales. Mujeres de Rumanía, referentes de unidades familiares que llevan bastante tiempo residiendo en el país. En este perfil se detectan por primera vez mujeres que han sufrido violencia de género, probablemente agravada por las medidas de confinamiento. Son personas perceptoras de diferentes ayudas (salario social básico, prestaciones por desempleo u otras prestaciones).
  • Perfil 5. Familias asentadas en la comunidad con dificultades de inserción laboral. Procedentes de América, en especial de Colombia, con una larga estancia en España. Han acudido recientemente a las entidades ya que son personas que han perdido su trabajo e ingresos por las consecuencias del COVID-19.
  • Perfil 6: Familias migrantes por motivos de protección internacional. Procedentes de América, África y Asia, que han migrado por la necesidad de protección internacional. Algunas se encuentran en un itinerario de semiautonomía, otras en una situación “irregularidad sobrevenida”, al ser su solicitud denegatoria. 

En conclusión, sumar los resultados del análisis con las percepciones de las entidades participantes en el GLIA, permite detectar cómo el contexto del estado de alarma, a consecuencia del COVID-19, ha provocado un gran impacto sobre la población inmigrante, que ya partía de posiciones en desventaja. 

En muchos casos las personas han sufrido la pérdida de su empleo, obstaculizando la renovación de su permiso de residencia. Al mismo tiempo, las dificultades derivadas de la administración en la renovación de los permisos han impedido un nuevo empleo. Esto a su vez ha supuesto la pérdida de ingresos, dificultando la cobertura de necesidades básicas (alimentación) y de gastos a la vivienda (suministros, alquiler, etc.). 

Las entidades, organizaciones y servicios sociales se han encontrado con un mayor volumen de atención a necesidades básicas. Además muchos de los itinerarios previos a la crisis se han suspendidos presencialmente, y en algunos casos se han retomado de forma virtual. Por tanto, la pandemia ha tenido importantes efectos sobre la población inmigrante, agravando sus situaciones de vulnerabilidad a las que ya, con anterioridad al COVID-19, se encontraban expuestas.

Actividad del Grupo Local de Inmigración de Avilés (GLIA)

El VI Diagnóstico de la Inmigración en Avilés forma parte de las actividades que se impulsan en el marco del Grupo Local de Inmigración de Avilés (GLIA), red local de trabajo estable para la coordinación de las actuaciones que se desarrollan en el municipio con las personas inmigrantes, prestando especial atención a los factores que les hacen más vulnerables (dificultades para insertarse laboralmente, acceso a la vivienda, a la sanidad, homologación de estudios, barreras idiomáticas, carencia de redes de apoyo, situación administrativa, prácticas discriminatorias...).

Este grupo lleva 15 años trabajando en red, promovido inicialmente por los Servicios Sociales municipales y conformado actualmente por diferentes servicios municipales del Área de Promoción Social del Ayuntamiento de Avilés, agentes sociales y entidades del tercer sector, que directa o transversalmente abordan la atención a la población inmigrante.

Avilés contaba en 2020 con 3.138 personas inmigrantes, lo que representa el 4% del total de la población (77.791 habitantes a 1 de enero de 2020), un porcentaje inferior pero muy cercano al observado en el contexto asturiano (4,4%). La inmigración puede ser en sí un factor de vulnerabilidad dado que a las dificultades económicas y laborales se le añaden otras de índole social y cultural que pueden dificultar la integración de las familias. Muchas de estas personas se encuentran en situación de vulnerabilidad y acuden a las entidades del GLIA que tratan de responder a las demandas planteadas desde la coordinación y complementariedad de los recursos del territorio. 

Según datos de la memoria del Área de Promoción Social del Ayuntamiento de Avilés en el periodo 2015-2020 los Servicios Sociales municipales atendieron una media anual de 784 personas inmigrantes. 

El mayor volumen de atenciones tuvo lugar en este último año (2020), en el que se atendieron a casi 1.000 personas  inmigrantes (996), lo que representa un 31,7% del total de la población extranjera empadronada en Avilés. En estos últimos años ha aumentado el número de personas inmigrantes que acuden a los Servicios Sociales, produciéndose un importante incremento, al pasar de 648 personas inmigrantes atendidas en el año 2015 a 996 en el año 2020. 

Por otra parte, cabe señalar que en este último año los Servicios Sociales han realizado 52 informes de arraigo. La exigencia de aportar contrato de un año mínimo de duración a jornada completa dificulta la obtención del informe de arraigo social, lo que resulta ser más complicado aún en la situación actual de mercado laboral (alta temporalidad, elevadas tasas de desempleo).  

 

En este sentido, puede apuntarse que el impacto de la crisis y sus efectos (pérdida de empleo, agotamiento de prestaciones, mayores dificultades para acceder al mercado laboral...) ha sido más intenso en este grupo de población, y sus situaciones de vulnerabilidad se han agravado durante el estado de alarma y en el contexto actual de pandemia por COVID-19.

El  Grupo Local de Inmigración de Avilés (GLIA) ha sido un espacio esencial para mejorar la coordinación y colaboración entre el Ayuntamiento y las entidades, hecho que se ha evidenciado aún más durante el estado de alarma y confinamiento domiciliario. Durante ese periodo se tuvieron que suspender las reuniones presenciales de coordinación del GLIA, así como las actividades que estaban previstas realizar a lo largo de ese ejercicio (Grupo de sensibilización, "Estrategia antirumores para prevenir el racismo"...).

Sin embargo, se  mantuvo contacto permanente con las entidades y, a través del GLIA, se formó un pequeño grupo de trabajo encargado de la elaboración, actualización y seguimiento de los recursos en el territorio, elaborando una tabla de recursos que se actualizaba con carácter semanal durante el confinamiento domiciliario.  

Su objetivos fueron:

  • Aglutinar en un único documento las principales normativas, medidas y procedimientos de actuación para hacer frente a la situación de la COVID-19.
  • Poner a disposición de los servicios municipales, instituciones, organizaciones y entidades sociales una tabla de recursos del territorio adaptada al nuevo contexto.
  • Facilitar la coordinación entre los servicios municipales y recursos de la ciudad para dar una mejor respuesta a la multitud de necesidades que van surgiendo en el día a día.

Dicha tabla ha sido un recurso esencial en un escenario de gran incertidumbre y muy cambiante, y su uso ha transcendido más allá de las entidades del GLIA, poniéndose a disposición de los diferentes servicios municipales y recursos del territorio (organizaciones, entidades sociales, ....). 

Este documento ha sido también la base para la puesta en marcha de una de las medidas del Consejo de Reactivación Económica de Avilés (CREA) integrado por el Ayuntamiento de Avilés, los grupos municipales, los sindicatos mayoritarios (UGT y CCOO), la Cámara de Comercio de Avilés, la Unión de Comerciantes de Avilés y Comarca, Cruz Roja y Cáritas. 

Dicha comisión se creo para abordar un análisis de la nueva realidad económica y social de la ciudad y de la incidencia de la crisis sanitaria sobre las personas, las familias, los diferentes colectivos de Avilés y el tejido productivo, acordando establecer una serie de medidas con el fin de mejorar la calidad de vida de las personas afectadas, y minorar los efectos de la COVID-19 sobre las personas y el tejido productivo de Avilés.

Por todo ello, el GLIA ha demostrado ser un espacio eficaz para la coordinación entre el Ayuntamiento de Avilés y las entidades del territorio, para mejorar las intervenciones con la población inmigrante y otros colectivos que presentan situaciones de gran vulnerabilidad que se dirigen a las entidades que lo conforman, complementándose y evitando, en la medida de lo posible, las duplicidades.  

El informe completo VI Diagnóstico de la Inmigración en Avilés (2020) puede consultarse en el portal web municipal www.aviles.es.

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