La Coordinadora Ecoloxista d’Asturies convoca su vigesimonovena edición del premio La Bullada de Purpurina. Este “galardón” reconoce la labor de empresas, instituciones y administraciones que, a nuestro juicio, han destacado a lo largo del año por sus acciones antiecologistas, perjudicando en mayor grado al medio ambiente asturiano.
El pasado año 2020 nuestro -anti- premio fue entregado a la Fundación Ecoembes. Recibieron el galardón por ser la entidad mediante la cuál los grandes productores de plásticos (Nestlé, Bimbo, Campofrío, L´Oreal, etc.) no solo blanquean su imagen, sino que mantienen el monopolio sobre el reciclaje de envases domésticos. También merecieron nuestro premio por boicotear las iniciativas de restaurar un sistema más sostenible con el fin de aferrarse a la estrategia fraudulenta con la que nos timan a los consumidores.
Este año 2021, desgraciadamente, fueron muchos los candidatos propuestos a nuestro premio. Todos ellos han sido sometidos a una dificilísima criba tras la cual los finalistas brillaron en base a sus propios méritos. Y de entre estos, el jurado tendrá la ingrata tarea de elegir solo a un ganador, a pesar de la abundancia de razones que tenemos para premiarlos a todos.
Los candidatos de este año para alzarse con el galardón La Bullada Purpurina 2021 son:
- Ence, en Navia, por seguir empobreciendo y forzando la región saturándola de eucaliptos con el impacto ambiental que suponen. Por atentar contra nuestro ecosistema endémico presionando para que se apruebe el cultivo de la variante de eucaliptos Nitens una vez que la Globulus agote su rentabilidad. Por representar el modelo de corrupción y toxicidad empresarial que ahora, más que nunca, debemos evitar si queremos tener un futuro, pues las ganancias millonarias de Ence se cobran a base de destruir nuestra naturaleza desde su factoría de Navia, y ese impacto no hará más que aumentar en los próximos años.
- Arcelor, en Avilés, Corvera, Gozón, Carreño y Xixón, por la implacable contaminación del aire, el agua y el suelo. Por ejercer su poder como gran empresa en contra del beneficio de todos y todas. Por paralizar, continuamente, las reformas ambientales comprometidas en sus instalaciones haciendo tímidos avances con la intención de silenciar a la opinión pública, pero no adoptando nunca soluciones reales.
- Orovalle, en Belmonte y Salas, por seguir contaminando con sus vertidos en la planta de tratamiento de Belmonte. Por amenazar todo el occidente asturiano con los nuevos proyectos mineros para la búsqueda de oro.
- Las Compañías eléctricas, por la extremada sociopatía que demuestran sistemáticamente alimentando la pobreza energética que ellas mismas generan. Por estrangular a la población con sus tarifas infladas artificialmente obligándonos a ceder a sus intereses. Por aprovechar la crisis energética y el incremento del precio del gas castigando, como siempre, a los ciudadanos más vulnerables. Y entre tanto, por desecar los ríos y el suelo con sus embalses y seguir generando un alto grado de contaminación desde sus centrales térmicas.
- Chemastur, en Castrillon, por ser una de las empresas más denunciada por la vecindad, harta de soportar la contaminación que genera. Por sumar tantas infracciones contra las condiciones medioambientales y de salud laboral que los propios trabajadores de sus instalaciones se han sumado a las protestas denunciando las fugas de gases y polvo a la atmósfera. Quizás deberíamos agradecerles este hito, pues no suele suceder que los trabajadores convoquen unas movilizaciones tan contundentes por cuestiones ambientales.
El fallo del jurado decidirá la próxima semana cuál de estas empresas se revela como la más descalificable en un momento vital (en términos medioambientales) en el que estamos obligadas a señalarlas y expresar con claridad el valor de sus actividades perjudiciales. La Bullada Purpurina se entregará, simbólicamente, el 28 de diciembre.
Coordinadora Ecoloxista d’Asturies