- El consumo moderado se podría definir como un máximo de 700 ml de cerveza diaria para los hombres y 400 ml para las mujeres
- Los ingredientes de la cerveza podrían aportar efectos positivos en la salud cardiovascular y la microbiota
Madrid, 2 de diciembre de 2021. – Más de cien alumnos y docentes de distintas facultades de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) han asistido a la XIII edición de la Jornada Científica sobre Bebidas Fermentadas y Salud enmarcada dentro de la Cátedra de Bebidas Fermentadas de la UCM. La jornada se ha celebrado hoy bajo el título ‘Bebidas fermentadas, dieta y salud: una actualización para 2022’.
Los catedráticos César Nombela y Humberto Martín han sido los encargados de inaugurar la jornada y han recordado que “la evidencia científica indica que no existen razones sólidas para abandonar el consumo de bebidas fermentadas de bajo o medio contenido alcohólico. Este tipo de bebidas (vino, cerveza y sidra), se puede disfrutar por parte de aquellos que las consumen de una manera moderada, preferentemente de forma simultánea con la comida, dentro de una dieta y un estilo de vida saludables. Y todo ello siempre que se trate de adultos sanos. No se plantea en ningún caso recomendar el consumo de alcohol sino de señalar que las bebidas fermentadas pueden encajar en una dieta saludable. En cualquier caso, la conclusión firme es que el consumo excesivo de alcohol siempre debe de ser desaconsejado en cualquier situación”. Precisamente, esta es una de las conclusiones de un documento que acaba de elaborar la Cátedra de Bebidas Fermentadas que recoge los últimos estudios científicos publicados para valorar, de forma actualizada, la relación entre el consumo moderado de bebidas fermentadas y la salud.
Posteriormente, la Dra. María Cortes Sánchez-Mata, del Departamento de Nutrición y Ciencia de los Alimentos de la Facultad de Farmacia de la UCM, ha realizado una conferencia titulada ‘Las bebidas fermentadas en el contexto de la Dieta Mediterránea` donde ha afirmado que, desde la Antigüedad, los pueblos que han habitado la cuenca Mediterránea han consumido diversos tipos de bebidas fermentadas, incluyendo vino y cerveza así como bebidas hechas a base de leche fermentada líquida. “Estos productos han estado íntimamente ligados a los hábitos alimentarios y tradiciones que durante siglos han conformado la conocida y reputada Dieta Mediterránea, contribuyendo de diferentes formas a sus muchos beneficios para la salud”, ha declarado la Dra. Sánchez-Mata.
Por su parte, la Profesora de Investigación Ascensión Marcos, del Instituto de Ciencia y Tecnología de los Alimentos y Nutrición del CSIC, ha presentado su conferencia ‘¿Podríamos incluir el consumo moderado de cerveza en una dieta saludable?’ en la que ha recordado que “el consumo moderado de cerveza puede estar incluido dentro de una alimentación y estilo de vida saludable, ya que, según la evidencia científica, puede estar asociado a algunos beneficios para la salud. Así, este consumo moderado se puede definir como 700 ml de cerveza diarias para los hombres y 400 ml para las mujeres, siempre teniendo en cuenta que este consumo debe hacerse por adultos sanos, preferiblemente acompañado de comida y debe distribuirse a lo largo de varios días, evitando episodios de consumo excesivo o ‘atracones’, sobre todo durante los fines de semana”.
Salud cardiovascular y microbiota
Asimismo, la Dra. Gemma Vilahur, del Institut de Recerca del Hospital de la Santa Creu i Santa Pau de Barcelona, ha expuesto, dentro de su conferencia ‘Consumo moderado de bebidas fermentadas y salud cardiovascular’ los datos epidemiológicos, ensayos en humanos y estudios preclínicos que respaldan los efectos beneficiosos asociados al consumo moderado de cerveza sobre la salud cardiovascular. Además, ha ahondado en los mecanismos y vías de señalización mediante los cuales “la cerveza, y más concretamente sus ingredientes, ejercen dichos efectos beneficiosos en los vasos sanguíneos y el corazón”, ha señalado la Dra. Vilahur.
Por último, la jornada ha sido cerrada con la conferencia de la Dra. Isabel Moreno-Indias, de la Unidad de Gestión Clínica de Endocrinología y Nutrición del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga e investigadora del CIBERobn que, bajo el título ‘Efecto de las bebidas fermentadas sobre la microbiota’ ha señalado que los polifenoles contenidos en la cerveza son utilizados por la microbiota y esto conlleva posibles beneficios en la salud, como una mayor protección cardiovascular.