Oviedo, 24 de noviembre de 2021.- El compromiso de las empresas por hacer que los envases que ponen en el mercado sean diseñados -fase donde se determina el 80% del su impacto ambiental- en base a criterios de sostenibilidad, es algo que lleva más de dos décadas instaurado en nuestro país. En línea con esto, su apuesta por el ecodiseño, que busca hacer los envases más sostenibles y con una huella ambiental lo más reducida posible cobra aún más protagonismo como herramienta con la que avanzar hacia un modelo de economía circular.
Prueba de ello es que, según el VII Plan Empresarial de Prevención (2018-2020) de Ecoembes -la organización ambiental sin ánimo de lucro que coordina la gestión del reciclaje y el ecodiseño de los envases domésticos en España-, en los últimos tres años 17 empresas asturianas -el 65% de ellas pymes- han aplicado hasta 83 medidas de ecodiseño para minimizar el impacto ambiental de sus envases. De entre todas ellas, 38 (45,5%) se han destinado a fomentar la circularidad de los envases, bien haciéndolos más fácilmente reciclables, bien reintroduciendo material previamente reciclado en los mismos
Otras de las medidas que cada vez son más adoptadas por las empresas asturianas son las relacionadas con reducir o eliminar el uso de plástico y otros materiales empleados en la fabricación de los envases, en concreto, 33 medidas (40%) perseguían ese objetivo.
“La legislación marca importantes retos en materia de sostenibilidad de envases que requieren de una apuesta decidida por la innovación. En este sentido, el ecodiseño es una de las herramientas que las empresas tienen a su disposición para conseguir dar respuesta a estos desafíos y contribuir así a avanzar hacia un modelo de economía circular”, ha afirmado Begoña de Benito, directora de Relaciones Externas de Ecoembes, quien también ha añadido que “desde Ecoembes queremos acompañarlas en este camino y, por eso, ponemos a su disposición herramientas y metodologías para que puedan aplicar el ecodiseño en sus compañías”.
Otras medidas de ecodiseño aplicadas por las empresas asturianas han ido enfocadas a la reducción del impacto ambiental de los envases (11%), a su reutilización (2,5%) -un concepto que va a cobrar protagonismo en la economía circular-, o a su rediseño (1%).
Por sectores, de las 83 medidas del VII Plan, el 98% han sido desarrolladas han sido en el de la alimentación, un 1% en el del cuidado personal y del hogar y, el 1% restante, en los sectores de equipamiento del hogar, textil y piel y motor.
A nivel nacional, gracias a todas estas medidas, durante estos tres años se ha conseguido reducir 104.556 toneladas de materias primas utilizadas en la fabricación de envases, ahorrando 11.229.202 MWh de energía y de 124.422.812 m3 de agua.
Ecodiseño, un compromiso extendido entre las empresas
Son muchas las empresas que llevan años mostrando su compromiso con el estudio y aplicación de medidas de ecodiseño. De hecho, desde 1999 se han implantado más de 54.500 medidas que van desde la eliminación de material innecesario hasta la reincorporación de plástico reciclado, entre otras, haciendo posible que una botella de agua pese un 18,4% menos que hace 20 años y un bote de yogur sea un 21% más ligero.
Todo ello ha permitido que se ahorren un total de 607.971 toneladas de materia prima y se evite la emisión de 2.333.625 toneladas de CO2. Asimismo, se ha evitado el consumo de más de 24 millones de Mwh de energía y se han ahorrado más de 221 millones de m3 de agua.
La innovación, aliada para seguir avanzando
En este compromiso de las empresas por avanzar hacia un modelo circular, la innovación se presenta como un aliado clave para conseguir envases más sostenibles, ofreciendo metodologías novedosas para disminuir su impacto ambiental, mejorar su reciclabilidad o buscar nuevos materiales sostenibles para emplear en su fabricación.
Para contribuir a ello, Ecoembes creó en 2017 TheCircularLab, el primer centro de innovación sobre economía circular de Europa, en el que se investiga y trabajan las mejores líneas de innovación en el ámbito de los envases y su posterior reciclado desde diferentes áreas, siendo el ecodiseño una de ellas.
En este sentido, en TheCircularLab se ha desarrollado una metodología única -PackCD- que permite a las empresas evaluar el nivel de sostenibilidad de sus envases a través de una webapp en la que las propias empresas pueden realizar sus análisis y obtener directamente la evaluación. Esta herramienta está siendo testada a través de pilotos en los han participado tanto envasadores como algunos fabricantes de envases. El laboratorio también está trabajando en I+D+i para impulsar nuevos materiales de envasado. Uno de estos desarrollos es un material bio-bio, es decir, biobasado –que se obtiene a partir de fuentes renovables, como restos vegetales, o material procedente de la fracción orgánica de residuo sólido urbano (Forsu)– y compostable, pudiendo gestionarse en el contenedor de materia orgánica y, en las condiciones de operación adecuadas, convertirse en compost y formar parte de abono para nuevas aplicaciones agrícolas
TheCircularLab también cuenta con el Observatorio del envase del futuro, una plataforma de conocimiento sobre el envase que recoge y analiza las noticias y tendencias aparecidas a nivel mundial en materia de ecodiseño, legislación, modificación de los procesos de producción actuales o aparición de nuevas tecnologías que mejoren la eficiencia de los mismos, entre otros.