Nosotros podemos conocer lo que hay en la cápsula del tiempo de nuestros estudiantes acerca del cambio climático sin esperar al 2070

Nosotros podemos conocer lo que hay en la cápsula del tiempo de nuestros estudiantes acerca del cambio climático sin esperar al 2070

Carta a nuestros compañeros y compañeras habitantes del futuro  

Hoy es 16 de noviembre de 2021 y desde este bosque de Muniellos, en el corazón verde  de Asturias, alumnos y alumnas de varios colegios e institutos os enviamos esta carta  para deciros que el cambio del clima está ya afectando a los pueblos y ciudades en  donde ahora vivimos, y que nos preocupa que sus consecuencias sean más graves en  ese futuro en el que vosotros vivís.  

Somos muy jóvenes y no hemos vivido todavía tanto tiempo como para notar que el  clima haya cambiado, pero nuestros abuelos y abuelas nos dicen que el tiempo está  loco, que ya no nieva como antes, que desde hace un tiempo llueve menos pero más  intensamente, y los veranos empiezan y terminan cada año más tarde. También  sabemos, porque nuestros profesores y profesoras nos lo han enseñado, que los  científicos, basándose en sus estudios, están completamente convencidos de que es  verdad, que ese cambio es real. Y que su causa son los gases de efecto invernadero  que emiten las fábricas, los motores de los vehículos, las calefacciones de nuestras  casas, al formar una capa que no deja escapar al espacio la radiación solar, y así la  tierra se está calentando más rápido que nunca antes. Las consecuencias, nos dicen,  pueden ser muy graves: el nivel del mar subirá y afectará a nuestras costas y playas,  bosques como éste en el que estamos estarán en peligro, tendremos más plagas en los  cultivos y enfermedades del ganado, y el aumento de la temperatura perjudicará sobre  todo a las personas más vulnerables de nuestra sociedad. Si todas estas cosas las  estáis notando ya vosotros que vivís en el futuro, es que hemos fracasado en el  propósito que nos ha traído hoy aquí para enviaros este mensaje.  

Somos estudiantes y confiamos en la ciencia, hemos visto cómo los progresos  científicos han traído muchos beneficios; la última prueba de ello está en la vacuna  contra el COVID-19, que está consiguiendo detener esta enfermedad que en 2020 y  2021, como seguramente sabréis, se ha extendido por todo el mundo y nos ha hecho  cambiar nuestro día a día, hasta el punto de estar incluso confinados durante un tiempo  en nuestras casas.  

Confiamos en la ciencia y por eso hoy, junto con tantos chicos y chicas como nosotros  en los cinco continentes, damos la voz de alarma también aquí, en Asturias: estamos  en emergencia climática, y es necesario actuar ya si no queremos que el calentamiento  global se acelere aún más y ponga en peligro la supervivencia de nuestra especie en  este pequeño planeta.  

La situación es muy preocupante, pero la buena noticia es que creemos que aún hay  tiempo. Es verdad que algunos cambios ya no tienen vuelta atrás y que tendremos que  adaptarnos, pero todavía hay esperanza, podemos evitar la catástrofe. Y todos podemos  contribuir a ello. “A granín y a granín, faise molienda pal molín” o, como dice una de  nuestras compañeras, “si cada uno pusiéramos de nuestra parte, aunque sea algo,  empezaría por fin el cambio”.  

Por nosotras y nosotros no va a quedar. Nos comprometemos a cuidar y respetar  nuestro entorno más cercano, nuestras casas, nuestros colegios e institutos, los parques  y los jardines de nuestros pueblos y barrios; a usar menos el coche y caminar más o  movernos en bicicleta, a reducir todo lo posible nuestros residuos; después de todo, no  es más feliz quien más tiene, sino quien menos necesita. Y también pedimos a quienes  nos gobiernan que escuchen a los científicos, asuman su responsabilidad y tomen  medidas urgentes para reducir las emisiones, aprovechar la energía del sol y del viento,  construir ciudades para las personas, no para los coches, y mejorar los servicios y las  oportunidades de empleo para que podamos vivir en los pueblos con la misma calidad 

de vida que en las ciudades, y que ese cambio tan necesario sea justo y tenga en cuenta  especialmente a la gente más vulnerable.  

Precisamente la semana pasada, representantes de todos los países del mundo se  reunieron en una región que tiene mucho en común con la nuestra, por lo verde y por  su pasado carbonero. Estuvieron en Glasgow, Escocia, debatiendo qué hacer ante esta  emergencia global. Desde aquí trasladamos nuestro deseo de que hayan alcanzado  buenos acuerdos, de manera que el planeta en que nos toque vivir y en el que viváis  vosotros sea habitable y digno de ser vivido. Es nuestro futuro y nuestro derecho.  

Esperamos que en el año 2070, cuando leáis esta carta, amigos y amigas del porvenir,  todos estos compromisos, esperanzas y anhelos se hayan cumplido, y en vuestra  Asturias el aire y el agua sean abundantes y limpios, los bosques frondosos, como éste  de Muniellos, y vuestros pueblos y ciudades estén llenos de alegría y vida.  

Os enviamos, a través del tiempo, un fraternal abrazo,  

Alumnos y alumnas de los colegios de Pola de Allande, La Salle, -La Felguera- y Carlos  Bousoño, de Boal, y de los institutos de Los Campos, en Corvera, de Pravia y Valle de  Aller; en representación de todos los niños y niñas de Asturias.

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