Quizás hayan visto últimamente por las costas asturianas a grupos de hombres (pues es un colectivo abrumadoramente masculino) apostados junto a ríos, cuencas fluviales o próximos a los estuarios. Son, mayormente, pescadores profesionales que aguardan el comienzo de la temporada de pesca de la angula. Ellos son el elemento más visible al que poder culpar por el peligro de extinción de la anguila. Pero no nos engañemos. Sólo son un eslabón más en la cadena de responsabilidades.
Hoy se han publicado en el BOPA las dos resoluciones de la Consejería de Desarrollo Rural y Cohesión Territorial que regulan la campaña de pesca 2021/2022 de la angula. Otra resolución incongruente, que atenta contra la supervivencia de una especie y que va contra las necesidades de estos tiempos de urgencia medioambiental. Un año más tenemos que acatar, alucinados, que se permita la pesca de la angula, aunque quede vedada la de la anguila. No podemos más que cuestionarnos qué motivos absurdos llevan a permitir la pesca del alevín y a vedar el ejemplar adulto. Y aunque somos plenamente conscientes que dichos motivos son económicos, seguimos sin comprender cómo pueden ejecutarse estas resoluciones contradictorias que únicamente conducen a la mengua sistemática de las especies y, por supuesto, a la de la pesca.
La temporada de pesca dará comienzo el 1 de noviembre de este 2021 y se prolongará hasta el 28 de febrero de 2022. No obstante, debido a la dificultad que entraña su pesca en determinados momentos de los ciclos naturales (mareas, fases lunares, etc.), los días hábiles están sujetos a modificaciones de manera que la campaña puede ampliarse hasta marzo.
Este año se autorizan 36 embarcaciones y 48 pescadores a pie en el área de la ría del Nalón. En la ría de Tinamayor, en la frontera con Cantabria, a 20 pescadores. Se autorizan, además, 84 profesionales en la zona libre del resto de Asturias. Estas cifras son similares a las de la campaña anterior, lo que da la idea de que no se preserva para nada el recurso, solo se reduce 4 profesionales en la zona libre. Parece al menos de sentido común el pensar que si no se decide acogerse a un paro biológico de la flota (única medida que vemos realmente efectiva a corto plazo), al igual que se hace con otras especies con claras reducciones de sus stocks pesqueros, al menos la flota deberá irse reduciendo a medida que los integrantes de la misma van abandonando la actividad pesquera, principalmente por jubilaciones.
Carece de sentido que no se aproveche dicha situación y que sin embargo se sigan dando nuevas licencias que cubren las bajas producidas, no reduciendo por tanto en ningún momento la presión pesquera, entrando en clara contradicción e incumplimiento con lo dispuesto en el Reglamento (CE) n.º 1100/2007 del Consejo por el que se establecen las medidas para la recuperación de la anguila europea. De este modo, nuestro gobierno incurre en una destructiva contradicción al permitir la pesca de las crías de la anguila, desoyendo la exigencia de la “reducción de la actividad pesquera comercial”.
Las numerosas investigaciones de biología marina y estudios científicos no dejan lugar a dudas sobre la crítica situación de la anguila europea. Estiman una pérdida de biomasa del 98%, una cifra terrible que sitúa a la especie muy lejos de los límites de su seguridad y no dejan mas posibilidad que un pronóstico pesimista sobre su supervivencia.
Entre las causas principales de esta amenaza están la pesca y la destrucción de su hábitat, reducido a tramos litorales de las cuencas fluviales. Así las cosas, es necesario que el Gobierno de Asturias límite exhaustivamente la pesca de los alevines de la anguila -las angulas-, y permita la recuperación de los bancos naturales en beneficio de todos y todas: de la especie, en primer lugar y del futuro de una pesca sostenible en segundo lugar. Es evidente que las actuales capturas hacen la pesquería insostenible interfiriendo en el crecimiento de las angulas, que no llegan a alcanzar su fase adulta, y poniendo así en riesgo el futuro de este pez que antes abundaba en nuestros ríos.
En la Coordinadora Ecoloxista d’Asturies consideramos que deben vedarse por completo las capturas de la angula hasta que haya una evidente recuperación de la especie y pueda realizarse una pesca sostenible. El paro biológico de la flota debe producirse a la mayor brevedad. Estas medidas urgentes ya han sido adoptadas en otras Comunidades Autónomas como Andalucía y es necesario que Asturias se sume a las medidas conservacionistas que aseguren un futuro mucho más abundante en nuestra región.
Coordinadora Ecoloxista d’Asturies