El Ejecutivo ha aprobado un gasto de 660.000 euros destinado a ayudas para víctimas de violencia de género y a hijos e hijas de mujeres asesinadas por esta causa. Las subvenciones persiguen ofrecer respaldo económico a las mujeres que sufren maltrato y facilitar su independencia, así como apoyar a sus descendientes en los casos más extremos.
La convocatoria de subvenciones para este año se divide en dos líneas:
- 30.000 euros para descendientes de víctimas mortales de la violencia de género. Esta línea se orienta a huérfanos y huérfanas en situación de vulnerabilidad y en riesgo de sufrir pobreza y exclusión social.
- 630.000 euros para mujeres víctimas de violencia de género que no convivan con el maltratador y necesiten apoyo económico para iniciar el proceso de recuperación y una vida autónoma. Para optar a las ayudas, sus ingresos mínimos mensuales deben ser iguales o inferiores a tres veces el índice público de renta a efectos múltiples (Iprem), considerado en 12 mensualidades. También han de contar con el informe positivo del centro asesor de la mujer correspondiente o una sentencia de cualquier orden que acredite la situación de víctima.
En ambos casos, la cuantía de la ayuda será de 3.000 euros en un pago único anual.
Tras la publicación de la convocatoria correspondiente en el Boletín Oficial del Principado (Bopa), la Dirección General de Igualdad abrirá un plazo de 20 días hábiles para la presentación de solicitudes. Las bases se pueden consultar en la resolución del Bopa del 10 de septiembre.
Estas ayudas se enmarcan entre las medidas integrales de protección, atención y asistencia a las víctimas, así como a sus hijas e hijos, y están financiadas con fondos del Ministerio de Igualdad, a través del Pacto de Estado contra la Violencia de Género.
La Ley del Principado 2/2011, de 11 de marzo, para la Igualdad de Mujeres y Hombres, señala que la Administración proporcionará el apoyo preciso a las víctimas de violencia de género para su total recuperación y hará efectivos sus derechos a la información y la asistencia social y jurídica. No obstante, a pesar de este abordaje integral, se mantienen algunas trabas asociadas al momento de la ruptura con un maltratador que dificultan la salida de las mujeres de la situación de violencia. Uno de esos inconvenientes es la dependencia económica, dado que a menudo las mujeres asumen el papel de sustentadoras únicas de la unidad familiar, a lo que se une el hecho de que con frecuencia deben abandonar el domicilio conyugal, con las necesidades que eso conlleva. El Principado convoca las ayudas para apoyar a las mujeres en estas circunstancias y establece unos mecanismos que facilitan la rápida percepción de los fondos por parte de las beneficiarias.