La nueva especie denominada ‘Coelastrella cogersae’ tiene potencial de uso biotecnológico por su capacidad para generar pigmentos de interés para la industria alimentaria
Los investigadores consiguieron aislar con éxito un total de 14 cepas de microalgas, tres de ellas capaces de producir carotenoides, compuestos empleados en la producción de complementos nutricionales
El trabajo se enmarca en el proyecto ReCO2very que tiene como objetivo estratégico desarrollar una solución para reducir las emisiones de CO2 en las instalaciones de incineración de residuos
Oviedo/Uviéu, 15 de septiembre de 2021. Un grupo de investigación de la Universidad de Oviedo ha identificado una nueva especie de microalga, denominada Coelastrella cogersae, en charcas de lluvia localizadas en el entorno del vertedero de residuos no peligrosos de COGERSA, en Asturias. La nueva especie tiene potencial de uso biotecnológico por su capacidad de producción de carotenoides, sustancias de interés para la industria farmacéutica y alimentaria.
El hallazgo acaba de ser publicado en la revista Science of the Total Envronment, una de las revistas de mayor impacto en el área de ciencias medioambientales. El trabajo se enmarca además dentro del proyecto ReCO2very (Recuperación de CO2 de emisiones de incineradoras de residuos y aprovechamiento para la producción de microalgas) que lidera por parte de la Universidad de Oviedo José Manuel Rico, catedrático del Departamento de Biología de Organismos y Sistemas y decano de la Facultad de Biología.
La identificación de esta nueva especie de microalga es uno de los resultados de la tesis doctoral de David Suárez Montes, dirigida por José Manuel Rico, que ha utilizado herramientas moleculares y de cultivo en el laboratorio. El descubrimiento ha contado además con la participación de Yaisel Borrell, del Área de Genética de la Universidad de Oviedo, y José Manuel González, jefe de I+D+i en COGERSA.
El profesor José Manuel Rico explica que, debido a su gran capacidad de adaptación, las microalgas tienen varias aplicaciones industriales, entre ellas la producción de pigmentos para un sector en auge como el nutracéutico. Sin embargo, la escasez de estudios sobre la diversidad y las historias de vida de varios entornos, aconseja, según este investigador, la necesidad de más estudios sobre nuevas especies y hábitats.
El trabajo ahora publicado evaluó la diversidad de microalgas en cuerpos de agua de un vertedero de residuos sólidos urbanos en Asturias. Los investigadores consiguieron aislar con éxito un total de 14 cepas de las cuales tres mostraron actividad caretogénica, es decir, eran capaces de producir carotenoides, compuestos implicados en muy diversas actividades biológicas, que se utilizan frecuentemente en la elaboración de complementos alimenticios.
Como resultado de la investigación, sus autores han propuesto la clasificación de una nueva especie la Coelastrella cogersae que, en opinión del profesor Rico, supone “un gran paso adelante tanto en la selección de entornos menos conocidos como en el descubrimiento de nuevas fuentes de compuestos bioactivos ya que el estudio podría ser de gran valor para las industrias y los mercados nutracéuticos”.
El trabajo se enmarca en el proyecto ReCO2very que tiene como objetivo estratégico desarrollar una solución, altamente innovadora e integrada, para reducir las emisiones de CO2 en las instalaciones de incineración de residuos recuperándolas, a través del cultivo de microalgas, para la producción de biocarburantes u otras formas de energía.
Este proyecto de la universidad asturiana pretende asimismo afrontar el reto al que se enfrentan las industrias europeas de tratamiento de residuos que deben encarar durante los próximos años una transición hacia una economía más verde y circular. El consorcio está constituido por seis organizaciones asturianas: INGEMAS (Grupo TSK), COGERSA, NEOALGAE, el Instituto de Ciencia y Tecnología del Carbono (INCAR-CSIC), el Centro Tecnológico de los Materiales (ITMA) y la Universidad de Oviedo.