El diseñador ovetense pregona las fiestas recordando su origen: “los carbayones somos como ese gran roble que reinaba en la calle Uría” y apelando a la libertad: “en Oviedo nunca he tenido miedo. Y esto, desgraciadamente, ya no se puede decir en todas las ciudades de España”
Oviedo.- Plaza del Ayuntamiento. Unas 200 personas sentadas en sillas, la Real Banda de gaitas Ciudad de Oviedo rodeándolas y en el salón de plenos, concejales de la Corporación municipal, encabezados por el Alcalde, Alfredo Canteli y nuestro ‘Mateín’. A las siete menos cinco de la tarde, el pregonero, el diseñador Pelayo Díaz hace su entrada. Saluda al primer edil y a la concejala de Festejos, Covadonga Díaz y sale al balcón para anunciar el comienzo de las fiestas mateínas saludando a “las vecinas y vecinos” de su añorada Oviedo. Y relata: “Esta mañana me he levantado aquí en esta maravillosa ciudad y he pensado lo afortunado que soy de pertenecer a este paraíso. Es un auténtico lujo estar hoy en esta tan noble, muy leal, benemérita, invicta y buena ciudad de Oviedo. Mi ciudad, la que tantas veces recorrí y que tanto, tantísimo… echo de menos. ¡Escuchadme, vecinos, cuando os digo que me siento afortunado, que somos afortunados de poder estar hoy aquí! Permitidme que os cuente cómo me siento, con humildad. Me siento como aquel guaje de 5 años que recorría las calles más céntricas de la ciudad embobado, mirando la belleza de los escaparates y mirando hacia arriba, admirando edificios como La Jirafa o el termómetro Como aquel chiquillo que admiraba a las mujeres que tomaban café en La Mallorquina y que era el más feliz cuando sus padres le daban unas monedas para comprar Moscovitas o carbayones. En esas calles yo forjé mi identidad, yo me enfrenté a mis miedos y le di forma a mis sueños. Y esas calles son las mismas calles que hoy recorren tantos niños y niñas a los que les debemos la posibilidad de creer en sí mismos para realizar lo que deseen. Para mí siempre es importante volver a Oviedo porque Oviedo es el origen. El origen de todo, donde nací yo, donde nacieron las personas que más amo y, sobre todo, donde nacieron mis sueños. Mis sueños no nacieron paseando por Londres, mis sueños no nacieron tomando un café en frente de la Torre Eiffel de Paris, mis sueños nacieron caminando por la calle Uria, comiéndome barquillos por el Parque San Francisco, comprando flores en el Fontán, haciendo recados con mi abuelo o escuchando las historias de mi abuela mientras cosía”. Y ha continuado: “Cuando vuelvo a Oviedo, vuelvo a soñar. Vuelvo a recordar por qué y por quienes hago todo lo que hago. Porque para mí Oviedo es refugio cuando algo no va bien, el calor de mi hogar; pero Oviedo también es donde vengo a celebrar lo que he conseguido sin olvidar quien soy. Llevo días nervioso por este momento, por el momento en el que me subiría a este balcón del Ayuntamiento y me dirigiría a todes vosotres para dar este pregón de San Mateo que es un privilegio pero una gran responsabilidad también ya que hay varios mensajes que os quiero transmitir. Os decía antes que somos afortunados de poder estar hoy aquí, y si podemos es gracias, por supuesto, a los sanitarios, a los vecinos y su responsabilidad, pero sobre todo podemos hoy estar aquí gracias a un complemento que se ha puesto de moda a la fuerza: la mascarilla. ¿Quién nos iba a decir que este pedacito de tela se iba a convertir no solo en última tendencia, sino también en nuestra salvación? Esto no lo hubiera podido predecir ni Vogue, ni las pasarelas de París o Milán. ¡Bendita mascarilla! porque gracias a las mascarillas ahora podemos estar un poco más cerca. No podemos darnos las manos pero sí mirarnos a los ojos. Y gracias a las mascarillas, y a la vacuna, este año podemos ¡celebrar las fiestas de San Mateo!”
Emocionado, el diseñador ovetense ha asegurado que “cuando el señor alcalde se puso en contacto conmigo para preguntarme si aceptaría dar el pregón os prometo que una lágrimina me cayó por la mejilla. No solo por el inmenso honor que esto representa sino porque mis paisanos ovetenses tendrían sus merecidas fiestas de vuelta. Han sido unos meses duros en los que todos, yo me incluyo, hemos sentido miedo, mucho miedo. Hemos sentido miedo por nuestra salud, por nuestros seres queridos, por nuestros trabajos, por nuestro futuro… y aunque todavía debemos mantenernos en alerta, es cierto que ya empezamos a ver la luz al final del túnel, y esa luz… se llama hoy… San Mateo! ¡San Mateo y las fiestas de Oviedo son perfectas! No necesitan ningún cambio, y eso no es fácil de decir. Recuerdo cuando era pequeño y en septiembre empezaba el colegio, pero ayyyy a la semana… el esperado San Mateo! Vacaciones, fiestas y un poco más verano, y más unión, y más celebración con la familia y los amigos. Y qué guapa se pone la ciudad y los guapas que os ponéis todas y todos vosotros. Es como una Navidad anticipada. (Que ya quisiera Vigo tener una Navidad en septiembre, es broma. Y con esta luz propia, es broma) Otra de las cosas que me parece importante de Oviedo y de sus gentes es la solidaridad. De Oviedo me gustan sus mujeres fuertes, trabajadoras que luchan y se dan la mano. De Oviedo me gustan los currantes, los que tiran del carro, que no paran, los comerciantes, los tenderos, los empresarios, o los que están en búsqueda de su pasión, todos… Pero sobre todo de Oviedo me gusta la libertad. Yo en Oviedo nunca he tenido miedo. Y esto, desgraciadamente, ya no se puede decir en todas las ciudades de España. Y me pongo muy serio”.
Como miembro del colectivo LGTBI+ , Dïaz ha reclamado “el derecho a ir por la calle sin miedo, sin temor a que me insulten, o me peguen una paliza o me quiten la vida y os invito a todes a ser nuestros aliados, porque os necesitamos. El odio no tiene cabida en la ciudad de Oviedo, porque en esta ciudad somos personas de bien, vecinos que nos ayudamos y nos queremos y que no vamos a permitir ningún tipo de discriminación. Os doy las gracias de anteamano, carbayones, por luchar conmigo contra la discriminación, por plantaros ante una falta de respeto homofoba, por apoyar la libertad de amar, por inculcar el derecho a ser uno mismo y por luchar, en general, por la búsqueda del respeto y la igualdad identitaria. Y para todo esto os necesitamos a todos y todas, no es un problema que nos atañe solo a miembros de la comunidad LGTBI, necesitamos aliados que alcen la voz por nosotros. A nuestros padres, nuestros abuelos, vecinos, novios de nuestras amigas o maridos de nuestras hermanas, esta lucha mes de todes y por todes. Y es que somos carbayones porque somos como ese gran roble que reinaba la calle Uría. Un árbol fuerte, frondoso, grande y generoso. Y pienso que la raíz de nuestra personalidad tiene su origen en ese árbol. La gente de Oviedo es gente fuerte, con personalidad y, lo que más me gusta, gente de palabra, que te promete una cosa o se compromete a algo y sabes que va ser así. Papa, mamá, mi hermana Natalia, Andy, mi marido, mis sobrinos, mis amigos venidos de todas partes de España y todos y cada uno de los que estáis aquí esta tarde, por favor, acompañadme. Quiero levantar este primer brindis por aquellos que lamentablemente no están aquí este año con nosotros pero que sin duda recordaremos porque han dejado una huella permanente en nosotros, quiero levantar ese brindis por todos los sanitarios que han librado esta guerra en primera línea de batalla de una forma ejemplar en inmejorable y quiero absolutamente levantar este primer brindis por los todos que seguimos aquí luchando, peleando, sonriendo… por los que hacemos de Oviedo una ciudad ejemplar, una ciudad elegante, distinguida y amable. Una ciudad de todes y para todes!! Que comiencen las fiestas de San Mateo!”, ha concluido el pregonero, no sin antes pedir respeto al público que alzaba pancartas en contra de la Ronda Norte. “No es el momento para protestar por ninguna causa”, ha asegurado.
De la misma opinión se ha mostrado el Alcalde, Alfredo Canteli, que ha cerrado el pregón apelando a la responsabilidad de los ovetenses y ha deseado unas felices fiestas a todos los ovetenses y visitantes. "Viva Oviedo. Viva San Mateo".