Autor: Lic. Javier Gazca Gutiérrez
El sentimiento de inferioridad aparece en personas con una gran dificultad para creer en sí mismas, que piensan que los demás individuos les superan en todo. Las personas con sentimientos de inferioridad suelen compararse con los demás y casi siempre llegan a la conclusión de que no son suficientes para lograr sus objetivos por falta de capacidad. Sin embargo, los motivos por los cuales una persona se siente inferior generalmente son desproporcionados y le reflejan una imagen distorsionada sobre sí mismo. Es decir, el complejo de inferioridad encierra tanto una idea irracional como una imagen distorsionada de sí mismo. El problema es que al creer que nuestro sentimiento de inferioridad se corresponde con la realidad esta creencia termina por conducirnos al fracaso, provocando vergüenza y angustia.
Nota: Es 100% recomendable acudir con un especialista si notas que tienes complejo de inferioridad.
Cómo identificar si tengo complejo de inferioridad
El complejo de inferioridad puede tener muchas características y variables. Pero existen algunas constantes que se pueden manifestar en distintas áreas del desarrollo de la persona entre las cuales encontramos:
- Comparación constante con los demás.
- Escasa confianza en tí mismo y en tus capacidades.
- Gran timidez en los contextos sociales, llegándose a presentar inclusive un comportamiento francamente evasivo por miedo a fallar en la interacción social.
- Complacencia excesiva hacia los demás. Esto se manifiesta con una gran dificultad para poner límites y falta de asertividad.
- Dificultad para tomar decisiones debido a que experimenta una inseguridad extrema.
- Es extremadamente sensible a las críticas y es perfeccionista. Se puede manifestar a través de una dependencia excesiva del consejo y las opiniones de los demás.
- Tendencia a menospreciar sus logros y sobrevalorar el éxito de los otros.
● Sufre con el sentimiento de incapacidad, victimismo y baja autoestima.
¿Cómo se gesta el complejo de inferioridad?
Una fuente importante de estos sentimientos se gestan durante la infancia, cuando el niño es visto por sus padres o por las figuras emocionalmente significativas para él como poseedor de características o cualidades menos deseables frente a sus hermanos o compañeros, nunca recibe reforzamientos positivos, recibe críticas o francos ataques, entre otras cosas. Esto comenzará a generar pensamientos negativos del tipo “no soy lo suficientemente bueno”, “todos son mejores que yo”, “soy inferior”. Estos pensamientos se van fijando en la persona y provocan que tienda a retraerse, a no mostrar iniciativa propia, que piense que es menos inteligente o agradable que sus pares y en definitiva a la larga provoca que sus expectativas en la vida se reduzcan decisivamente.
También los niños que han tenido como modelos a padres que tampoco se valoraron a sí mismos, suelen desarrollar una imagen negativa de sí que, a la larga, da lugar a un complejo de inferioridad. Asimismo, las personas que han crecido en un ambiente sobreprotector pueden tener la sensación de que el mundo es amenazante y que definitivamente no están preparadas para hacerle frente y por lo tanto se sienten indefensos ante las exigencias de la vida.
¿Y cómo lo supero?
Trabaja en tu confianza, es imprescindible que te valores como persona y que luches por todo aquello que deseas. Poco a poco, y a través del trabajo constante, verás que la seguridad en ti mismo te abre puertas que no conocías. Aquí hay algunos consejos que te pueden ayudar a mejorar tu confianza y el sentimiento de inadecuación:
- Evita el impulso de compararte. No te sentirás mejor, por lo tanto invierte en una postura que evite ese tipo de pensamiento. Entiende que todas las personas somos diferentes, tenemos necesidades, deseos y motivaciones diferentes. Ejercita tu cerebro para alejar las comparaciones.
- Identifica las situaciones evitantes y enfrenta el miedo.
- Aprende de los errores y se agradecido por ellos. Cambiar la forma en que has encarado el error es uno de los principales aprendizajes que puedes adquirir en tu vida. Comienza a aprender de tus errores en lugar de culparte por haberlos cometido.
- Valora tus logros. No sobrevalores lo que el otro tiene o hace y deja de devaluar las propias conquistas.
- Haz psicoterapia.Cuando el complejo de inferioridad se convierte en un lastre para tu desarrollo y lo has arrastrado desde hace mucho tiempo, lo más recomendable es que solicites ayuda psicológica porque será necesario trabajar en las creencias erróneas y los pensamientos distorsionados que están en la base del problema, y sobre todo, ahondar en la emoción y las causas del sentimiento de inferioridad. Gracias a la psicoterapia no solo podrás eliminar los síntomas del complejo de inferioridad, sino que también lograrás desarrollar una autoestima más sana que te permitirá alcanzar tus metas y llevar una vida más satisfactoria.
Recuerda que existen muchas formas de sanar las heridas que has cargado desde hace muchos años. Solo necesitas comenzar a trabajar en ti, escuchándote y cambiando tus pensamientos y hábitos que te han marcado por años.
Agradecemos la colaboración de Javier Gazca Gutiérrez, psicólogo, quien colaboró como médico verificador para este artículo. Obtuvo su título de la Universidad Intercontinental y posteriormente obtuvo una maestría en Psicoterapia Psicoanalítica por el Centro Eleia. Sus áreas de especialidad son la Depresión, Ansiedad y Problemas de Pareja. Es docente a nivel licenciatura y maestría. También es Psicólogo Forense en el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal.
