El DIRECTOR GENERAL DE "LA FUNDACIÓN ARCHIVO DE INDIANOS - MUSEO DE LA EMIGRACIÓN" NOS HABLA CON PASIÓN DE "LA CASA DE LA EMIGRACIÓN"
En Asturias Mundial no olvidamos nunca un espacio para los asturianos que viven fuera de Asturias y que han sido, y siguen siendo, parte de la historia de Asturias, aunque esa historia no se produzca literalmente dentro del territorio asturiano. Porque creemos que Asturias continúa fuera del territorio estricto del Pincipado y se extiende allí donde viva un asturiano. Y si alguien sabe de asturianos que viven en otros lugares ese es usted, que es Director General de la “Fundación Archivo de Indianos - Museo de la Emigración”. ¿Cómo surge este proyecto allá por 1987
Este proyecto surge al hilo de la celebración del Quinto Centenario del Descubrimiento de América. Este acontecimiento tenía para España una gran importancia pues se trataba de celebrar ese encuentro entre dos mundos: Europa y América…, España y América. En este contexto el Ministerio de Asuntos Exteriores pidió a las comunidades autónomas que participasen de alguna manera en este evento nacional. Algunas comunidades se decidieron por realizar publicaciones, otras conferencias, exposiciones, congresos… Asturias pensó un enfoque distinto: aprovechar el primer descubrimiento para celebrar también el segundo, que fue la emigración española a América; otro momento distinto y otro forma de descubrirla de nuevo. El momento en el que miles de españoles, y muchos de ellos asturianos, inician el camino de la emigración, con la intención siempre, quizás, de volver, aunque ese deseo no siempre se cumple. Así que muchos de ellos se incorporaron a las naciones americanas, a sus repúblicas, posterior a la independencia de las mismas.
Entonces se pensó en realizar un “archivo de la emigración” de una situación histórica que fue decisiva, porque se trató de la construcción conjunta de América con el aporte de la emigración. Pero no supuso solo un aporte solo para América, sino también para las regiones de partida. En el caso de Asturias no se trata sólo de la manifestación simbólica de triunfo de las casas de indianos, de la gente que regresó, sino que también hay un montón de manifestaciones de carácter público en forma de escuelas, de plazas públicas, de lavaderos…En fin, un gran aporte de la gente que regresó al desarrollo de la región.
Y esto es, en síntesis, lo que supuso el inicio de esta Fundación Archivo de Indianos, constituida por el Gobierno del Principado, por algunos centros asturianos repartidos por América, el Ministerio de Cultura, El Archivo de Indias, el Ministerio de Asuntos Exteriores y la Universidad de Oviedo…
El inicio del concepto está claro. Pero hay que buscar una sede y una persona que pilote el proyecto. Esos dos elementos ¿Cómo surgen?
Empezar a gestar un archivo, un archivo de la emigración era una tarea compleja y, en ese momento, partíamos de cero. Teníamos que buscar un “locus” que debía tener un enriquecimiento simbólico para el fenómeno de la emigración. El oriente de Asturias es, quizás, el que más aportación cuantitativa tuvo a fenómeno migratorio. Ahí había bastante ejemplos e “casas de indianos” que era como se llamaba a los retornados que regresaban enriquecidos desde América y construían sus palacetes en las diferentes parroquias y localidades asturianas. En Colombres el Principado contaba con una casa de esas características, con condiciones singularísimas. Era un poco más grande que de los normal para la media de ese tipo de casas, tenía un terreno de 50.000 metros cuadrados. Había pertenecido a un emigrante con un montón de aventuras vividas y con un gran prestigio como era Íñigo Noriega Laso, natural de Colombres, que emigró a México con 15 años y que volvió con una importante fortuna de allí.
Por avatares del destino la casa era propiedad de Principado. Estaba bastante deteriorada por falta de uso pero era perfecta para iniciar en ella la recién constituida, en el año 1987. “Fundación Archivo de Indianos – Museo de la Emigración” para recopilar documentalmente la presencia institucional de la emigración asturiana en América.
Por aquel entonces yo era un funcionario de la administración de Principado de Asturias. Soy licenciado en Antropología Social. Y en aquel momento me tocó hacerme cargo de ir articulando el proyecto. Pero este proyecto transciende la dimensión personal, porque es una empresa construida con la emigración española y asturiana concretamente. Lo que aquí se ha ido construyendo pertenece la memoria de mucha gente traducida en presencia institucional centenaria en América. Hablamos de aportaciones a veces personales al fondo archivístico como pueden ser documentos, fotos, objetos de diferente naturaleza… Y eso supone un compromiso de personas e instituciones relacionadas con la emigración muy importante. Tienen que considerar el archivo de indianos como la casa de la emigración… Cuando una persona vuelve a casa uno se reencuentra con su gente, con sus emociones personales… En el plano institucional el archivo funciona de manera análoga, como una casa común, como un punto de encuentro. En eso nos afanamos tanto yo como todos mis colaboradores, el Patronato, etc.; en conseguir transmitir esa empatía general hacia lo que supone emocionalmente la emigración para Asturias.
¿Podría usted destacar algún elemento del Archivo de Indianos, de su Museo, de esa “casa de la emigración” que podría dejar sorprendido a cualquiera que fuera a visitarlo ahora mismo?
No me atrevería a destacar un objeto, un archivo o un documento, aunque hay algunos de trascendental importancia. Es el conjunto. Indudablemente, al ver el edificio, impacta la casa. Ese edificio enorme pintado en azul y en plata. El azul, en sus distintas tonalidades evoca el viaje que tuvieron que hacer por mar, tanto de ida como de vuelta algunas veces, y el plata que simboliza la riqueza que vino de América. Y el interior de la casa no se articula alrededor de un objeto que la motive, sino que la casa va contando una historia en base a objetos cotidianos. No es un museo, o un archivo con riqueza de objetos materiales, sino que los objetos van contando una historia de enorme riqueza emocional.
Todo el conjunto intenta transportarnos emocionalmente a historias de gente, con esos niños que, con 15 años, partían hacia América, con unos lugares comunes como la salida, la despedida, para no volver las más de las veces… Ese viaje, incierto, con muchos naufragios, y muchos dramas… El drama, también, de quien no llegó… En este archivo, de indianos sí, no quiere decir sólo archivo de triunfadores… Y todo se articula en función de documentos, objetos, etc.… El hombre es un animal simbólico, y las instituciones también se vehiculan muchas veces en función de símbolos, y los símbolos son “condensadores de significados”. Y aquí hay muchos símbolos: estandartes, objetos, documentos, algunos singularísimos, que consiguen transmitir todo un sistema de organización que se dieron en la emigración y que nos ayudan a entender cómo resolvieron los grandes problemas decimonónicos de una manea muchas veces admirable; todos los problemas, a los que añadir el drama de la industrialización, de lo que se llamó “la cuestión social”, con promoción de obras de beneficencia, o repatriaciones de los que se denominaron “emigrantes fracasados”, las escuelas, los hospitales… Construyeron realmente un “nuevo mundo”.
Y luego hay que tener en cuenta los centros asturianos, que no eran reuniones de gente aislada, sino que, realmente eran centros para la integración en un proceso de permanente intercambio cultural, Los asturianos se integraban pero aportaban su manera de entender y de hacer. Sería, hoy en día, un modelo de cómo un emigrante debe integrarse en un país a través de instituciones colectivas. Y esta es la historia que, realmente, puede conmover en Colombres a quien nos visite.
Aunque tengo que reconocer que hay algunos objetos que son de incalculable valor, como son los repatriados de Cuba, que cuenta con un montón de detalles, de fotografías, donde se puede ver a personas de 40 años que parece, por las fotos que tienen 70, y que cuentan con detalle mucho de los que les acontece comuna riqueza admirable…
Seguro que los asturianos se sienten orgullosos de esta institución que usted dirige. Pero algunos de ellos se preguntarán ¿y esto a mí, para qué me sirve? ¿qué puedo hacer yo allí?
Claro, toda institución pública debe atender a una funcionalidad. En el caso de un archivo tiene que servir a la investigación sociocultural. Ahora, través de esta institución podemos conocer una época muy nuestra con gran nitidez cómo, por ejemplo, se empezaron a construir grandes hospitales en América, las aportaciones que se hicieron a la patria de acogida y a la patria de procedencia… Todo esto se ofrece a la investigación española, americana y el mundo entero. Y estamos en un proyecto de digitalización muy importante de toda esta información para que sea igual de cercana aquí en Colombres que en el resto del mundo y todos el que quiera investigar sobre el gran período clásico de la emigración hacia América, que se produce entre la segunda mitad del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX…
Y con respecto a más utilidades puedo comentar que Colombres es una localidad de unos 1.600 habitantes, y son más de 30.000 personas cada año las que acuden a esta localidad para visitar o conocer este Museo. Creo es una buena combinación, que es un buen maridaje, el juntar cultura y turismo, con todo lo que ello conlleva.
Y una tercera dimensión en cuanto a funcionalidad es ser un gran. Es un punto de encuentro internacional, un punto de encuentro intercultural para practicar la sociabilidad. Mucha gente de América viene aquí a encontrarse con sus raíces. Y la Fundación organiza encuentros, viajes, etc. Si bien la emigración, digamos, se encuentra interrumpida, aunque ahora hay una nueva corriente nueva migratoria por razones empresariales, sigue el interés por entender y continuar la especial relación que hay entre España y América.
¿Qué país cree usted que tiene más peso, ocupa más espacio e interés en la Fundación Archivo de Indianos - Museo de la Emigración?
Sin duda diré que Argentina, que ha sido uno de los países que ha absorbido un mayor número de emigrantes asturianos. Los países americanos fueron variando su nivel de atracción; Cuba fue muy importante en un momento dado, luego México, pero, sin duda alguna, cuantitativamente hablando, el país con más peso es Argentina.
Asturias tiene en el momento presente algo más de un millón de habitantes. Entre la segunda mitad del siglo XIX y la primera del XX unos 300.000 asturianos emigraron a América que, en aquel momento histórico pudo suponer casi el 50% de la población de Asturias en ese momento Eso indica la importancia radical del fenómeno de la emigración… Media Asturias estaba fuera de Asturias. Nos ganaba en volumen en ese momento Galicia; y ya se sabe que en algunos países a todos los españoles emigrantes nos llamaban gallegos por la gran proporción de ellos que emigraron. Se da la circunstancia de que en países como Uruguay, a Asturias se la tiene como “la quinta provincia de Galicia”.
Los asturianos llegaron a América y enseguida se mimetizaron con la sociedad a la que llegaron, pero sin dejar nunca de lado ese gen asturiano que les hacía reunirse en unos centros asturianos, que tuvieron, y tienen. mucha importancia… ¿Estoy en lo cierto?
Normalmente, en los fenómenos migratorios, cuando un país acoge a un inmigrante, lo suele despojar de su cultura y le hace adoptar la propia para “asimilarle”. Pero en America habría que hablar más de transculturación…. En el caso de los asturianos llegaban con su cultura, la entregaban, participaban de la que se encontraban en destino y mantenían siempre la ilusión de volver. Y esa ilusión siempre ha estado viva, aunque no se haya regresado nunca, y eso es lo que ha permitido transmitir la identidad a los descendientes, que se puede traducir, quizá, como una lealtad sentimental a los paisajes y las vivencias de la infancia que nos acompaña toda la vida. En el asturiano se da un fenómeno, digamos, e doble identidad; por un lado es capaz de adoptar con gran pasión la patria de acogida, pero de seguir amando también con pasión a la patria que le vio partir, para la que no hay reproches. Y así lo transmite a los hijos. Es un valor importante que, en efecto, tienen especialmente los asturianos.
Efectivamente, yo me estoy encontrando con asturianos, “muy asturianos”, que ni siquiera han nacido en Asturias, pero que sus padres o abuelos sí lo hicieron y visitan Asturias como si acabaran de nacer ahora mismo ahí
En estos momentos se está viviendo una especie de fenómeno de transnacionalismo en la emigración. Muchos emigrantes viven sus propias culturas en otros países que no son los suyos. Y viven encastillados, aislados, sin integrarse de ninguna manera en el país y en la cultura que los acoge. Nunca adquieren esa doble identidad que adquirieron nuestro emigrantes asturianos, que, sin dejar de ser asturianos, son también muy mexicanos, argentinos o cubanos. En el potaje cultural que vivimos ahora los asturianos que emigraron nos enseñaron a hacer un potaje o un plato combinado sin que cada ingrediente dejara de saber a lo que debía saber.
Entiendo que a los asturianos, por tanto, habría que darles ya de entrada la doble nacionalidad; la han inventado ellos…
Jajaja. Es una manera de verlo. Emocionalmente desde luego.
ROBERTO ONTIVEROS