ADICAE apela a la banca para que ponga en marcha y costee una campaña masiva de alfabetización digital entre todos los consumidores, con el objetivo de adaptar sus circunstancias al acelerado proceso de cierre de oficinas y puntos de acceso a efectivo que afecta especialmente a la España rural. "La banca debe garantizar alfabetización digital financiera para todos", en palabras del presidente de ADICAE, Manuel Pardos.
Según el Banco de España 1,3 millones de personas ya están en situación muy vulnerable en relación al acceso a efectivo. Un 3% de la población carecería de un punto de acceso en un radio de 5 km, algo que afecta sobre todo a las poblaciones que viven en zonas de menor densidad, principalmente en la España rural. Y si se produjese un eventual cierre de oficinas y cajeros automáticos en sus cabeceras comarcales, más de 300.000 nuevos afectados estarían en riesgo de quedar excluidos del acceso al efectivo.
Esta situación afecta especialmente a localidades de provincias como Zamora o Segovia, donde se calcula que el cierre afectaría a un 14% de la población. Ello equivaldría a que más de 45.000 personas, entre las dos regiones, quedarían sin posibilidad de acceso. En otras zonas, como Cáceres, donde como explica el propio Banco de España, hay una multitud de municipios que sirve como punto de acceso a otros cercanos, el cierre de las oficinas en alguno de esos puntos podría llegar a afectar a otras 47.000 personas.
ADICAE viene denunciando el riesgo que supone para el consumidor, especialmente para los de mayor edad, la perdida de servicios bancarios necesarios para sus gestiones habituales. Sin oposición a la digitalización y modernización del sector, desde la asociación se alerta de los perjuicios que puede suponer para una parte importante de la ciudadanía verse en situación de falta de accesibilidad financiera. De ahí la innegociable necesidad de un programa intensivo de alfabetización para que la banca acompañe a todos los consumidores en su reconversión.
El número total de oficinas bancarias en España se ha reducido en alrededor de un 50% desde 2008, mientras que el número de cajeros automáticos lo ha hecho en un 20% desde el mismo año. La reducción de los puntos acceso a efectivo va asociada a una pérdida de la competitividad al reducirse la oferta de entidades que siguen estando presentes en determinadas localidades. Por ello, desde ADICAE se insiste denunciar el riesgo de pérdida de servicios financieros para muchas zonas de la 'España vaciada' que, además, anuncian movilizaciones y medidas correctoras.
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