El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) ha hecho públicos los resultados de la misión internacional que desarrolló, entre el 7 y el 15 de octubre, sobre el Plan de rehabilitación de las zonas afectadas por el accidente de la central nuclear Fukushima Daiichi.
El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) ha hecho públicos hoy los resultados finales de la misión internacional coordinada por el director técnico de Protección Radiológica del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), Juan Carlos Lentijo. Las conclusiones del informe final, con las que el equipo internacional completa la evaluación de los planes de rehabilitación puestos en marcha por las autoridades japonesas.
Además de reconocer la labor emprendida por Japón en la descontaminación e información pública de las consecuencias del accidente, el informe del OIEA realiza doce recomendaciones adicionales. Las más generales instan a las autoridades japonesas a "reforzar la coordinación entre el gobierno central, las prefecturas y los municipios afectados" o "marcar como objetivo claro la reducción de dosis, y no tanto la eliminación total de la contaminación cuando esta medida no contribuya significativamente a la reducción de las dosis al público".
Más específicamente, algunos de los reproches que los expertos en energía atómica han hecho a Japón incluyen "evitar la clasificación como residuo radiactivo de aquellos materiales cuyos niveles de contaminación sólo podrían dar lugar a dosis que no requieren medidas de protección especiales". Hace unas semanas, Lentijo ya advirtió a la prensa que, en su clasificación de materiales radiactivos, Japón peca de un cierto conservadurismo "al considerar radiactivos materiales que el resto del mundo no considera". Mientras la normativa internacional considera radiactivo un material que emite 10 becquerelios por gramo, en Japón esta cifra baja a 8 becquerelios por gramo.
Además de "evitar tomar valores de referencia demasiado conservadores", el informe del OIEA insta a las autoridades a indicar adecuadamente los accesos al área de realojamiento, "tomar como referencia los factores de transferencia de la radiactividad entre el suelo y las plantas establecidos por el OIEA e intentar utilizarlos en la próxima cosecha" de productos agrícolas o continuar con la monitorización de los sistemas de agua.
Por último, resalta la importancia de buscar "almacenes definitivos para los residuos radiactivos", en especial los isótopos del Cesio.
Pese a estas recomendaciones, Lentijo ha destacado “el buen trabajo que a todos los niveles se está realizando en Japón en lo que se refiere a la rehabilitación medioambiental”.
El informe final de la misión anima a Japón a continuar con las acciones de remedio y recomienda a las autoridades competentes que tengan en cuenta las pautas establecidas por los expertos internacionales. En este sentido, Lentijo ha insistido en el hecho de que en las primeras fases del accidente las autoridades reaccionaron adecuadamente, adoptando actuaciones basadas en un alto nivel de prevención.
FOTO: OIEA