El Museo de Bellas Artes de Asturias ha recibido 12.011 visitantes durante el mes de julio, una de las mejores cifras de su historia. Tras un pasado y presente año repleto de incertidumbres y restricciones que se dejaron sentir en las cifras alcanzadas, el museo asturiano ha experimentado una sobresaliente mejoría este verano. En este sentido, el mayor clima de optimismo, la llegada de un número superior de turistas a la provincia y, por supuesto, la amplia oferta de actividades programada desde la Dirección del Departamento de Educación, han conseguido llenar las salas de la principal pinacoteca regional durante las pasadas semanas. Hay que recordar que en julio de 2020 el Museo de Bellas Artes de Asturias recibió 7.691 visitantes. Con los 12.011 de 2021, el Museo se queda muy cerca de los alcanzados en 2019, año en el que el centro consiguió su récord histórico de visitas con 111.841 personas registradas al final del curso. Datos que, sin duda, aportan entusiasmo y confianza al equipo del museo que ya está cerrando la programación del último cuatrimestre del año.
Para hacer interesante de cara al visitante su propuesta, el Museo de Bellas Artes de Asturias cuenta, en primer lugar, con unos excelentes fondos que se plasman en una magnífica colección permanente a partir de la cual el visitante que se adentra en sus salas transita por los siglos que atraviesan del XIV al XXI.
Junto a la colección permanente, el museo regional también ha apostado como mecanismo de reclamo para alcanzar este importante dato de visitas, por una potente oferta expositiva para este verano con la que ha pretendido no sólo enriquecer el contenido artístico de sus fondos, sino sorprender y atraer al público a la institución. Así, el Museo de Bellas Artes de Asturias lleva contando durante todo este verano con dos muestras temporales de alta calidad. Por un lado, Gusto y tradición. 23 obras de la colección del IX conde de Villagonzalo y de Dña. María Luisa Corrada, ubicada en la planta baja del Palacio de Velarde, sede histórica del museo, con obras de los siglos XVI al XIX, en la que artistas de talla internacional comparten espacio con creadores nacionales de gran repercusión como Federico de Madrazo o, por supuesto, Francisco de Goya, autor éste último de un dibujo que se daba por perdido. Por otro lado, la segunda apuesta expositiva del centro regional es Nicolás Muller. Viento norte, una exposición dedicada al fotógrafo húngaro Nicolás Muller, en la que además de algunas de sus instantáneas más conocidas se exponen
Santa Ana 1. 33003 Oviedo - Contacto: Sara Moro - Tel.: 985 21 30 61 / 645946814 - difusion@museobbaa.com - www.museobbaa.com
ejemplos hasta ahora inéditos protagonizados, en su mayoría, por enclaves y paisanajes del norte de España.
Junto a estas dos muestras, el Museo de Bellas Artes de Asturias también cuenta como atractivo para su público con un retrato del escritor y periodista Ramón Pérez de Ayala, realizado por Ignacio Zuloaga en 1931, dentro de su ya habitual y querido programa La Obra invitada.
Sin embargo, la implicación del museo asturiano ha ido más allá al acompañar estas propuestas expositivas de toda una serie de actividades que tendrán su continuidad durante los meses de agosto y septiembre. En este sentido, destacan las conferencias que han tenido lugar diferentes jueves de junio y julio. Junto a ellas, un cuatrimestre más el cine ha estado presente en la oferta educativa del Museo con cuatro filmes.
Completando esta rica oferta, el Departamento de Educación del Museo ha programado toda una serie de visitas guiadas gratuitas para todos los públicos, así como un conjunto de talleres para niños, adolescentes y familias que, unidos a las actividades accesibles, han recibido una respuesta excelente por parte del público que no se ha perdido ningún pase. A este respecto, todos los miércoles, viernes y domingos del mes de julio han sido protagonistas de distintos recorridos y actividades en las que las citadas muestras temporales y algunos ejemplos de la colección permanente han sido objetivo de explicación y disfrute por parte del nuevo y habitual público del Museo.
Llegados a este punto, no debemos olvidar la importante labor que la Asociación de Amigos está haciendo al promocionar muchas de estas visitas siendo su apoyo y tesón fundamental en el buen hacer de la pinacoteca regional.
Finalmente, todo este clima coincide, además, con todos los preparativos que el equipo del Museo está llevando a cabo de cara al desalojo del edificio de servicios, anexo al Palacio de Velarde, en el que se ubican las oficinas, el Departamento de Restauración y Conservación, y almacenaje, con motivo de las inminentes obras de ejecución de la Fase 2 de la Ampliación, que darán comienzo en los próximos meses y que supondrán una nueva etapa dentro de la vida del museo asturiano.