CEOE y CEPYME consideran que debe seguirse en la línea de moderación salarial y de otros costes ante los datos del IPC correspondientes al mes de octubre, que registra un incremento en términos interanuales del 3% y una tasa intermensual del 0,8%. Mantener dicha moderación redundará en una mejora de la competitividad de las empresas y propiciará una recuperación que permita crear empleo.
Para CEOE y CEPYME, los salarios "deben regirse por la evolución de la productividad, mejorando su competitividad en los mercados internacionales e impulsando el crecimiento vía sector exterior en un contexto de demanda interna debilitada".
En su análisis, ambas organizaciones consideran que las previsiones de IPC para los próximos dos meses apuntan una notable moderación a final de ejercicio, con lo que la tasa interanual se situaría por debajo de 2,5% en diciembre. En su opinión, este descenso se debería, sobre todo, a un efecto base con respecto al año anterior, cuando la inflación registró un repunte significativo, en concreto en el mes de diciembre. Con la información disponible hasta el momento, no se esperan subidas impositivas en lo que queda de ejercicio y tampoco el petróleo muestra una tendencia alcista.
Las dos organizaciones señalan que el IPCA (Índice de Precios de Consumo Armonizado) se sitúa de nuevo en el 3,0% en términos interanuales. Según el indicador adelantado del IPCA europeo, éste también se sitúa en el 3,0%, por lo que el diferencial de inflación se mantiene nulo.
El principal elemento inflacionista de la economía española se mantiene en el componente energético, afectando a los grupos de Transporte (7,6%), por las subidas de los carburantes y lubricantes, y al grupo de Vivienda (6,3%), por el incremento de los precios de suministros. Otros elementos inflacionistas han sido las subidas de los impuestos especiales, que todavía se reflejan en la tasa anual del grupo de bebidas alcohólicas y tabaco que avanza un 10,4%. Así, los focos inflacionistas de la economía española están siendo los precios importados (petróleo y derivados), los precios regulados y los impuestos.
Sin considerar los productos energéticos ni los alimentos sin elaborar, la inflación subyacente registra valores más contenidos (1,7%) y más coherentes con la debilidad de nuestra demanda interna. De hecho, los precios de los Servicios registran una tasa del 1,6% y los de los bienes industriales no energéticos alrededor del 0,5%.