Madrid.-Con una dirección de postín, un millón de pesetas al mes y las correspondientes gabelas, premió este miércoles el PP dirigido por Díaz Ayuso al cómico Toni Cantó, ex actor, ex UPyD y ex Ciutatans (de momento), con la finalidad --hilarante-- de que enseñe a hablar y escribir castellano a los madrileños. Curioso cometido, dado que se supone, al menos fuera de Madrid, que los habitantes de la capital del Reino de España debieran de saber hablar, leer y hasta escribir castellano.
Ayuso, al parecer dudando de que los censados en Madrid conozcan y usen la lengua de las Castillas entre las que se enclavan, crea una nueva dirección de área vinculada a la promoción y conocimiento de la lengua española, denominada Oficina del Español.
El mensaje es claro: Entre los fines de la Oficina del Español se encuentran la promoción de la Comunidad de Madrid como capital europea del español, interlocución con instituciones para impulsar las oportunidades económicas del español y la colaboración activa con entidades dentro del ámbito de la Comunidad de Madrid que trabajan por el impulso del español.
Es claro que entre los cometidos del cómico valenciano estarán sustituir al, a lo que parece, inútil Instituto Cervantes, sufragado por todos los españoles no madrileños, al no menos inútil, según la presidenta madrileña, Ministerio de Cultura del Reino de España, sufragado por todos los esos españoles no madrileños, las --al parecer también inútiles-- Embajadas del Estado Español --a no confundir con el Gobierno del Madrid-Ayuso-- la Real Academia --a la que ahora dirigirá Toni Cantó, cabe suponer-- y las Reales Academias de la lengua castellana en el mundo, sobre las que todo apunta a que el ex actor también extenderá su influencia salutífera para 'limpiar, fijar y dar esplendor' a la lengua comun de más de 500 millones de hablantes.