En esta línea, ha apelado a administraciones, agentes sociales, medios de comunicación y ciudadanos en general a suscribir un pacto que permita que la jornada laboral flexible europea sea una realidad en Euskadi y en el conjunto de España. La adopción de la jornada continua o la flexibilización del horario de entrada (8,00h-9,00h) y salida (17,00h-18,00h) junto a un horario más comprimido a la hora de comer, como existe en gran parte de los países  europeos, tiene efectos muy positivos para las propias empresas que ya lo han puesto en marcha: mejora del clima laboral y satisfacción de los trabajadores, mejora en la conciliación, mejora en la productividad y  mayor rendimiento o atención al cliente.

Según la consejera, la conciliación de la vida laboral y personal sigue siendo una de las transformaciones pendientes del mercado laboral vasco. "Hay que trabajar mejor, haciendo el trabajo más productivo, y eso no pasa por jornadas laborales que nos impidan conciliar".

Desde el inicio de la legislatura, el Departamento de Empleo y Asuntos Sociales se ha fijado entre sus objetivos estratégicos desarrollar un espacio sociolaboral innovador en todos aquellos aspectos que mejoran la calidad de vida en el trabajo. Y uno de esos aspectos es la jornada laboral. "El horario es uno de los asuntos que más importa a la hora de aceptar un empleo. La mayor productividad en el puesto de trabajo tiene que ver indefectiblemente con un trabajador que puede conciliar y sobre quien no recae el peso de la vida personal y sus obligaciones como una losa".

El departamento ha realizado un estudio de los convenios laborales de prácticamente todos los sectores productivos y ha llegado a la conclusión de que también en Euskadi, como en Europa, se puede acometer el reto de una jornada laboral que permita "trabajar y vivir".

"Nuestro compromiso es con la construcción de un modelo social, de progreso, en el que los hombres y las mujeres sean iguales. Un modelo que conceda protagonismo a las empresas con una nueva concepción del trabajo, de la vida laboral en el que la corresponsabilidad protagonice las relaciones y que, en definitiva, sea un gran hacedor de competitividad, eficacia y calidad de vida en el trabajo. Y eso pasa por jornadas laborales conciliadoras", ha subrayado la consejera.

Todo esto forma parte de un profundo cambio de mentalidad al que están convocados desde las empresas a los ciudadanos pasando por los agentes sociales y las administraciones.