- Los fondos financiarán dos líneas de ayudas: 1.053.440 euros para actividades de acuicultura y comercialización y medio millón para compensar a armadores y cofradías por la pérdida de ingresos derivada de la crisis sanitaria
El Gobierno de Asturias ha autorizado hoy un gasto de 1.553.440 euros para la convocatoria de dos líneas de ayudas que pretenden reforzar la competitividad del sector pesquero: 1.053.440 para financiar actividades relacionadas con la acuicultura y la transformación y comercialización de productos y 500.000 para compensar a armadores de buques, así como a las cofradías, por la pérdida de ingresos derivada de la crisis sanitaria.
- Ayudas a empresas y proyectos de acuicultura y comercialización
Las ayudas destinadas a las empresas y proyectos de acuicultura, comercialización y transformación de los productos pesqueros cuentan con financiación de la Unión Europea, a través del Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP), son plurianuales y se distribuyen tal y como se refleja en la siguiente tabla:
Convocatoria
|
2021 |
2022 |
Total euros |
Acuicultura |
153.440 |
100.000 |
253.440 |
Comercialización y transformación productos pesca y acuicultura |
500.000 |
300.000 |
800.000 |
653.440 |
400.000 |
1.053.440 |
Desde 2016, se han concedido 428.928 euros en subvenciones a 9 proyectos de empresas acuícolas que han supuesto una inversión global de 857.856 euros. En ese mismo periodo, se han impulsado 33 iniciativas de compañías de transformación de productos pesqueros, que han recibido 2.139.447 euros en ayudas y han generado un gasto total de 4.278.894.
Actualmente, en Asturias hay 8 empresas acuícolas y una veintena pertenecientes al sector de la transformación que podrán optar a los fondos.
- Ayudas a armadores y cofradías
La convocatoria de ayudas extraordinarias para contribuir al mantenimiento de la competitividad del sector pesquero está dotada con 500.000 euros. Las subvenciones se dirigen a armadores de buques pesqueros y cofradías para compensar la pérdida de ingresos que ha generado la pandemia, como consecuencia de la reducción del consumo de determinados productos debido al cierre de hoteles, restaurantes y cafeterías, y también por la incidencia de la crisis en los precios de las capturas desembarcadas en las lonjas.