- Las empresas asturianas que utilizan medios sociales han crecido 6.1 puntos en el último año, alcanzando el 42.3%.
- España ha sido el único país que, estando entre los más castigados por la pandemia, no ha tenido problemas con la red. Ha hecho frente a un aumento de la demanda de ancho de banda, un crecimiento del tráfico móvil de datos, y de la voz móvil, espectacular.
- La pandemia provocó que en el mes de abril de 2020 se cerraran las escuelas en 188 países, dejando afectados a 1.500 millones de alumnos a nivel global. El 34,4% de los usuarios de internet accedió a formación online durante 2020.
- Las dos principales actividades realizadas en Internet en 2020 están vinculadas al consumo de contenidos digitales de ocio. El 62,3% de los usuarios de internet han visualizado contenido multimedia en 2020 y el 60,6% ha escuchado música, programas de radio o podcasts online.
- La recuperación de la crisis sin duda será digital, pero la pandemia también ha traído consigo la necesidad de alcanzar un acuerdo fundamental sobre los principios éticos y valores comunes para un mundo digital. Un acuerdo colectivo sobre cómo asegurar la sostenibilidad de la digitalización para que la sociedad no funcione a dos velocidades, con ganadores y perdedores.
Oviedo, 1 de junio de 2021.- La normalización de la digitalización en la sociedad española y en todos los sectores productivos ha hecho que en 2020 se produjera un avance imparable del papel de la tecnología, según La Sociedad Digital en España 2020-2021: El año en que todo cambió, el informe editado por Fundación Telefónica, que recoge los indicadores sociales más relevantes que conforman el panorama de la sociedad digital en España.
En el informe, Asturias destaca por liderar el ranking de CCAA con mayor porcentaje de microempresas usuarias de redes sociales (42.3%), lo que supone un crecimiento de 6,1 puntos respecto del año anterior. Otros indicadores vinculados al proceso de digitalización que muestran un crecimiento significativo en 2020 son el porcentaje de empresas que disponen de ordenadores (79,5%, crece 4,9 puntos) y, especialmente, el porcentaje de microempresas que cuentan con algún sistema interno de seguridad, el cual alcanza el 66,1 % tras aumentar 13,3 puntos porcentuales respecto a 2019.
En términos de conectividad, el 75,3 % de las empresas de menos de 10 empleados, dispone de acceso a internet, lo que supone un aumento de 2,7 puntos respecto al año anterior. Si se considera la conexión a internet mediante banda ancha fija, el 77,4 % de las microempresas con acceso a internet cuentan con este tipo de conexión tras un aumento de 2,2 puntos porcentuales. Por último, con relación al uso de la Administración electrónica por parte de las empresas más pequeñas, el 71,9 % de estas empresas utilizan internet para tratar con las Administraciones públicas, tras un incremento de 1,2 puntos en el último año.
Con relación a las empresas asturianas de 10 o más empleados, la evolución también puede calificarse como positiva. La mayoría de los indicadores muestran un avance en la digitalización de las empresas de este tamaño. El porcentaje de empresas que disponen de conexión a internet (98,1 %) apenas varía y las que cuentan con acceso a internet de banda ancha fija a través de redes de cable y fibra óptica (64,8 %) aumentan ligeramente (0,7 puntos) en 2020.
La presencia en internet de las pymes y grandes empresas asturianas experimenta una evolución similar a la de las microempresas. En el Principado de Asturias, el 81,6 % de las empresas con acceso a internet tienen página web, 0,8 puntos menos que en 2019. Entre estas empresas, destaca el significativo incremento de 4,9 puntos en el porcentaje de empresas que presentan vínculos o referencias a los perfiles de la propia empresa en medios sociales, el cual alcanza el 45,2 %. Un incremento que no ha de extrañar dado que el porcentaje de empresas asturianas que utilizan los medios sociales ha crecido 13,2 puntos en el último año y ha alcanzado el 61,3 %. Entre las empresas que utilizan estos medios, el tipo más habitual son las redes sociales (95,3 %), a pesar de que su uso ha caído ligeramente (3,5 puntos) respecto a 2019. El aumento más notable se encuentra en el porcentaje de empresas que utilizan blogs o microblogs de empresas (por ejemplo, Twitter), que pasa de un 35,8 % en 2019 a un 49 % en 2020.
Otro aspecto de capital importancia en el proceso de transformación digital es la seguridad TIC. El 95,6 % de las empresas asturianas de 10 o más personas empleadas (95,6 %) cuentan con alguna medida de seguridad, un incremento de 1,6 puntos respecto al año 2019. Los tipos de sistema de seguridad TIC más implementados son el mantenimiento de software actualizado (94,5 %, cae 2,3 puntos) y la copia de seguridad de datos en una ubicación separada (91,1 %, crece 2,1 puntos). No obstante, el aumento más destacado se produce en el porcentaje de empresas con evaluación de riesgos TIC, que alcanza el 35,4 % tras crecer 12,3 puntos porcentuales en 2020.
Uno de los aspectos destacados de la digitalización de las empresas del Principado es el aumento de la presencia de mujeres especialistas. En 2020, entre las pymes y grandes empresas de la región que emplean especialistas en TIC, el 51,1 % cuentan entre sus empleados con mujeres especialistas, lo que supone un significativo incremento de 8,5 puntos respecto al año anterior.
Por último, en cuanto a la relación de las empresas asturianas de mayor tamaño y las Administraciones públicas, el 95,1 % usan la Administración electrónica, 0,8 puntos más que en 2019. Entre los usos específicos destaca el ligero incremento de 1,3 puntos en el porcentaje de empresas que declaran sus impuestos de forma electrónica sin necesidad de ningún trámite en papel, el cual alcanza el 84,1 %. Sin embargo, el uso más común (87 %) continúa siendo la obtención de impresos o formularios oficiales de las webs de las AA. PP.
La resiliencia de las infraestructuras de banda ancha y el 5G
España ha sido el único país que, estando entre los más castigados por la pandemia, no ha tenido problemas con la red. Ha hecho frente a un aumento de la demanda de ancho de banda, un crecimiento del tráfico móvil de datos, y de la voz móvil, espectacular. Tras cuatro años de estabilidad, se ha producido un incremento interanual del 20% en el tráfico de voz, alcanzando el pico el 13 de marzo, día de inicio del confinamiento. España ha sido capaz de soportar este tráfico porque lleva años invirtiendo en lo que ahora es la red de fibra más extensa de Europa, y una de las más avanzadas de comunicaciones móviles, destacando que a finales del 2020 el 76% de la población ya disponía de tecnología 5G de Movistar.
En Asturias, el porcentaje de población que ya disponía de 5G llegaba al 84% en diciembre de 2020, una cifra muy por encima de la media española.
El papel de la tecnología: de la disrupción a la normalización
Dos de las tecnologías que siguen creciendo en 2020 son la IoT, en el ámbito de la empresa, y la robótica en el industrial. De acuerdo con el INE, el IoT es la tecnología de vanguardia más utilizada por las empresas en España. Las compañías de mayor tamaño son las que hacen más uso de esta tecnología, en concreto, una tercera parte de las de más de 250 empleados, frente al 25% de las que tienen entre 50 y 250 trabajadores, y el 14% de las de menos de 50.
El Informe de la Sociedad Digital, en uno de los apartados dedicados a la IoT, resalta el ejemplo de Gozón (Asturias), donde Telefónica y Ferrovial han desplegado una solución de telegestión de luminarias que permite gestionar todo el alumbrado desde un único punto de control. El sistema reduce la contaminación lumínica y las emisiones de CO2. Este ahorro energético puede ser de entre un 10 y un 15% respecto al consumo total de la instalación original sin telegestión, aunque puede ser incluso mayor, ya que es directamente proporcional al número de luminarias sobre las que se instala esta tecnología.
La COVID-19 ha hecho que las compañías den un impulso por subirse al cloud. Casi una tercera parte del tejido productivo hace uso de algún tipo de servicios en la nube; el teletrabajo ha venido para quedarse y se han automatizado algunos procesos corporativos.
Cuando se desató la crisis sanitaria, el porcentaje de trabajadores impulsado a teletrabajar pasó del 5% al 34% de la noche a la mañana y, a pesar de lo inesperado, solo un 23,8% de los usuarios del teletrabajo declaró haber experimentado alguna dificultad al realizar una labor desde casa. El 66% de las empresas españolas opina que el trabajo en remoto ha mejorado la productividad corporativa.
La vida cotidiana en un país en red
El confinamiento durante la pandemia hizo también que esta aceleración digital se trasladase a los hogares de los españoles y, como con el teletrabajo, cambiase sus hábitos diarios de consumo y de ocio. Los usuarios que utilizan internet varias veces al día han pasado del 74,9% en 2019 al 81% en 2020. El incremento del uso de internet se ha apreciado entre las personas de más edad, que han aprovechado su conexión para mantener el contacto con sus familiares y amigos durante las etapas de aislamiento y acceder a contenidos de ocio y entretenimiento.
Una de las actividades que más creció en 2020 fue el uso de internet para realizar consultas vinculadas con la salud. Más de dos tercios de los españoles (67%) usaron su conexión para informarse sobre temas de salud, 7 puntos más que en 2019.
Otro de los aspectos que más cambios ha sufrido en nuestros hábitos en 2020 ha sido la manera de relacionarnos. Nuestros contactos han sido en gran parte virtuales y se ha producido un boom de la videollamada. Estas han pasado del 55,1% en 2019 al 77,7% en 2020 convirtiéndose en un recurso fundamental para el teletrabajo, las clases online y la comunicación de las familias. Además, España es uno de los países de Europa occidental, solo superado por Italia y Finlandia, donde más ha aumentado el uso de mensajería instantánea a causa de la pandemia. El número de usuarios de este tipo de apps aumentó un 6,6% respecto de 2019 y hasta el 92,3% de los usuarios de smartphone hace uso de aplicaciones de mensajería por lo menos una vez al mes.
El confinamiento ha supuesto también una oportunidad de afianzar la tendencia creciente que lleva experimentando el comercio electrónico en los últimos años. Durante el estado de alarma, el 52,8% de la población española, con edades entre los 16 y los 74 años, había comprado a través de internet en los últimos 3 meses. Este porcentaje es 6,9 puntos superior al alcanzado en 2019, lo que la convierte en la mayor subida interanual de la historia. La mitad de las personas que compraron on line durante el confinamiento afirman que seguirán haciéndolo en el futuro.
En 2020, el 65,2 % de los asturianos ya había comprado alguna vez por internet, 6 puntos más que en 2019. Los usuarios del comercio electrónico en los últimos tres meses se incrementaron aún más, pues han crecido del 44,4 % en 2019 al 52,1 % en 2020.
2020 ha supuesto un cambio radical en nuestra forma de disfrutar del tiempo libre, situando a los contenidos digitales en el centro de nuestra actividad de ocio. Internet se ha consolidado como la principal vía de entrada a un universo amplio de contenidos para todos los públicos, a través de múltiples dispositivos y mediante diferentes fórmulas de acceso adaptadas a los diversos perfiles socioeconómicos. Las dos principales actividades realizadas en Internet en 2020 están vinculadas al consumo de contenidos digitales de ocio. El 62,3% de los usuarios de internet han visualizado contenido multimedia en 2020 y el 60,6% ha escuchado música, programas de radio o pódcasts online. En el primer caso, el crecimiento respecto a 2019, 10,4 puntos, ha sido muy notable, convirtiendo el visionado de contenido multimedia como la principal actividad de ocio que los españoles realizan a través de internet. Un dato destacable ha sido el fuerte incremento de personas mayores de 65 años accediendo a contenido multimedia a través de internet. Pasa pasan del 15,8% en 2019 al 35,4% en 2020. Entre los 55 y los 64 años el crecimiento es de 17,6 puntos (del 26,5% al 44,1%).
La tercera gran actividad vinculada al ocio digital, el juego online, también ha experimentado un destacado avance. Casi 1 de cada 4 internautas (23,9%) jugó a videojuegos online en 2020, 5,8 puntos más que en 2019. El porcentaje de mujeres que juega online ha crecido 8,4 puntos en 2020, el de hombres solo aumentó 3,1 puntos.
Retos y oportunidades para una humanidad conectada. El desafío de la educación digital
Las habilidades digitales de los españoles se han visto reforzadas en 2020. El confinamiento obligó a todos los ciudadanos, en mayor o menor medida, a utilizar herramientas digitales en múltiples actividades. Según el DESI, el 41,1% de los españoles cuenta con habilidades digitales avanzadas, 5 puntos más que en 2019.
La pandemia provocó que en el mes de abril de 2020 se cerraran las escuelas en 188 países, dejando afectados a 1.500 millones de alumnos a nivel global. En España alrededor de 10 millones de estudiantes dejaron de asistir físicamente a los centros educativos en el mes de marzo para frenar la expansión de la pandemia provocada por el coronavirus. El 34,4% de los usuarios de internet accedió a formación online durante 2020. Durante los meses de confinamiento, el 54,5% de los usuarios de internet que utilizó su conexión para acceder a servicios de formación asistió a clases online de educación reglada.
La recuperación económica será digital
La aportación de la actividad digital a la economía española se aproxima ya al 19% del PIB, por encima de la media de los países de las Naciones Unidas y la digitalización se presenta como la palanca necesaria para llevar a cabo la recuperación de esta crisis económica sin parangón. En el ámbito de la empresa se ha producido un crecimiento en tecnologías como la inteligencia artificial, el IoT, la robótica o los servicios en la nube y, en los hogares españoles, la pandemia ha contribuido a acelerar la digitalización en aspectos clave como la formación on line, el teletrabajo, las compras electrónicas, el incremento de las videollamadas o el aumento del consumo de contenido multimedia.
Unos cambios en los hábitos de los españoles que han hecho que sean más digitales, pero a la vez, que estén más expuestos a las ciberamenazas y a la desinformación. Una digitalización que resulta esencial para la recuperación económica, pero que, a la vez, ha puesto de relieve la brecha prexistente entre los que están integrados en la sociedad digital y los que no. Por ello, es necesario que la sociedad alcance un acuerdo fundamental sobre los principios éticos y valores comunes para un mundo digital, que sitúe al ser humano en el centro de todas las cosas para no derivar en una sociedad a dos velocidades, con ganadores y perdedores.