Madrid, 19 mayo de 2021.- El 31,3% del parque actual de turismos y todoterrenos en Asturias no dispone del distintivo medioambiental que emite la Dirección General de Tráfico (DGT), lo que engloba principalmente a los vehículos más antiguos y menos eficientes (modelos de gasolina anteriores a enero de 2000 y diésel anteriores a 2006), según datos de la propia DGT recogidos por la patronal de los concesionarios, Faconauto.
Además, otro 34,8% del parque tiene la etiqueta B, correspondiente también a vehículos más viejos, ya que esta pegatina corresponde a los turismos de gasolina matriculados a partir de enero de 2000 y de enero de 2006 para los diésel. Mientras que la etiqueta C agrupa al 25,8% del total, y es donde se encuentran los turismos de gasolina matriculados a partir de enero de 2006 y diésel a partir de 2014.
El menor porcentaje de penetración corresponde las últimas tecnologías más eficientes. Así, los vehículos con etiqueta CERO (eléctricos e híbridos enchufables) representan el 0,1% del parque y los de etiqueta ECO (híbridos) alcanzan al 1% del total.
Faconauto ha indicado que estas cifras ponen de manifiesto, una vez más, el grave problema que sufre la automoción en nuestro país por la antigüedad de su parque, que el año pasado alcanzó los 13,2 años de media, y ha llamado la atención sobre su impacto medioambiental. Así, los turismos sin etiqueta son responsables del 70% de las emisiones contaminantes NOx y partículas en los núcleos más poblados.
Utilidad de las etiquetas
Al respecto, la patronal de los concesionarios recuerda que el sistema de etiquetado de los vehículos, vigente desde hace cuatro años, está facilitando un mayor conocimiento del potencial contaminante, discriminando lo más respetuosos con el medioambiente, y contribuyendo a una compra más informada por parte de los conductores, que lo tienen muy en cuenta a la hora de adquirir su coche nuevo o usado.
De igual modo, es una herramienta muy útil para las Administraciones Públicas a la hora de definir sus políticas medioambientales. El ejemplo más claro se producirá cuando, según establece la nueva Ley de Cambio Climático y Transición Energética, las ciudades de más de 50.000 habitantes tengan que incorporar Zonas de Bajas Emisiones a sus territorios.
La patronal ha recordado que la mejor opción para avanzar hacia una movilidad más sostenible es apostar por la renovación del parque, es decir por achatarrar los vehículos sin etiqueta para sustituirlos por otros que sí dispongan de etiqueta, particularmente si ésta es CERO, ECO o C.
“Las etiquetas medioambientales de la DGT se han convertido en un elemento cotidiano y muy tenido en cuenta por parte de los conductores a la hora de adquirir su vehículo y planificar su movilidad en las ciudades. De igual modo, el sector y las Administraciones hemos hecho un esfuerzo para incorporar este sistema, que está demostrando poco a poco su utilidad, tal y como está concebido, y que puede jugar un papel muy importante para acelerar la renovación del parque y avanzar hacia la descarbonización de la movilidad. Dan, en definitiva, estabilidad y certidumbre al consumidor, al sector y a las Administraciones”, ha comentado Juan Luis Fernández, responsable de asuntos públicos de Faconauto. En este sentido, Fernández enfatiza “que es necesario consolidar este etiquetado, que las ciudades están usando para planificar sus Zonas de Bajas Emisiones, antes de abordar cualquier cambio profundo en el corto plazo”.
Faconauto es la patronal que integra las asociaciones de concesionarios oficiales de las marcas de turismos y maquinaria agrícola presentes en el mercado español. Representa los intereses de 2.152 concesionarios, entre los que se encuentran los de las principales marcas de maquinaria agrícola, de los que dependen aproximadamente las 3.551 empresas del segundo nivel de distribución (agencias y servicios oficiales), lo que totaliza más de 5.703 pymes de automoción. Estas empresas generan 161.500 empleos directos, una facturación de 43.073 millones y representan el 3,1 del PIB.