Más de 40 Ministros de Relaciones Exteriores y representantes de las principales organizaciones regionales asistieron a la Conferencia de Londres para buscar las condiciones en las que el pueblo libio pueda determinar libremente su futuro. Entre los asistentes, el Secretario General de la ONU Ban Ki Moon, Secretario General de la OCI Dr. Ekmeleddin Ihsanoglu, el Primer Ministro de Qatar, los Ministros de Relaciones Exteriores de los principales países de la región incluyendo a Irak, Jordania, Emiratos Árabes Unidos y Marruecos, la secretaria Clinton, y los Ministros de Relaciones Exteriores de toda Europa y miembros de la OTAN, junto con el Secretario General de Rasmussen. La Liga Arabe, el Líbano y Túnez también estuvieron representados.
Entre otros aspectos, en el curso de la reunión se recordó que las personas que han cometido delitos, si el fiscal tiene la información sobre ellos, deben comparecer ante el Tribunal Penal Internacional, comenzando por el mismo Gadafi.
Igualmente quedó claro que que no se da por sentado que el Consejo Nacional Provisional de Transición, algunos de cuyos representantes estaban ayer en Londres, era necesariamente el futuro gobierno de Libia.
En cuanto a la intervención de la coalición internacional, entre los participantes se ha recordado que la resolución de la ONU dejó claro que los civiles no deben ser amenazados o atacados y debe de haber un alto el fuego.
Y no se ha visto evidencia hasta ahora por parte de la oposición en Libia de atacar a la población civil. Incluso hay evidencias de que en las ciudades que han tomado otra vez, han sido bien acogidas por la población civil. Igualmente se hizo hincapié en que, frente a las acusaciones del entorno del dictador, no hay evidencia confirmada de víctimas civiles como consecuencia de los ataques aéreos de la coalición.
Otro aspecto destacado fue la insistencia en que no habrá fuerza de ocupación en Libia o cualquier parte de Libia, aunque algunos mandatarios, el presidente Obama entre ellos, no descartan armar a la oposición. Se trata, en definitiva, de mantener el protagonismo del proceso de transformación del Estado y sus instituciones en manos del propio pueblo libio.
Si bien aún no ha trascendido ninguna propuesta oficial, varios países estarían presionando a Gadafi para acelerar su exilio, posiblemente a Venezuela, en lo que se entiende una salida que aceleraría el final del conflicto y la vuelta a una cierta normalidad en Libia.
