Oviedo/Uviéu, 23 de abril de 2024. Conchi es un asistente virtual, del estilo a los altavoces inteligentes que ya existen en el mercado, que podría ayudar a detectar problemas y alertar sobre el estado cognitivo de las personas mayores que viven solas. La idea, premiada ayer en el UniOvi Innovation Skills, ha surgido del trabajo de un grupo de nueve estudiantes de Ingeniería de Tecnologías Industriales de la Universidad de Oviedo, y responde a un reto planteado por la empresa Izertis.
Alba González Fernández, una de las alumnas que integra ese grupo, explica cómo funciona: “Conchi realizaría preguntas día a día a las personas mayores que viven solas, o que tienen alguna dependencia”, dice, y añade que “son preguntas sobre cómo están, si han recibido visitas, si han salido a la calle, etcétera”. El dispositivo inteligente recogería las respuestas recibidas, y con ellas, realizaría una evaluación sobre el estado del usuario. “Podría avisar al médico o a la familia en el caso de que detecte algo reseñable”, añade González.
Además, la alumna de Ingeniería de Tecnologías Industriales explica que “podrían implementarse también juegos mentales que ayuden a mantener un buen estado cognitivo y, al igual que ocurre con las respuestas, registrar los resultados de los juegos para detectar si se produce un deterioro”. El grupo de estudiantes, formado por ocho alumnas y un alumno, no ha pensado aún en si se va a comercializar su idea o no, pero señalan que “solo participar, pensar en cómo desarrollar la idea, su precio, cómo lanzarla al mercado, ha sido una experiencia muy positiva”. “Nos da una perspectiva muy práctica de todo lo que estamos estudiando”, explica Alba González. Junto a ella, formaban el equipo Ana García Fernández, Ana Álvarez López, Ane Jaureguizar López, Carlota Palacios Fernández, Elena Iturrate Basarán, Mariana Echevarría Rodríguez, María Ferrero Medina,
Jaime Rodríguez Gallego.
UniOvi Innovation Skills es una plataforma de networking y generacioìn de ideas entre empresa, universidad y talento universitario. Con este proyecto, los alumnos recibían retos reales propuestos por las empresas participantes y tenían como objetivo final contribuir a compartir conocimiento, mejorar la competitividad empresarial y generar innovación. El proyecto, financiado por Gijón Impulsa y organizado por la Fundación Universidad de Oviedo contó en esta edición con un total de ocho retos planteados por el mismo número de empresas, de los que los alumnos escogieron seis, y con siete grupos de estudiantes participantes, en un total de 57 alumnos.
Además del reto ganador, planteado por la empresa Izertis, se presentaron los siguientes retos:
Reto EDP: Peer to Peer Trading, Transactive Energy y Blockchain
Este reto, planteado por la empresa EDP, pretendía buscar una solución que aprovechase la flexibilidad de las pequeñas fuentes energéticas dentro de las instalaciones de los clientes, así como recursos que aliviasen congestiones en la red de distribución. Dos grupos de alumnos escogieron este reto, pertenecientes a las titulaciones de Comercio y Marketing, Ingeniería Mecánica, Ingeniería Informática en Tecnologías de la Información, Ingeniería Electrónica Industrial y Automática e Ingeniería de Tecnologías Industriales.
Reto Guppy: Plataforma de movilidad sostenible
El reto Guppy proponía diseñar un nuevo servicio en la plataforma de movilidad sostenible. El servicio debía conectar a clientes con conductores y proveedores de los servicios de movilidad. Participaron en la resolución de este reto un equipo de 11 estudiantes de las titulaciones de Ingeniería de Tecnologías Industriales, Biotecnología, Ingeniería Informática, Derecho y Administración y Dirección de Empresas, Administración y Dirección de Empresas Bilingüe y Comercio y Marketing.
Reto Triditive: Revalorización de residuos de la elaboración de sidra para impresión 3D
En este reto trabajó un equipo formado por 10 estudiantes del Grado en Ingeniería de Tecnologías Industriales, Máster Erasmus Mundus en Transporte Sostenible y Sistemas de Potencia Eléctrica y Ciencias Empresariales. El equipo debía analizar y proponer innovaciones sobre cómo se podrían revalorizar los residuos producidos en la elaboración de la sidra para su aprovechamiento en la impresión en 3D.