Madrid, 12 de abril de 2021- Caleao, del Concejo de Caso (Asturias), además de la iglesia parroquial, cuenta con dos capillas y la ermita de Nuestra Señora de Ricao. Se encuentra en el valle del mismo nombre, a unos tres kilómetros de Caleao. Cuenta la tradición que los vecinos querían construir la ermita más arriba de donde está actualmente, pero cada vez que subían los materiales, misteriosamente aparecían más abajo, hasta que dedujeron que la Virgen quería que le construyeran su ermita en el emplazamiento actual. Durante siglos fue un santuario. Frente a la ermita se alzaba una casa de novenas, para alojar a los peregrinos que llegaban a Caleao por el camino de Tarna, donde actualmente hay un aparcamiento. Así lo indican los documentos históricos que aluden a esta ermita ya desde el año 1385.
Dada la importancia que tuvo durante siglos este conjunto histórico, se considera que poseía un entorno amplio a su alrededor que sería propio, pero actualmente los límites no están definidos y se piensa que el ganadero lindante la perjudica gravemente. Hace años, el Arzobispado comunicó que las ermitas y capillas tienen un espacio alrededor de tres metros que es propio.
Sin embargo, la sacristía está en peligro inminente de derrumbe, según informó un contratista. Los accesos a la ermita son utilizados para el paso del ganado y de maquinaria pesada; se forman grandes lodazales que han provocado la cesión de los cimientos de la sacristía. En 2016, parte de una pared del portal de la ermita fue derribada. El ábside tiene grietas preocupantes, y el techo de la nave tiene multitud de agujeros.
Por todos estos motivos, la ermita de Nuestra Señora de Ricao, en Caleao, del Concejo de Caso (Asturias), acaba de ser incluida en la Lista Roja del Patrimonio que elabora la asociación Hispania Nostra (www.listarojapatrimonio.org) y que recoge más de 800 monumentos españoles que corren el riesgo de desaparecer si no se actúa de inmediato.
La ermita de Nuestra Sra. la Virgen de Ricao es de piedra, de planta única y con sacristía adosada. Cuenta con un ábside cubierto con una bóveda, un campanario, un arco de piedra labrada y una verja de madera que separan el presbiterio de la nave.
Estaba presidida por una imagen del siglo XIII de autor desconocido, de madera policromada, ensamblada y tallada; probablemente, procedente de un calvario románico. Se representa entronizada y con el Niño en su regazo, portando este las Sagradas Escrituras en su mano izquierda. Además, está ataviada con ricos atuendos de colorida factura. La imagen se trasladó a la iglesia parroquial “Santa Cruz La Real”, tras el robo de la campana y los candelabros.
Su fiesta es el 8 de septiembre, la imagen se lleva en procesión desde la iglesia a la ermita y se hace la “puya’l ramu” (puja del ramo en castellano, se trata de una fiesta tradicional asturiana).